Un curriculum para un hijo

01/07/2016

Todos queremos el mejor futuro  para nuestros hijos. Muchos confían en que, con lo que aprenden en los centros educativos será suficiente, pero, aunque es una formación necesaria, no bastará. Es decir: los estudios no les van a dar trabajo, pero sin ellos, lo tendrán más difícil.

Nos debe hacer reflexionar que  muchos jóvenes acaban sus carreras, con buenas calificaciones y siguen sin colocarse. Unos siguen estudiando, a veces cosas que no les gustan, por el vértigo a no saber qué hacer o por no tener que decidir.  Otros siguen con una formación vertical: hacen un máster o grado, en la misma línea que han estudiado, es decir en la misma línea que no les permite encontrar trabajo; siguen llamando a la misma puerta que está cerrada en vez de buscar otra puerta.

¿Qué exigirá la sociedad de mañana a los alumnos de hoy? No lo sabemos, aunque hay cosas que no cabe duda que siempre va a necesitar: fuerza de voluntad, habilidades sociales, capacidad de esfuerzo, “saco de ganas”, saber buscar información y resolver problemas.

Durante muchos años, cuando muchos padres me pedían consejo sobre el futuro de sus hijos, les recomendaba: carrera corta, carnet de conducir, inglés e informática. Pero hoy, esta respuesta debe ser adaptada a los nuevos tiempos.

Lo primero que tenemos que tener claro es qué es lo que queremos para nuestros hijos, dónde quiero que lleguen, pues sino sé lo que quiero, es como conducir un coche sin saber a dónde voy. Comparto mi declaración de intenciones para mis hijos: que estén sanos, felices y que sean  buenas personas, ganándose la vida de manera honrada y holgada.

Carta de intenciones:

  • Yo quiero que mi hijo: antes de los 16 años ya sepa lo que es trabajar, y con cierta remuneración aunque sea en especie (para no ir contra la legislación vigente: puede ser desde trabajar de manera temporal, como aprendiz en el campo o ganarse unos euros por trabajos de internet), ( ojo, siendo cuidadosos de no caer en los fraudes de la red)
  • Que sepa lo que es darse desinteresadamente, colaborar con alguna ONG, o cualquier actividad filantrópica, enseñándole la satisfacción que produce el dar, y darse desinteresadamente.

En primer lugar disertaré sobre algunos principios generales:

  • No se trata de elegir simplemente lo que le guste, sino lo correcto, los gustos hay que educarlos. Y seguro que a ninguno le gustará estar en el paro, después de 4, 5 o 6 años de duro esfuerzo. ¡Ojo! este es uno de los mayores errores de los padres, si no es una vocación tremendamente definida, hay que estudiar muy cuidadosamente futuras salidas. Y es precisa una buena orientación.
  • Los padres no siempre estamos en posición de poder para poderles orientar, y para poder ser escuchados por nuestros hijos, habrá que saber quién tiene esta posición de poder, y conspirar (amigos, profesores, entrenadores deportivos, orientadores, novios…) para ejercer nuestra influencia a través de terceros.
  • Habrá cosas que no se aprenderán en la escuela ni en el IES, ni en la Universidad, pero que es  preciso saber, y seremos nosotros los padres,  con nuestra orientación, modelo, y reflexiones, los responsables de proporcionárselo.
  • Precisamos de una formación horizontal y diversificada, es decir, una formación  al menos en tres profesiones, lo más dispares posibles (por ejemplo una formación en electricista, masajista y maestro) por si nos falla una, que  tengamos una alternativa en otro campo lo suficientemente separado del fracaso.
  • No es lo mismo estar parado que estar sin trabajo, hay personas sin trabajo que no están parados, sino sacudiendo el mundo para trabajar. Buscar trabajo se convierte en un trabajo. Otras personas lamentablemente, sí están parados, y ejercen de ello. Éstos lo tendrán más difícil.
  • Los padres de hoy somos la generación “antiF.P.”, pues cuando nosotros estudiábamos, existía una concepto de que los “más torpes” iban a FP, y seguimos pensando lo mismo, por ello no queremos la FP para nuestros hijo: craso error.
  • Los padres debemos estar a su lado para ayudarles a explorar alternativas que ellos no harían por si solos. Ayudarles a dar el paso desde donde están hasta lo que pueden lograr.  Y ayudarle a trazar un plan de acción.
  • Lo importante no será conocer, sino conocer al que conoce.

Valores muy valorados:

  • Hacerle ver que sólo hay dos cosas, éxito o aprendizaje, pero no hay fracaso. Hay que facilitarles el aprendizaje en los momentos que la vida nos dé un revés. El que tropieza pero no cae, avanza dos pasos.
  • Ser responsables, aprender disciplina y respeto a los mayores, sensibilidad con los pequeños y los impedidos.
  • Saber mandar y ser mandado. Respetar a la autoridad, a la experiencia. Tener iniciativa personal. Cuando en un lugar de trabajo no haya nadie que tire para mejorar, convertirse en motor y catalizador.
  • Los buenos, los mejores, siempre triunfan, ¿pero quiénes son los mejores? ¿y qué entendemos por triunfar? ( para mí, triunfar es ser y sentirse feliz, ese es el verdadero triunfo)
  • Ser asertivo,  discreto y fiel, en la vida también somos corredores de largo fondo.
  • Respetar a los familiares ( los padres nunca te fallarán)
  • Saber ser un buen y respetado ciudadano, eso incluye implicación y compromiso con el entorno próximo. Ver nuestro pueblo como los pasillos externos de nuestra casa.
  • Aprender a reclamar, como decía Bertol Brecht, “repasa la cuenta, tú tienes que pagarla”. Saber ahorrar, saber comparar, saber comprar.
  • Distinguir buenas de malas compañías, saberse rodear.
  •  Ser puntual, y si se adquiere un compromiso cumplirlo hasta el final
  • Saber hablar y saber callar. Como decía Kippling, “Decir tu verdad quietamente, suavemente. Evitar a los ruidosos y agresivos.” Preferir tener paz a tener la razón, saber en ocasiones, “comerse el ego”.
  • Tener capacidad de sufrimiento. El deporte es una buena escuela para aprenderlo.
  • Tener capacidad de frustración.
  • Cuando vea una injusticia, saber reaccionar desde la inteligencia, pero saber reaccionar.
  • Ser cazo y no espumadera, es decir: ser capaz de aprender el máximo de cada situación y no que se le escurra el aprendizaje.
  • Ser capaz  de trabajar en grupo, nadie sabe tanto como todos juntos.
  • Saber pensar para resolver problemas. Sabiendo organizar su tiempo, y aprovechándolo al máximo.

En lo verdaderamente formativo:

  • Primero, debemos desarrollar  nuestra primera opción  de la profesión que le facilite el trabajo, pudiendo ser ésta Universitaria o no.
  • Deberá hablar al menos tres idiomas y digo hablar, además del nativo, el inglés y el chino deberían incluirse entre ellos.
  • Saber hacer y defender un curriculum y hacerlo en los tres idiomas.
  • Saber lenguaje no verbal, para interpretar y utilizar el mismo en distintos contextos.
  • Saber negociar, en todos los aspectos de la vida.
  • Saber aprender y buscar la información. Tener capacidad de autoaprendizaje.
  • Saber conducir bien de manera ecológica y responsable.
  • Considero que antes de los 18 años, ya debería tener una profesión, ¿cómo? Con formación no reglada, aprendiendo oficios, de aprendiz, trabajando con sus padres, etc.
  • Ahora mismo no podemos saber cuál será la mejor salida para un alumno que curse 1º de la ESO, habrá que estar alerta a la evolución de la sociedad, puede que incluso no lo sepamos para los que se encuentran en 1º de Bachiller.
  • Saber informática, y evolucionar con ella, por supuesto Word, Excel, diversos navagadores,  uso tanto de i-mac como Windows, tener competencia digital, móviles, tablets y lo que venga.
  • Tener autonomía de hogar: saber unos mínimos de electricidad, carpintería, fontanería, y albañilería, cocina, planchar, tareas del hogar ( las prácticas son gratis, y el ahorro asegurado)
  • Tener creatividad ( no la asfixiemos)
  • Saber utilizar los servicios de correos y servicios bancarios adecuadamente.
  • Saber  estar informado de todo lo relativo a becas, subvenciones, premios, y optar a ellos.

Dentro de la salud no cabe olvidar el estar sano emocional y socialmente:

Para estar sano deberá aprender a cuidarse: aprender a alimentarse de manera saludable, escuchar al cuerpo, no pasarse ni no llegar, saber qué es lo que le conviene comer, saber decir basta, y hacer ejercicio cogiendo el gusto por él mismo, saber qué lugares debe evitar.
Tener personalidad para discernir: Saber evitar los líos, saber elegir bien y a quien evitar.
Para estar sano emocionalmente: elegir bien la música, descansar, no ser adicto a nada: móvil, ni personas, ni sustancias.
Saber disfrutar de los placeres de la naturaleza. Visitar el cuarto de la salud diariamente (el entorno natural)
Saber reconocer lo que le pasa, saber controlarlo, saber lo que le pasa a los demás y saber actuar en consecuencia. Saberse relajar.
Saber sanarse de manera natural: con masajes, y terapias alternativas. La medicina que sea la última opción, permitir al cuerpo sanarse por sí solo.
Saber disfrutar del ocio, imprescindible para rendir adecuadamente en sus obligaciones.
Disfrutar de la lectura y saber elegir bien, no olvidando los libros que alimentan el alma.
Saber de dónde tomar el triptófano y la serotonina, las hormonas de la felicidad, nuevamente el deporte las regala.

Fomentar las conductas S es decir: serenidad, silencio, sabiduría, sabor, sexo, sueño, sonrisa,  que promueven la secreción de serotonina. Y  evitar las conductas R: resentimiento, rabia, rencor, reproche, resistencia, represión, que  facilitan la secreción de cortisol, una hormona corrosiva para las células, que acelera el envejecimiento. Dado que las  conductas S generan actitudes A: ánimo, amor, aprecio, amistad, acercamiento. Y Las conductas R, por el contrario, generan actitudes D: depresión, desánimo, desesperación, desolación.

Saber beber o mejor, no beber.
Saber parar la mente y abrir el corazón. No tener celos ni envidia de nadie.
Formación espiritual de acuerdo con nuestras creencias, como decía Serrat, “será inevitable que les transmitamos nuestros dioses y nuestro idioma.”

Y queridos amigos, creo que en este viaje, debemos ser compañeros imprescindibles de nuestros hijos, recordando que del cielo para abajo, todos viven de su trabajo.. o deberían.

Juan Carlos López

Juan Carlos López

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