El Guión de vida en personas que consumen drogas

01/11/2014

El Guión de vida en personas que consumen drogas

Resumen/abstract

En el desarrollo del artículo aparece en qué consiste el guion de vida, cómo se forma y cómo se trabajó paso a paso para la consecución del cambio existencial global necesario para excluir la droga de la vida de una persona.

Introducción
El Legado de Eric Berne
Perspectiva Fisiológica
Metodología
Triángulo Dramático
Dibujo del Rosal
Mandatos e impulsores
Entrevista del guion
Exposición en grupo
Trabajo Emocional
Permisos y redecisión
Resultados
Bibliografía y referencias

INTRODUCCIÓN

Desde hace 5 años trabajo en una entidad dedicada al tratamiento y rehabilitación de personas que consumen drogas. Cuando me decidí a escribir esta tesina quería conocer cómo era el guion de vida de una persona que hubiera caído en las redes de estas sustancias. Mi hipótesis partía de las siguientes cuestiones: ¿Existe un guion común para todas las personas consumidoras?; ¿Hay algún estado del Yo predominante?; ¿Cómo es posible que una persona que lleva un año sin consumir y que ha trabajado en grupos de terapia su historia pasada, vuelva a consumir y no sepa por qué?.

Antes de desarrollar el método, me parece relevante hacer una pequeña introducción de los conceptos que Eric Berne (1970) nos ha aportado a través de su teoría “Análisis Transaccional”.

El Legado De Eric Berne

Si nos paramos a reflexionar un poco, todos hemos tenido una sensación de “déjà vu”, es decir, esto ya lo he vivido. Por ejemplo, os invito a pensar sobre un momento en vuestra historia de parejas, discusiones con vuestra madre/padre, o sentimientos de fracaso, donde sintáis que ese es el patrón de vuestra vida y penséis: “¡uff! Es que no sé qué pasa que todos los chicos me dejan”, “pero bueno que pasa, ¿que en ningún trabajo voy a encajar?”, “mi vida es un fracaso total”. Y yo me pregunto, estas repeticiones ¿son obra del destino?, ¿casualidades? o ¿puede ser que haya algo en nuestra historia que nos lleve a repetir esos patrones?. Las respuestas a estos enigmas las podemos encontrar en Eric Berne.
El Dr. Eric Berne (1910-1970), médico psiquiatra, fue el fundador, principal creador e innovador del Análisis Transaccional. Elaboró su modelo a partir de sus observaciones en la psicoterapia de grupo. Supone que cuando un niño nace parte de los siguientes principios:

  • “Todos nacemos bien”, siendo príncipes y princesas, por lo que básicamente “Yo estoy bien y tú estás bien”.
  • Todos tenemos un potencial humano que podemos desarrollar.
  • Todos podemos cambiar en pos de la autonomía y tenemos los recursos necesarios para hacerlo.

¿Qué nos está pasando entonces? ¿Qué le pasa a una persona para que sienta que siempre le pasa igual? Eric Berne describió el Guion de Vida como “un plan generado en la infancia bajo el peso de las influencias paternas o personas representativas que se repite la vida entera de la persona”. De hecho, aunque posteriormente en la etapa adulta pueda ser olvidado o reprimido, lo más importante y trascendente es que, aun así, sus efectos continúan.

Siguiendo los principios de Berne, es en la infancia cuando se establecen las bases de nuestra autoestima, asumimos nuestro valor y el valor de los demás, y es por ello que debemos remontarnos a aquella época para tomar conciencia, descubrir y revisar el guion de vida.

Las personas varían su comportamiento según la situación o momento en el que están. Hemos sido niños en una época de nuestra vida – la más feliz o la más desdichada- y ese Niño se ha quedado dentro de nosotros y de vez en cuando, con o sin permiso, se manifiesta ante los demás. También hemos tenido unos padres, unos educadores, a los que igualmente hemos internalizado, y que también de vez en cuando se manifiestan en nuestra conducta mediante nuestro Padre. Igualmente hemos comprobado la realidad de nuestro entorno- y nuestra propia realidad- hemos asumido nuestra responsabilidad y nos hemos comportado como Adulto.

Ese Padre, ese Adulto y ese Niño forman tres Estados del Yo, los cuales son un sistema de emociones y pensamientos, acompañados de un conjunto afín de conductas, que componen nuestra personalidad. Esos estados a su vez tienen diferentes funciones según expone Martorell [1]:

EstructuraFunciones
PadrePadre critico
Padre protector
AdultoActuación desde el aquí y el ahora
Autoconocimiento
NiñoNiño Natural
Pequeño Profesor
Niños Adaptado (Sumiso y Rebelde)

Es muy importante saber que no hay estados del yo buenos ni malos, sino que los tres son necesarios para que haya un equilibrio personal y los tres pueden ser adecuados en un momento u otro. Más adelante, veremos en qué estado del yo está una persona que ha introducido en un su vida el comportamiento autodestructivo del consumo de drogas.

Por otro lado, el ser humano no vive aislado. Precisa de contacto y comunicación con los demás, de hecho somos seres vivos que habitamos grandes comunidades interrelacionadas. Esta comunicación se establece a través de TRANSACCIONES. Cada transacción está compuesta de un estímulo y una respuesta, verbal o no verbal, y las transacciones pueden proceder desde el Padre, Adulto o Niño de una persona, hacia el Padre, Adulto o Niño de la otra persona.

