El tipo de embarazo y crianza influye en el desarrollo neuronal del bebé
01/03/2014
El sábado 18 de enero el Proyecto Terra Mater celebró en Madrid un ciclo de conferencias sobre el cerebro del bebé, tanto en la etapa gestacional como después del parto.
Participaron Adolfo Gómez Pipá (pediatra neonatólogo, autor del libro “El poder de las caricias”), Ana González Uriarte (psiquiatra infantil y terapeuta familiar) y Teresa Godall Castell (psicopedagoga especializada en Pikler-Loczy).
Los tres conferenciantes coincidieron en que para la ciencia ya no hay división entre cuerpo y mente/emoción. Se han publicado numerosas investigaciones en las que se observan las consecuencias neurológicas de las carencias afectivas y estrés en el embarazo y la infancia. Las experiencias de vida y el aprendizaje modifican el cerebro, y los genes guardan estas vivencias como una “memoria física”, que puede activarse o no en función del estrés, las emociones y, en definitiva, del entorno.
Durante el embarazo, el miedo al parto, el estrés y la ansiedad que vive la madre son los factores que afectan en mayor medida al desarrollo neurológico y afectivo del bebé. Durante la crianza, pautas como dejar llorar a los niños durante periodos de tiempo prolongados o no cogerles en brazos cuando lo piden son factores que producen altas concentraciones de cortisol en los niños, y, en palabras de la psiquiatra Ana González Uriarte “esto resulta neurotóxico” y repercute de forma negativa en el desarrollo.
Propuestas de embarazo y crianza saludables
Durante el embarazo es fundamental que una mujer pueda sentirse acompañada y apoyada, vincularse con su bebé, y liberar su estrés y ansiedad. Durante la crianza, el apego entendido como vínculo es un regulador del estrés, y un contacto físico intenso y continuado es fundamental para el desarrollo saludable.
Como factores protectores para los niños se resaltaron: apego seguro, buena relación de pareja entre los padres y redes sociales que apoyen la crianza. Asimismo, respetar su ritmo en el desarrollo psicomotor es una de las bases más importantes para la confianza en sí mismos.
Retos para padres y madres
Una de las conclusiones de todo esto es que la ciencia cuestiona de manera frontal el modelo más extendido de crianza en la actualidad, que nos invita a vivir el embarazo como si no pasara nada (o sea, a un ritmo trepidante), a separarnos de los bebés tempranamente, a dejarlos llorar hasta que se acostumbren o a no cogerlos en brazos para no malcriarlos. Por si esto fuera poco, se nos propone ponerlos boca abajo o sentados antes de que alcancen esas posturas por su propia madurez física o a quitarles el pañal antes de haber cerrado su proceso de control de esfínteres.
Quizá la primera reacción de muchos de nosotros sea la culpa por los errores cometidos. Superado este momento, podemos asumir la responsabilidad que tenemos en nuestras manos y tal vez hacernos preguntas como ¿qué estamos haciendo? , ¿Se de verdad cómo se sienten mis hijos?, ¿qué tipo de adultos llevará las riendas del mundo en las próximas décadas? Este ciclo de conferencias nos brindó la ocasión de pararnos a reflexionar sobre actitudes y comportamientos que necesitan ser revisados, y quizá la oportunidad de construir nuevos modelos en la relación con nuestros hijos, antes y después de nacer.
Berta Pérez Gutiérrez
Publicado en el blog Musicoterapia y Maternidad en enero de 2014
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