Viaje al centro de mí misma. Un viaje de yin-yang.
01/10/2015
Terminé la carrera y me sentí desprovista de herramientas para ser una buena psicóloga. Todo eran tests y diagnósticos difíciles de integrar, de palpar y de entender. Me faltaba algo, me faltaba mucho. Este máster ha sido, sin lugar a dudas, la formación más completa que he recibido en toda mi vida académica. Tenía reticencias con respecto a la modalidad online, pero me atrevería a decir que en dos años he podido integrar más conocimientos que en cuatro años de carrera.
En un plano más personal diría que esto no es un máster. El primer día que llegamos a Galene Pepe dijo: “esta casa, a partir de ahora y en los próximos dos años, será vuestra casa”. Regresé a Tenerife absorta, no me podía creer lo que había supuesto aquel primer presencial. Dos años más tarde me doy cuenta de que en cada uno de mis compañeros de promoción he sentido un poquito de hogar. Desde la protección y la seguridad que supuso ‘sentir hogar’ me adentré en un viaje al centro de mí misma. A mí personalmente me ha supuesto una aventura de yin-yang. En este máster todas las emociones se multiplican: el amor, la alegría y el poder, pero también la rabia, la tristeza y el miedo. Vérmelas cara a cara conmigo misma no ha sido fácil, y aún está siendo un camino difícil de recorrer, pero nos pasamos la vida buscando aventuras externas y la mayor aventura aguarda en nuestro interior. Este máster supone un gran combo: una amplia amalgama de teorías y herramientas y un viaje hacia el auto-conocimiento, no podemos pretender acompañar a otros sin antes haber recorrido nuestro propio camino.
Desde aquí mando un fortísimo abrazo a todas las personas con las que compartí lágrimas, risas, abrazos, tristezas, enfados y alegrías. Gracias por acompañarme y ayudarme a integrar el grandioso permiso de ser yo misma.
Sara Fernández
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