Buscando la buena suerte
01/08/2014
A todo el mundo le gustaría tener buena suerte. En algunos momentos puede ser una buena aliada. Pero… ¿existe la buena suerte? Siempre he pensado que lo que llamamos “tener buena suerte” no aparece por azar.
Leyendo el estupendo libro “Los poderes ocultos de la mente”, de mi amigo Enrique de Vicente publicado por Plaza – Janes, me encuentro con la cita de un estudio del Dr. Robert Wiseman de la Universidad británica de Hertfordshire, en la que se identifican diez puntos con respecto a las personas que se creen afortunadas o con “buena suerte”:
- Generan su buena suerte mediante actitudes mentales abiertas y pensamientos positivos.
- Tienen una visión optimista del mundo y una forma de actuar que las lleva al éxito.
- Son capaces de ver las oportunidades y de crearlas
- Para tomar decisiones importantes se dejan llevar por la intuición.
- Frecuentemente introducen cambios en sus rutinas cotidianas, que, aunque puedan parecer extravagantes, aumentan las oportunidades de nuevos encuentros y oportunidades.
- Viven convencidos de que serán felices, tendrán buena salud, triunfarán profesionalmente o encontrarán el amor de su vida, y estas expectativas positivas se convierten en profecías que tienden a cumplirse.
- Su actitud flexible les permite ver el aspecto positivo de cualquier circunstancia negativa
- Son capaces de reaccionar rápidamente ante situaciones inesperadas.
- No suelen ser muy supersticiosos ni tienden a hacer rituales para evitar la mala suerte.
- Se sienten atraídas por personas que son psicológicamente similares a ellas, lo que les permite tener relaciones sentimentales gratificantes.
Después de leer esto podemos deducir que las personas que se consideran afortunadas, actuando desde su creencia y a través de su confianza en sí mismos, en los otros y en el mundo, recogen mejores beneficios que los que actúan desde otros puntos de partida. ¿Querrá decir esto que no existe la buena suerte?
En ocasiones les digo a mis pacientes que “el miedo a caerte de la bicicleta puede hacerte caer”. Si visualizas la caída será mucho más probable que te caigas. Eso no quiere decir que todas las caídas sean por esta causa, pero sí predispone en gran medida. Por la misma razón la confianza en uno mismo y en que todo va a salir bien favorecerá el éxito.
En su estudio el Dr. Wiseman habla de que estas personas no son supersticiosas, dejando claro que todo lo que rodea a la superstición está relacionado con estrategias para intentar conjurar los miedos internos.
“Los afortunados” son abiertos a lo nuevo, optimistas y positivos. Esta actitud ante la vida les permite crear situaciones que les facilitarán mejores resultados que si vivieran su vida cerrados a “lo que se debe hacer” y centrados en los problemas en vez de en las soluciones.
Ser flexibles, tener la capacidad de aprender de los errores y reaccionar rápido viendo el aspecto positivo de lo que ha pasado, serán factores importantes para que las cosas salgan bien.
Muchas veces oímos hablar de algunas personas como visionarias. Aquellos que son capaces de “ver” lo que podrá tener éxito en un futuro y que confían tanto en ellos y en su visión, que trabajan para facilitar que ésta se haga realidad. Mi maestra Mary Goulding decía que no se puede realizar aquello que no puedas imaginar. Toda obra nace de una visión interior y, por supuesto, requiere de una serie de acciones que permitan que se haga realidad.
Basarse en la propia intuición para tomar decisiones o apostar por las ideas que nacen desde el corazón tendrá que ver con la autoconfianza y con la autoestima. Confiar en uno mismo y en lo que la vida te pueda deparar es un buen ingrediente para que los resultados sean los apetecidos.
Si hablamos de los resultados que alguien quiere conseguir también deberíamos tener en cuenta que muchas veces nos confundimos creyendo que todo el mundo quiere obtener metas positivas y no siempre es cierto. A menudo nos encontramos con motivaciones inconscientes mucho mas poderosas que las que podamos ver a simple vista. Serán las no conscientes las que llevan a obtener resultados negativos y después lamentarse.
Si tenemos en cuenta los datos que salen del estudio de 8 años del Dr. Wiseman y las conclusiones que podemos extraer de él, creo que somos capaces de buscar nuestra “buena suerte”. Resolver en una psicoterapia profunda los miedos arcaicos que nos puedan estar afectando en nuestro presente nos ayudará a confiar, a ser positivos y flexibles. Nos dará seguridad y la capacidad para emprender aquello en lo que de verdad creemos y lo que queremos sanamente por y para nosotros.
Si quieres buscar tu propia buena suerte, te animo a sacudirte los miedos que te puedan estar afectando. Así podrás atreverte a afrontar la vida con optimismo, siguiendo los objetivos marcados desde lo más profundo del corazón, confiar en ti y en la vida, y esperar que la buena fortuna llegue a tu vida.
Espero que os guste este número de BONDING y lo difundáis entre vuestros amigos y colegas (animarles a suscribirse y así les llegará gratuitamente cada mes) y, ya sabéis que estamos permanentemente en www.bonding.es
Un abrazo a tod@s.
José Zurita
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