Y yo me pregunto en relación a personas consumidoras: ¿Qué pasa con los mensajes que sus padres les dijeron en la infancia?, ¿Son más importantes los mensajes verbales?, ¿Qué pasa cuando esos niños no sabían hablar, entonces no escucharon ningún mensaje o más bien “escucharon” el comportamiento de sus padres?

Pero el hombre no solo precisa comunicarse. Necesita ser reconocido. Berne decía que el hombre tiene “hambre de reconocimiento” y este ser tenido en cuenta, lo obtiene a través de las caricias que recibe y de las caricias que da. También está en su derecho de pedir las que precise y rechazar las que no quiera. En este perfil de personas, ¿piden las caricias que necesitan? ¿Dan las que le piden?

Igualmente, las personas manifestamos y sentimos una serie de emociones. Dada las relaciones que establecen los consumidores, su sistema de comunicación y su estado del yo ¿Estas son auténticas? ¿Las sienten y las expresan, o solo las sienten? Si nos las expresan, ¿coleccionan “cupones” de rabia, de miedo….? ¿Y si los acumulan luego los canjean por una pelea, un accidente, una borrachera?

También me pregunto qué pasa con la imagen personal ¿Cómo se ve una persona consumidora? ¿Está “bien” o esta “mal” en relación a los otros? ¿Ellos están bien o mal en relación a él? ¿Es una posición existencial realista del aquí y ahora o es la posición existencial del allá y entones mantenida desde su niñez….?

Además pienso, ¿Qué pasa con la intimidad de estas personas?, ¿caen en juegos psicológicos? ¿Evitan los momentos de intimidad, que no necesariamente tienen que ser los sexuales?…

Mi hipótesis también es que si una persona encuentra las respuestas a estos interrogantes, ¿puede “darse cuenta” de si en su día a día actúa según su autonomía personal o lo hace en función de las expectativas de los otros, como si siguiera un guion o argumento de vida, panificado con mucha anterioridad?.

Perspectiva Fisiológica

Una cosa que Eric Berne en su momento no estudió, pero que Richard Erskine (1986) si, fue que para una cura total del guion, el cambio debe ocurrir también a nivel intrapsíquico, es decir, cambios en los niveles cognitivos y afecticos de la existencia. Se ha visto, que en cada decisión tomada por el estado del Yo Niño, se ha creado una correspondiente reacción fisiológica, las cuales inhiben la espontaneidad, limitan la flexibilidad en la resolución de problemas, el mantenimiento de un estado saludable y las maneras de relacionarse con otras personas que puede desarrollar el estado del yo Adulto. ¿Qué tiene que ver esto con el guion de vida? Mario Salvador [2] (2009) explica:

El guion se desarrolla por el niño como medio de afrontar los fallos relacionales con las personas significativas de las que depende y que fracasan repetidamente en dar satisfacción a las necesidades… Antes de tener lenguaje, el ser humano tiene ya una vasta experiencia de “estar en relación” y de cómo manifestarse para ser respondido, o al no ser respondido (p.1).

Ese “esquema de relaciones” son los protocolos del guion de vida que sirven al estado del yo Niño para organizar la experiencia y hacer su vida predecible. Y como ya sabemos ese “piloto automático” elaborado por el estado del yo Niño nos ha ayudado a sobrevivir. La cuestión es ¿Cómo se forma ese piloto automático en nuestro Sistema Nervioso Central (SNC)?

El SNC es el sistema de la información, recogida, procesado y respuesta. Por eso es importantísimo que sepamos cómo funciona porque sabemos que las adicciones actúan directamente en el sistema límbico del cerebro.

Toda la información se recoge en los nervios aferentes y va por la medula espinal hacia el bulbo raquídeo. Luego esa información llega al tálamo, que es el centro intermodal del transporte. A él llega toda la mercancía o información y desde allí se distribuye por diversos núcleos del cerebro. Esos núcleos son la amígdala, que es el procesador de las emociones básicas. Ahí el miedo, la rabia, la tristeza, etc, se procesan y “se pegan” junto a algunas de las informaciones que nos llegan. Estas emociones unidas a experiencias solo son eficaces si se guardan, pues sin esa memoria estaríamos expuestos a los peligros continuamente porque no recordaríamos lo que nos es peligroso, por ejemplo. El hipocampo es el encargado de esa función de almacenamiento. Este funciona como un casillero de correos donde se distribuye la información recibida junto a una su emoción adherida. En nuestro día, vamos colocando esas vivencias significativas en cada casillero según el cliché (placa) que hemos colocados en la parte superior del casillero. Así vamos guardando las experiencias y solo si nos encontramos un casillero que corresponda con esa vivencia, la guardaríamos, sino la rechazaríamos sin registrar.

