Acompañar en el sentimiento

01/10/2013

José ZuritaEn sus últimos momentos antes de la sedación, le miraba con mucho amor y le veía que con su mente lúcida quería comunicarse pero su cuerpo no respondía. No podía hablar, ni tragar, ni mover ningún miembro. Sólo movía los ojos. Tan solo me miraba y me trasmitía su impotencia. Que se juntaba con la mía.

He tenido una gran suerte. Mi padre lo hizo bien. Fue un buen padre. No tuvo un modelo de padre, pues el suyo murió a sus cinco años y el internado no suele ser una buena experiencia para integrar modelos parentales sanos. Él se lo tuvo que inventar, cada decisión y cada actuación de padre tuvo que elaborarla desde su adulto, pues carecía de un modelo sano. Cierto que contaba con mi madre, y eso ayuda mucho, pero no le quito el mérito.

Me dio un buen modelo de padre, de trabajador incansable, de amigo, de vecino y de hombre. Se ocupó de buena gana de resolver los problemas de la gente con la que coincidía. No conozco a nadie que le conociera bien que no le quisiera. Cuando se extendió la noticia de su muerte la respuesta fue de gran cariño hacia él.

Desde que murió no he dejado de sentir cerca a los que me quieren. Recibo muchas muestras de cariño cada día de todas las personas que están en mi universo afectivo. Anoche, la mirada de un buen amigo diciéndome “te acompaño en el sentimiento”. Creo que no puede haber nada mejor en estos momentos de pérdida que tu gente, los amigos, todos con los que compartes relaciones afectivas te acompañen en tu emoción.

Ya antes había reflexionado mucho sobre esto en el pasado, pero como es lógico en estos momentos de pérdida el reconfortamiento que supone que te acompañen en el sentimiento se vuelve figura mientras otras cosas quedan relegadas al fondo.

Cuando sufres una pérdida o cuando recibes el impacto de una situación traumática, tu corazón necesita compañía. Aunque estemos acostumbrados a afrontar la vida solos, ese acompañamiento nos consuela, nos reconforta, a veces nos guía, nos enseña y siempre nos ayuda.

Como psicoterapeuta sé de esto, pues es a lo que dedico la mayor parte de mi tiempo profesional. Acompaño a nivel emocional a mis pacientes para que puedan afrontar sus pérdidas, sus cambios, sus traumas y su vida sintiendo cerca de alguien que le quiere. Que le entiende y que le acompaña para lograrlo con éxito.

De esto hablo con los alumnos de nuestros Máster que se están formando como terapeutas. La importancia de acompañar en la emoción. Y para que este acompañamiento sea efectivo, nuestra emoción debe ser pura y honesta. Debemos tener resuelta la mayor parte de los conflictos arcaicos para que las emociones derivadas de ellos no interfieran en nuestro acompañamiento.

Me alegro de haber hecho tanta y tan buena terapia. Pienso que ha sido mi mejor inversión. Que me permite afrontar ahora estos momentos de pérdida con tristeza y paz en mi corazón. Aceptando de buen grado las numerosísimas muestras de cariño que familiares, amigos, pacientes, alumnos, compañeros y demás me ofrecen. Agradecido por contar con todas estas muestras de que no estoy solo ante esto. Me acompañan en mi sentimiento.

Espero que os guste este número de BONDING y lo difundáis entre vuestros amigos y colegas (animarles a suscribirse y así les llegará gratuitamente cada mes) y, ya sabéis que estamos permanentemente en www.bonding.es

Un abrazo a tod@s.

José Zurita

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