Experiencia sentida tras la realización de un taller de trabajo emocional
01/05/2013
Ha pasado un día desde mi regreso y me siento distinto,
me siento despierto.
Tengo mis sentidos abiertos,
mi corazón lo absorbe todo,
noto paz y calma sin embargo.
No tengo prisa, ninguna.
No sé mi edad,
pero es corta y me gusta.
Respiro tres veces en vez de una,
quiero llenarme los pulmones,
abarcar aire, lo máximo posible,
asimilar su energía.
Si estoy cansado me da igual,
si no duermo no pasa nada,
ya lo haré, cuando desee.
Sólo quiero caminar, seguir, continuar.
Pero no me duele la cabeza,
no siento tensión,
no hay correas que me agarren.
Si quiero me muevo,
si quiero siento.
Noto el amor cuando lo encuentro,
y me llena, me encanta.
Estoy abierto a sentir, a emocionarme.
Es grande, es mágico, me gusta.
He recogido mucho estos días,
he aprendido más,
he descubierto nuevas rutas, nuevas tierras que visitar,
caminos por los que transitar.
Y me siento protegido, seguro.
Tengo un caballero que está dentro de mí,
con miles de habilidades, experiencia infinita y un sentido común descomunal.
Él me ayudará cuando surjan obstáculos,
cuando pierda el rumbo.
Él velará para que no me dañe,
para que pueda salvar las distancias,
tumbar las dificultades.
Hay pocos como él y está en mí.
Juntos iremos donde queramos, juntos creceremos.
No estamos solos,
vienen con nosotros otros caballeros poderosos,
que saben cómo enfrentar el miedo,
cómo calmar el espíritu,
cómo devolver la sonrisa.
Y por el camino encontraremos muchos más,
hay muchos,
y de todos ellos aprenderé algo,
todos ellos me ayudarán cuando se lo pida,
hay muchos, me siento seguro.
Ayer no vi nada concreto, nada especial.
Me decepcioné un poco,
y no le di más vueltas,
no había nada especial detrás de la puerta,
ya está.
Hoy lo entiendo,
es simplemente eso,
la puerta,
esa puerta se puede abrir,
la he abierto,
y entraba aire
y fuera no había nada especial.
Y estoy alejado unos pasos de ella,
estoy fuera, la puerta atrás.
Y delante todo,
el mundo, nada concreto,
sólo pura vida,
miles de caminos que recorrer,
lugares de vivir,
aventuras que disfrutar,
retos que conseguir.
Pero nada en concreto.
Ayer salí y comenzó la aventura de mi vida
y estoy feliz por ello.
Por Daniel P.
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