Al hilo de esto, Darwin decía que toda adaptación es la mejor de entre las posibles. Y si no hubiera sido adecuada para adaptarse al medio, lo más probable es que no hubiera sobrevivido. Las especies que ese adaptan mal, desaparecen. Por eso, es que gracias al guion que adoptamos en nuestra infancia, hoy estamos vivos. Pero entonces eso quiere decir que ¿tendremos que cargar toda nuestra vida con esa decisión tomada por el sistema límbico?, ¿seremos dependientes de las decisiones tomadas en la infancia?.
Por fortuna esto no es así. En el análisis del guion lo que vamos a hacer es conocer esos clichés que han sido significativos en la vida de cada persona y ver de qué están compuestos (recuerdos, emociones, pensamientos, conductas, estados fisiológicos, etc.) para así hacerlos conscientes aquí y ahora y “redecidir” desde nuestro estado del yo Niño.

METODOLOGIA

“El mapa no es el territorio sino la representación del mismo”
Alfred Korszibsky.

Antes de comenzar a desarrollar el proceso seguido, quería aclarar que no soy partidaria de utilizar palabras como adicto, drogodependiente, toxicómano, etc. Prefiero conceptos como “persona con un problema de adicciones” pero para simplificar en los siguientes puntos utilizaré “persona adicta/consumidora”.

Para realizar este trabajo tomo como referente un grupo de participantes (8 personas) con los cuales llevo trabajando durante meses su historia de adicción a las drogas en grupos de terapia. Todos son varones y desde hace más de 6 meses no han tenido ningún consumo de sustancias. En la tarea para abandonar una adicción aparece como punto importante el asumir el pasado, comprenderlo y aceptarlo. Pero ¿por qué trabajar sobre el pasado? Porque he visto que hay situaciones que vuelven una y otra vez a repetirse después de haber realizado cambios de superficie (de maquillaje) y que no se encuentra una explicación clarificadora a por ejemplo, consumir tras un año de abstinencia, cuando ha experimentado los beneficios del no consumo.

Es importante matizar una cosa para no caer en el error de pensar que trabajar de esta forma es una forma de cubrir un hueco de trabajo histórico. No, no es un trabajo histórico, sino que es un trabajo sobre la persona, en el que hemos utilizado el pasado como clave de interpretación del lenguaje/ conductas / pensamientos / emociones del presente.

Mi visión sobre la adicción es que está es un capítulo de la vida, una escena más de la película de nuestra historia. Aunque en la mayoría de los casos la adicción haya empezado como un juego, por pura casualidad, cuando la adicción se queda fijada, es porque cumple una función en la vida. Este va a ser uno de mis objetivos en el trabajo con el guion: ayudar a encontrar la funcionalidad de la adicción. Y posteriormente ayudar a ver qué cambios son necesarios para desactivar esa función. Lo que en Análisis Transaccional se conoce como “redecisión”.

Para llegar a un conocimiento profundo del guion de vida de una personaconsumidora, me he planteado ir haciendo un trabajo progresivo (durante meses) de conocimiento personal con cada una de las personas del grupo (tanto de forma grupal como individual) y también de los conceptos que componen el Análisis Transaccional, técnicas gestálticas o de la terapia familiar sistémica.

A continuación detallo el proceso seguido en este trabajo sobre el guion de vida dentro de los grupos de terapia.

Triángulo Dramático

Una de los primeros temas que abordé fue el triángulo dramático de Stephen Karpman [3]. Me pareció que introducir el guion de vida con este tema era algo sencillo y motivador para ellos. El motivo de tal decisión es que frecuentemente veía que los componentes del grupo de terapia caían en juegos y representaban uno de los tres roles de guion: Perseguidor, Salvador o Victima. Les expliqué que estos son roles que se ejercitan de manera inconsciente y repetitiva mediante intercambios verbales y no verbales.

También que son aprendidos durante la infancia en el seno de la familia y su entorno y se utilizan para confirmar los mitos existenciales de cada uno. Hablamos que se utilizan para manipular a los demás y para evitar la intimidad, pues los juegos distancian de forma conflictiva a las personas, alejándolas de tener encuentros abiertos y sinceros. Por ejemplo, entre las frases que surgiendo en ese grupo estuvieron: “tengo que ayudar a todos porque eso es de ser buenas personas”, “no te puedes fiar de nadie”, “no se hacer nada solo”.

Rápidamente entendieron las características de cada rol y se identificaron con uno de ellos. Algunos se veían “salvadores” desde niños: cuidaba que sus padres no se enojaran por nada, tuvo diferentes parejas las cuales tenían en común una situación económica complicada, lanzándose a salvarlas. Otros, siempre se sentían débiles, desvalidos, dependientes conectando con la necesidad de ser “victimas” para que así los quisieran. Otros en cambio se sentían perseguidores pues no confiaban en nada ni en nadie. Sentían que durante toda su vida su familia por un motivo u otro le habían mentido y ahora exigía una y otra vez sus derechos, mostrándose suspicaz.[4].

Además no vieron únicamente cuál era su rol, sino también para qué actuaban así: para conseguir cariño, reclamar atención, no responsabilizarse de sus actos, defenderse, sentirse importantes, confirmar su inferioridad, su culpa, seguir metidos en la tristeza, etc.

Percibí que la duda estaba sembrada, es decir, vieron que sus comportamientos, sentimientos, actitudes no eran obra del destino sino que había beneficios con cepo detrás que les llevaban a actuar así.

Dibujo Del Rosal

En esta ocasión mi intención era que mediante la visualización y posterior dibujo del rosal plasmaran de una forma libre de juicios y de consciencia limitada, aquellos temas que estaban sin resolver en sus relaciones sociales, cómo se sentían respecto a su entorno, qué necesitaban, qué rechazaban, etc. Esto transmitirlo mediante un dibujo era mucho más fácil que si lo expresaban con palabras o les preguntaba directamente. De hecho el motivo de elegir esta técnica fue que el rosal es un elemento que posee características singulares muy diversas, por lo que nos proporciona mayores posibilidades para proyectarnos de forma no racional o por lo menos que podamos controlar en menor proporción. La fantasía está menos elaborada que las ideas y pensamientos. Otro motivo por el que elegí esta dinámica fue porque al ser el rosal un ser vivo, comparte con las personas atribuciones de los seres vivos.

Para esta técnica la posición del grupo fue distinta: en lugar de estar sentados en sillas, se tumbaron en colchonetas y cojines en el suelo, de forma que durante la visualización estuvieran cómodos y a la hora de dibujar conectaran más con una postura y vivencia del estado del yo Niño y no la rígida del Adulto o del Padre. Una vez que tras la visualización del rosal, lo proyectaron en un dibujo (lo más fiel posible a lo que han visualizado) se pasó a la parte narrada. En ese momento expresaron con palabras al resto del grupo cómo se habían sentido, qué veían en su rosal, cómo sentían sus raíces, qué entorno les acompañaba, que emociones sentían, etc. Por mi parte, como terapeuta ayudé a elaborar esa proyección mencionando algunas cosas que veía plasmadas en sus dibujos.

Este pequeño camino de Santiago seguía avanzando y esto se podía ver en las conclusiones que extraían de esta dinámica. Había ciertas sorpresas cuando veían que no había raíces porque en su rosal no las sentían y como eso es lo que en la realidad les pasaba con sus familias. O que no habían dibujado espinas porque se les había “olvidado”, y después reflexionaban que esa ausencia de espinas era porque tenían muchas reticencias a mostrar la rabia o decir cómo se sentían. Otros se sentían protegidos por una enredadera que los cobijaba o bloqueados por una montaña que aparecía justo frente a ellos.

Esquema De Guion De Vida: Piloto Automático Y 5 Niveles

En la siguiente hoja aparece un esquema simplificado sobre el guion de vida que expuse en una pizarra en el grupo. A través de él pude transmitir la idea de que no basta con tan solo dejar de consumir (conducta) ni con pensar “consumir me perjudica, pierdo a mi familia”, sino que para poder tener una vida libre de guion, era necesario ser conscientes de aquellos mensajes (verbales y no), las atribuciones (¿soy rana o príncipe/princesa?), las emociones más internas, etc., y partir de ese conocimiento para saber cuál es mi plan de vida programado desde la infancia. La metáfora de ver el guion de vida como un piloto automático les ayudó para ver como de una forma inconsciente caen una y otra vez en repetir patrones. Al mismo tiempo, entendieron que si su estado del yo Adulto es un ordenador que está configurado con un software del año 98, en el 2014 le dará fallos constantes. Eso es lo que pasa con su guion: que éste se quedó anclado con las decisiones tomadas en la infancia, con la información que entonces recibieron y con la expresión de emociones bloqueada y eso les hace sentir que su vida es un círculo de malestar sin fin.

Escudo Familiar

El cuarto paso de este proceso de autoconocimiento y salida del guion (también desarrollado en grupo) fue una técnica proyectiva basada en la terapia familiar sistémica. El objetivo en esta técnica no es luchar contra la representación externa de la familia, sino emplear el uso de emblemas como técnica simbólica que permita a la persona conocer los significados, la adaptabilidad, la comunicación, la identidad, el individualismo y la cohesión de sus miembros.

Las indicaciones fueron que dibujaran su escudo familiar y a cada lado situaran el apellido paterno y materno. De esta forma busque que diferenciaran aquellos valores, mensajes, emociones, actitudes… de cada progenitor. Una vez más pedí que se dejara fuera la razón y para facilitar ese distanciamiento utilizamos las colchonetas para poder tumbarse y luego pintar como lo harían los niños (con el dibujo del rosal ya se había comprobado la efectividad de esta postura). Comenzamos con una pequeña visualización de toda su vida e historia familiar para que luego eso lo pudieran reflejar mediante dibujos dentro de su escudo.

Esta visualización, junto con todo lo previo, les permitió ir definiendo su guion un poquito más. Observaron, por ejemplo, cómo el enfado venía de su padre, y la sumisión de su madre; como esa conducta de “trabajar sin límites” venía transmitida de una forma tras-generacional; como en su familia se enfermaba porque no se expresaban las emociones, etc.

Mandatos Y Contramandatos.

Antes de comenzar con la entrevista del guion de vida, era fundamental un paso más: conectar de forma explícita con los mandatos y contramandatos transmitidos en su infancia por sus progenitores. Para ello facilité una lista amplia de mandatos e impulsores [5] y fueron identificándose con los que sentían dentro de su “piloto automático” y con qué estado del yo lo relacionaban. Luego pedí que eligieran el que sentían con más fuerza dentro de ellos, tanto de mandato como de impulsor. Se trabajó como se sentían ellos con esos mensajes: unos sentían el peso sobre los hombros, otros nervios en el estómago, otros ansiedad por no llegar nunca, etc.

Para que conectaran de una forma más explícita con el contexto de esos mensajes, se hizo una visualización donde imaginaron que eran niños otra vez, y seleccionaban una imagen de su infancia que para ellos fuera representativa y desde ahí conectaran con las palabras y gestos de sus progenitores, para seleccionar los mandatos e impulsore que escuchó en ese momento.

Entrevista Del Guion

“Ayudadme a comprender lo que os digo y os lo explicaré mejor”. Antonio Machado

La entrevista del guion tiene como objetivo que la persona construya su propio relato, pues es su propio relato el que está guiando (guion) su vida. No partí de unas preguntas fijas (ver anexo 1), sino que traté de ver esta entrevista como un boceto que a medida que se va trazando va adquiriendo color, forma, significado particular. Es muy importante tener presente que es la propia persona la que “te va diciendo” lo que tienes que preguntar. Para ello partía de los siguientes objetivos:

  • Que la persona se “comprenda y se capte” a sí misma como algo unido, no como un conjunto de elementos deshilachados.
  • Que tras esa “comprensión y captar ¿quién soy?”, aprenda a no confundirse con ese personaje que lo único que ha hecho es representar un guion.
  • El tercero, y posiblemente más difícil de conseguir, es actuar cada vez con más libertad sin confundirse con ese personaje de su cuento pre-guiado. Y cuando se vuelva a ese personaje, darse cuenta de que está en él y ver qué necesita para tomar distancia y recuperar su yo auténtico.

Para ello he citado a cada miembro del grupo en una sesión individual que durará entorno a las 3-4horas. Se le pide que traiga fotos (20-25 fotos), de forma que construyamos el álbum que nos narrará su historia. Es muy importante (casi lo más importante), ver las que no trae (por ejemplo, no trae de su padre, de su infancia, etc.). Esas fotos, lo que veamos en ellas en cuanto a gestos, posturas, expresiones… ya nos van a dar muchas pistas de su guion. Para las personas que les cuesta más comenzar a hablar, se puede comenzar la sesión de entrevista del guion comentando las fotos.

Tras unos minutos iniciales para calmar el miedo, ansiedad, duda… que traiga la persona, se traza con él/ella su genograma familiar. Se establece el árbol hasta sus abuelos, y se ve la estructura familiar, las relaciones establecidas, los lazos rotos, los sentimientos estancados, etc. En el genograma ya puedes extraer mucha información sobre su guion ya que comienzas a verlo desde su infancia.

Una vez hecha esta pequeña introducción del sistema familiar, tracé en un folio su línea de vida y en ella fui reflejando los momentos más significativos de la persona. Comencé por hablar sobre los primeros recuerdos de su infancia, relación con sus progenitores, con sus hermanos, mandatos y atribuciones que el niño “escuchó” de sus cuidadores, ¿Cómo aprendió a sobrevivir?, es decir, los posibles mensajes compensatorios o impulsores, las “NALIs” (necesidades arcaicas legítimas insatisfechas), emociones, posición existencial, decisión de vida etc. A la vez que todo eso se iba engranando con sus relaciones sociales, laborales, historia de pareja, o sexualidad, observando si ¿son casualidades o todo forma una historia coherente?

Al mismo tiempo, como ya comentaba comprender la funcionalidad de la adicción nos llevara a tener la llave para poder desactivar los mecanismos de ésta. Tanto si confirman el guion (desde los mandatos), como si lo impulsan (desde los contramandatos). Solo se podrá dejar definitivamente una adicción cuando esta deje de jugar esta función, y el guion esté definitivamente desactivado desde el permiso [7] que brota de sí mismo, como Adulto responsable de su vida.

Para cerrar la entrevista del guion, se pide a la persona que le ponga un título a su historia, como si fuera el epitafio que el pondría en su lápida. Esta frase o título se ve que encaja perfectamente en los mensajes y emociones de su guion, como ya decía Berne [6].

Exposición En Grupo

Tras haber hecho la entrevista del guion, elaboraré un documento donde apareciera:

    • Un resumen de la historia de su guion.
    • Una hipótesis de lo que considero que es su guion de vida. A medida que se fue elaborando la entrevista del guion, fui hablando con la persona sobre la hipótesis de su guion.

Partía del hecho de que una nueva lectura de su historia va a ser el paso para poder observar su historia como un objeto, algo que puedo observar: yo he creado ese relato, yo he vivido ese relato, pero yo no soy ese relato. Esto les situaba ante la responsabilidad de sus decisiones, es decir, ya no dependen de los otros para ser como quieren ser y ven que no hace falta un esfuerzo titánico para hacer lo contrario de lo que han hecho hasta ahora, sino aceptar su realidad, con una mirada serena y que les permitiera fijar su atención en otras realidades a las que hasta ahora no habían prestado atención. Esa aceptación supone un camino de despedidas, de ir dejando atrás cosas, creencias y/o fantasías que hasta ahora eran el centro de nuestra vida, con las que nos identificamos. Y esa no identificación y esa aceptación les permite vivir sin ser esclavos de su guion.

Cuando la persona hacia esa exposición en grupo, yo como terapeuta le guíe con preguntas, al igual que sus compañeros. Para ayudarle en su narración también se dibujó su genograma en una pizarra y que desde ahí el usuario expusiera su guion.

Trabajo Emocional

A lo largo de esta apertura a conocer los por qué, para qué, cuándo, función del guion/de la droga, etc., en todas las personas participantes en este proceso se han ido despertando infinidad de emociones. Ellos mismos han ido percibiendo como el hecho de poner palabras a ese sentimiento de su infancia no era bastante, por lo que se han organizado diversas sesiones de trabajo emocional. En dichos grupos se han podido expresar rabia por la pérdida de un ser querido, por el dolor sufrido en su pasado; o elaborar un duelo, conectar con el miedo vivido en la infancia, la tristeza de sentirse solo, el miedo al vacío, cartas de despedida/de bienvenida, el amor del grupo, el permiso para ser uno mismo, para gritar, para dejarse arropar, y un largo etcétera de emociones vividas con permiso, protección, empatía, seguridad, compromiso, respeto, etc. Para este trabajo fue muy importante buscar un lugar alejado del resto de grupos, donde ellos se sintieran cómodos para expresar lo que necesitaran (ya fueran gritar, como llorar, o golpear) puesto que no disponíamos de una sala insonorizada, pero si alejada del resto de trabajo cotidiano del centro. La sala se preparó con diferentes colchonetas y cojines para que se sintieran cómodos. Había colores, plastilina, telas (que rasgar, que pintar), música para relajarse, para tomar conciencia del cuerpo, una papelera donde poder quemar cartas, ataduras, etc. y todas las técnicas de trabajo emocional vistas a lo largo de estos meses de master.

Permisos y Redecisiones.

El trabajo final que cerrará esta etapa de sus vidas será cuando la persona consiga vivirse desde ese ser que ya no juega a personajes (ni el de antes de su guion ni sustitutos), sino que es el Ser más auténtico que le permite vivir en libertad. Y en ese momento es en el que se encuentra el grupo. En la terapia grupal nos encontramos hablando de la importancia de los permisos, qué cosas necesita redecidir cada uno, qué cosas está preparado para redecidir desde su estado del Yo Niño, qué cosas necesita seguir trabajando antes de redecidir, y/o en qué momentos vuelve a comportarse como el personaje de su guion. Igualmente, una persona puede decidir no querer cambiar nada, y nosotros como psicoterapeutas no les podemos decir lo que tiene que hacer y qué es lo que tiene que cambiar, sino acompañarla en esa decisión que aquí y ahora está tomando.

Una cosa que considero importantísima es que este reto para ellos es el mismo que tenemos para nosotros (los psicoterapeutas) como compañeros de su proceso. Esto es, o estamos en la búsqueda auténtica de quienes somos o difícilmente podremos acompañarles en dicho proceso. Solo cuando una persona experimenta el camino de la libertad interior, puede transmitir ese camino a otros.

RESULTADOS

El resultado general de este proceso de crecimiento personal desarrollado a través de la comprensión del guion de vida ha sido una vocación específicamente humana: conquistar la libertad personal de cada uno.

De forma específica, extraigo dos conclusiones. Una sobre el proceso seguido y otra sobre las preguntas/hipótesis de las cuales partía antes de comenzar este artículo.

Respecto a la primera, situar un poco más concretamente el contexto de mi trabajo. La entidad donde trabajo tiene una trayectoria muy amplia en el trabajo con personas que consumen drogas. Desde que esta entidad comenzó su labor han tenido en cuenta que la droga es la punta del iceberg que se ve desde el exterior y que tras ello está la verdadera razón de por qué/para qué una perdona consume drogas. Por ello la forma de trabajar la historia de una persona es en grupo y revisando un área (historia de pareja, de amigos, de familia, de relación/concepto con uno mismo, etc.) cada día. Sin duda esto producía un importante cambio racional, pues entendían muchas cosas pero la cosa muchas veces se quedaba ahí. En cambio veía que su parte emocional sobre lo que estaban contando en ocasiones se quedaba en una mención de la emoción. En cambio, en estos meses que se he trabajado de forma conjunta con lo racional, emocional y corporal he podido comparar ambas formas de trabajo y sin duda la segunda es mucho más potente y enriquecedora. He ido percibiendo como los miembros del grupo dejaban de estar divididos por tranchetes a estar integrados en una persona autónoma, “OK” y consciente. He vivido junto a estas 8 personas momentos y emociones indescriptibles.

La expresión de emociones ha sido para ellos lo más difícil y a su vez lo que más anhelaban y necesitaban. No sólo por conectar con ese mundo desconocido y reprimido que son las emociones sino también por tener el permiso de expresarlas y después sentirse reconfortados y protegidos por todos los miembros de su grupo. En estos meses el contacto físico ha dejado de ser algo incómodo a necesario y pedido. Igual de enriquecedor ha sido integrar todo en una sesión, y no en días separados por temáticas como se venía haciendo.

Para mí, todo el proceso que he vivido junto a estas personas ha sido una experiencia cargada de respeto, conexión, empatía, acogimiento, amor, ir pasito a pasito, protección y un sinfín de emociones y contratransferencias dentro de mí. Por cada relato, por cada sensación de miedo, rabia, tristeza, alegría… que se liberaba notaba como el vínculo establecido se reforzaba cada vez más. Por otro lado, yo me sentía cada vez más segura y convencida de mi cambio en lo que a la forma de trabajo se refería.

Por otro, respecto a las preguntas que formulaba en la introducción y mis diversas hipótesis he encontrado varias cosas interesantes. Por un lado, comparto con Claude Steiner la idea de un guion de no gozo en este perfil de personas. He visto que casi todos alegaban al inicio que la función de la droga era disfrutar, sentirse integrados y/o divertirse. Y en cambio por dentro se sentían tristes, solos, inseguros e insatisfechos. Esto encaja no sólo con buscar la alegría que menciona Steiner sino con el hecho de que todos en algún momento anterior o posterior de su infancia se sintieron abandonados por su familia (en la gran mayoría por su madre, que era su principal figura de apego), y tras esa conciencia de abandono el seguir un guion tomó una gran presencia tanto por la opinión que tenían de ellos mismos (posición existencial de yo no estoy bien – tu si estas bien) como por la necesidad de encontrar algo para salir de ese soledad (es decir, los impulsores). Tras leer estas líneas, se puede caer en una conclusión que no es la que yo quiero transmitir: identificar a todas las personas que consumen drogas en un guion de no gozo exclusivamente. Eso, según mi experiencia es así a medias, pues también he visto guiones complementarios del tipo “hasta que” no toque fondo no voy a parar, o “siempre” voy a ser un fracasado y un acomplejado.

Al mismo tiempo, sus NALIs (necesidades arcaicas legítimas insatisfechas) son diversas y variadas, siendo concretamente específicas para cada persona según los acontecimientos vividos. También he ido observando que han ido acumulando cupones de diversas emociones que luego muchas veces han canjeado por consumos, por un rol de víctima, o por una expresión incontrolada de la rabia, entre otros. Además, en estos meses han entendido qué beneficios obtuvieron con cada uno de esos cupones y cómo eso les hizo quedarse con las decisiones de su niñez.

Por otro lado, respecto a los Estados del Yo he observado que hay una fuerte contaminación por el estado del yo Niño. Este Niño se representa a través de un cortocircuito entre el Niño Rebelde y el Niño Sumiso. He observado como los miembros que componen este grupo daban respuestas a sus problemas actuales cuando ya tienen 20 y algo, 30 y algo o 40 y algún años, como lo hacían antes de sus 10 años. Ellos también han visto esto a través de la entrevista con el guion. En el otro extremo, el estado del yo Padre, se focaliza en una presencia muy importante del yo Padre Crítico Negativo. Por ellos, se cuestionan todo, se sienten tremendamente culpables con sus familias y con la necesidad “Salvadora” de restituir todo. Como muchas veces las familias también “Persiguen” ese ideal, si los primeros no consiguen esa redención, vuelven a sentirse “Víctimas” que nunca abandonaran el maleficio que persigue sus vidas. En tercer lugar, el Adulto si tiene un sistema operativo basado en los años 90, para el 2014 difícilmente puede dar buenos resultados.

Otro tema al cual también he dedicado tiempo de reflexión y lectura, ha sido a la correlación del guion de vida con la forma de procesar las emociones por parte de la amígdala y de encasillar los recuerdos en el hipocampo.

Bessel van der Kolk (1999) explica que la amígdala toma toda la información sensorial que llega al cerebro, y determina si realmente es significativa o no. De este modo el 99 % de la información que llega al cerebro es eliminada por ser irrelevante para la supervivencia. La tragedia es que la gente que ha tenido mensajes impulsores o mandatos en su más tierna infancia (incluso desde el momento de la concepción, o en etapas pre-verbales), sigue seleccionando como importante cualquier cosa que les recuerda a su guion, e ignora otras señales que también pueden ser importantes, pero que no tienen representación en su casillero del hipocampo. Si tomamos el esquema de los 5 niveles propuesto por José Zurita, vemos que tras el nivel de Pensamiento Profundo está el de Emociones (que es la parte que corresponde a la amígdala). Y en mi hipótesis inicial, consideraba que una persona que llevaba tiempo trabajando su historia personal se quedaba en el nivel del Pensamiento pero no llegaba a comprender, expresar, ni ser conscientes de sus emociones y en ocasiones se producía una recaída sin saber bien por qué. Creo que esa falta de trabajo con el componente emocional ha hecho que sus casilleros del hipocampo solo sigan recibiendo la información inicial encasillada en la infancia y no la generada en esta nueva actual. El motivo de esto es que los casilleros se quedaron bloqueados con emociones pasadas que no han sido liberadas, y por tanto si están llenos, no son capaces de almacenar otras emociones / decisiones sino se liberan de las viejas antes. El ejemplo que he vivido recientemente ha sido: un miembro del grupo de 30 años que sufrió acoso escolar dice que desde esa vivencia no confía en nadie. A día de hoy cuando esta con alguien y esta persona le valora, le dice lo bien que está, que le agrada estar con él…. se siente molesto, se pone de mal humor y no cree nada de lo que el otro le dice. Siente entonces desconfianza y genera otra vez rechazo de las buenas intenciones de las otras personas y refuerza su casillero de “no confíes en nadie” vinculado con la emoción de miedo. Cuando le pregunté si eso le conectaba con algo de su historia, rápidamente vio que “joer otra vez caí en el guion”. Posteriormente en las sesiones de trabajo emocional trabajó esa emoción de miedo vinculada con esas frases de “nunca voy a conseguir nada”, “nadie me quiere”.

El conocer esa relación entre cerebro, guion y desarrollo personal, nos da a todos nosotros la oportunidad de ser consiente de nuestras plantillas infantiles vinculadas a emociones bloqueadas.

En definitiva, el modo de trabajo desarrollado en esta tesina se ha visto reforzado por la base cerebral, de historia personal, de mensajes recibidos y de emociones asociadas que he comentado. Si cuando estamos frente a alguien nos quedamos en lo que hace o dice, está claro que puede haber un cambio “de maquillaje”, pero el fondo sigue siendo el mismo, y eso antes o después es un castillo de naipes que se derriba con un poco de aire. Mi desarrollo como psicoterapeuta es encontrar a las personas que acuden a terapia a encontrar en el fondo de sí mismos “¿Quién soy?” y desde ahí caminar hacia la autonomía personal.

BIBLIOGRAFIA

Berne, E. (1973) ¿Qué dice usted después de decir hola? Ed Grijalbo.
Bessel van der Kolk (1999). “cuestiones contemporáneas sobre los efectos psico-biológicos del trauma: apego, adicción y tratamientos”. www.traumacenter.org.
Erskine, R. (1980) La Cura del Guion: Conductual, Intrapsíquica y Fisiológica. Transactional Analysis Journal, Volume 10, Number 2, pp. 102-106.
Martin, A. y Vázquez, C. (2005) Cuando me encuentro con el Capitán Garfio….(no) me engancho. Ed Desclée de Brouwer.
Martorell, J. L. (2000) “El Guion de Vida”. Ed Desclée de Brouwer.
Martorell, J.L. (2001) “La terapia del guion de vida en el tratamiento de las drogodependencias”. Revista Proyecto Hombre. Volumen 39, pp.9-19.
Módulo 14. (2013). Técnicas de Trabajo Emocional en Psicoterapia (Cuaderno de Identidad), Madrid: Instituto Galene.
Steiner, C. (2011) Los guiones que vivimos. Ed Kairós.
Stewart. V. Joines. (2007) AT Hoy: una nueva introducción al Análisis Transaccional. Ed CCS.
Salvador, M. (2009) “El guion de la vida en el cuerpo: las decisiones somáticas y abordaje terapéutico para su intervención”. Revista Bonding.

 

[1] MARTORELL, José Luis. “El Guion de Vida”. Ed Desclée de Brouwer, 2000.
[2] “El guion de la vida en el cuerpo: las decisiones somáticas y abordaje terapéutico para su intervención”. Revista Bonding. Marzo de 2009.
[3] I. Stewart. V. Joines. AT Hoy. Ed CCS 2007.
[4] Steiner, C. Los guiones que vivimos. Ed Kairós. 2011.
[5] Módulo 14, Técnicas de Trabajo Emocional en Psicoterapia (Cuaderno de Identidad), Madrid: Instituto Galene, 2013.
[6] Berne, E. ¿Qué dice usted después de decir hola? Ed Grijalbo. 1973.
[7] Permiso: una licencia para dejar la conducta que el Adulto quiere abandonar, o una liberación de una conducta negativa.

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6 Respuestas

  1. Eva dice:

    Bravo!! Buenísimo artículo!!!
    Graciaas 🙏

  2. Juan dice:

    Estimada Ana, un gusto de saludarte por favor si pudiera contactarme con tu persona, quisiera realizarte algunas preguntas.

    Saludos Juan

  3. Me alegro que te haya sido de ayuda Lilyana!

  4. Lilyana Ponce dice:

    Excelente articulo, me ha sido de gran ayuda en el abordaje de prevención y tratamiento de adicciones, creo que también me sera útil, para revisar un caso de depresión crónica y uno de esquizofrenia indiferenciada. muchas gracias por tu aporte académico!

  5. Ana Maestro dice:

    Hola Luciana, gracias por tu comentario. Pues te explico: la visualizacion fue creada por mi en esos momentos, no seguí ninguna creada de antemano. Lo que hice fue que, una vez conocida la lista de mandatos y explicado en qué consistian, les pedí que conectarán con su infancia, con imágenes o recuerdos que les vinieran a la mente que reflejaran la interiorización de ese mensaje no verbal que ahora creían sentir. Se buscaba que aunaran lo que sentian emocionalmente con sus recuerdos mas racionales. Dejaba espacios en silencio para que cada uno fuera trayendo esa imagen y poco a poco conectarán mas con ella. Les iba preguntando : qué emociones les surgían, qué expresión veían en su padre/madre, qué palabras escuchaban con mas frecuencia, como se sentían ellos en esos momentos, como se comportaban sus padres con otras personas, etc,….

    Como estaban familiarizados con los ejercicios de visualización, poco a poco fueron profundizando. Tras la visualizacion se compartía con los compañeros lo que habían sentido/vivido y como veían que esos les había llevado a interiozar sin cuestionar nada de esos mensajes.

    Esperó haberte orientado un poco, sino es así preguntame mas dudas que estaré encantada de contestarte.

    Besos!

  6. Luciana Mazzaglia dice:

    Está Genial el artículo. Me gustaría saber si podría acceder a las visualizaciones que usaste para ponerlo en práctica en un grupo de jóvenes consumidores con los que me encuentro haciendo mi tesis, sobre Mandatos, en una comunidad terapeutica. Gracias

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