Resolviendo el conflicto intrapsiquico: psicoterapia de los estados del yo (Parte 2)

01/01/2004

Parte I | Parte II | Parte III

Rebeca introduce una idea en la terapia: “¿Estabas enfadada con él?” El introducir una idea en la terapia, usualmente, no es la mejor elección del terapeuta por si el o ella llevan al cliente a una dirección errónea o, lo cual es más problemático aún, introducir una experiencia. La repetición de Rebeca sobre el desvalimiento de Debra “No podía hacer nada” está diseñada para informarse de la resignación y la posible ira — una reacción humana natural ante tal ridículo. Es posible que los sentimientos de Debra no sean conocidos o expresados y por esta razón el afecto encuentre una forma sublimada de liberarse, ¿Está dirigiendo el enfado hacia el padre contra el hijo? Más información fenomenológica revelará si la idea del terapeuta en relación a la ira es significativa o si es más apropiada otra área de investigación. Cuando el terapeuta introduce una idea o explora en una dirección es esencial que la sensación del cliente de que puede hacer algo – las necesidades humanas de auto-definición y causar un impacto – sea apoyada creando el terapeuta una oportunidad para que sea así, incluso alentando a que el cliente diga, “no, eso no va conmigo.” A menudo, esto lo hace el terapeuta planteando una pregunta genuina sobre la idea o dirección que ha introducido: “¿Estabas enfadada con él?”

Debra: Realmente no podía enfadarme. Quizás podía tirar una cacerola.

Rebeca: Bien. Siempre está ahí la amenaza de que te va a pegar. So háblame de los sentimientos de enfado que tenías. Aunque no pudieses realmente enfadarte

Debra: (suspira) Me enfadaba con ella.

Rebeca: ¿ Te enfadabas con Ana? ¿Oh, quieres decir que en lugar de enfadarte con él?

Debra: Si , el hablaba con ella todo el tiempo.

Rebeca: ¿Y qué te parecía eso?

Debra: Como si no importase. Solo estaba para tener niños y limpiar y cocinar.

Rebeca: Mmmm. ¡Ay!. Así que crees que tu no importabas. Que no le importabas.

Debra: Si, no soy nada para él. Estaba interesado por Ana.

Rebeca: Por lo tanto, sentías celos de Ana? ¿O solo estabas enfadada con él por darle a ella lo que tu necesitabas.

Debra: Estaba celosa. Entonces si el le hacia cosas me enfadaba.. (suspira) Y el se vengaba en mi hijo.

Rebeca: Bien, ¿Hacia algo Ana para que pasara esto? (silencio) ¿Debra, qué estás pensando?

Debra: No me escuchaba. No me ayudaba lo suficiente. Y si el era amable con ella no se enfadaba tanto..

Rebeca: Lo que me imagino es que debe haber sido muy injusto para Ana intentar cuidar a los dos padres a la vez. Mantener a su padre feliz y también ayudar a su mamá.

Debra: Ella lo hacia todo.

Rebeca: Ella probablemente hizo todo lo que podía. Pero tenemos que conseguir aclarar algo aquí.

Debra, ¿Tenía Ana la culpa? ¿O con quien realmente estás enfadada es con tu marido?

Debra: (larga pausa) Pienso que son ambas cosas.

Rebeca: ¿Dime? (pausa) ¿Por qué son ambas cosas?

Debra: Porque ella realmente se divertía estando con el, ella tiene la culpa.

Rebeca: Um-hm.

Debra: Ella quería estar con el.

Rebeca: Por supuesto. Especialmente si el era amable con ella. ¿Por qué no?

Debra: El no era siempre amable con ella..

Rebeca: ¿No? Oh, pensé que habías dicho que era amable con ella.

Debra: Algunas veces. Pero después, de adolescente, el la criticaba mucho. Y ella se alejó de el.

Rebeca: ¿Por qué no fuisteis amables con ella?

Debra: No me gustaba.

Rebeca: ¿Por qué, Debra?

Debra: (suspira) No me gustaba, nada más. Me hacia sentir inadecuada.

A lo largo de la entrevista terapéutica de Rebeca, Debra esta revelando sus desilusiones en su relación con su marido y los celos con su hija. Parece que desde su infancia en adelante, Ana no satisfacía una parte importante de la necesidad relacional de Debra tal y como nos da a entender en los comentarios, “No me gustaba”; “Ella no me escuchaba”; “Ella me hacia sentir inadecuada.” Parecen surgir tres factores: el enfado de Debra hacia su marido la dirige hacia Ana; Debra está celosa de la relación entre su marido y su hija; y Debra no experimenta a Ana como proveedora de funciones interpersonales psicológicas importantes que tenían consecuencias como, experimentar seguridad durante la relación, o recibir validación por su singularidad, vulnerabilidades y experiencías. Lo dicho por Debra “no importo” y “No soy nada” parecen muy similares a algunas de las creencias argumentales de Ana. ¿Son las creencias de Ana una expresión de las de Debra, son el resultado de las conclusiones y las decisiones infantiles de Ana, o ambas? Cuando las mismas creencias están presentes tanto en el estado Padre del yo como en el estado Niño del yo la sinergia entre ambos crea una resistencia, aún mayor, a vencer, a desvanecer, reorganizar y actualizar las propias perspectivas. Mientras seguimos transcribiendo la sesión el compromiso de Rebeca y después de Richard se dirige a desvanecer las creencias argumentales de los estados Padre y Niño del yo.

Rebeca: ¿Por qué te hacia sentirse inadecuada? (silencio) Continua, Debra, dime qué sucede en tu interior. (Su cara se vuelve cada vez más tensa). Realmente algo se está moviendo en el interior. ¿ Me lo vas a decir?

Debra: (respirando dificultosamente) Era inadecuada.

Rebeca: ¿Eras?

Debra: Si.

Rebeca: ¿A qué te refieres’? (silencio; Ana respira jadeando). Déjalo salir. No lo mantengas todo dentro … De algún modo parece como si estuvieras lista a estallar por dentro. Si quieres exteriorizarlo aquí, puedes hacerlo; me voy a asegurar de que nadie te hiera.

Debra: (larga pausa) No debería decir nada.

Rebeca: (susurrando) ¡Quiero oírlo!

Debra: Solo debería estar callada, simpática …

Rebeca: Si, lo se. Pero quiero oírlo. Quiero oír lo no dicho. Aquellos sentimientos aquellos pensamientos. ¿Qué quieres decir con que eras inadecuada?

Debra: No sabía como querer a mis chiquillos. Como enseñarles (comienza a sollozar). No hacia más que enfadarme con ellos todo el tiempo. Ellos no escuchaban. Les decía que era por su culpa (continua llorando)

Rebeca: Por dentro sentías que …

Debra: No podía hacerlo; Era mala- nada.

Rebeca: ¿Eras mala?

Debra: Um-hm.

Rebeca: Debra, ¿te sentiste querida por tus padres?

Debra: (pausa) Creo que no. (pausa) Mi madre trabajaba mucho.

Rebeca: Si… ¿También te dijo que eras inadecuada? (pausa)

Debra: Si.

Ahora se abre un tema nuevo – Debra no se sintió querida. El terapeuta tiene una oportunidad para trabajar con las experiencias de Debra en tanto en cuanto a su temprana relación con sus padres y como Debra entendía el mensaje de su madre de que era inadecuada. El terapeuta puede bien explorar cognitivamente su temprana infancia o apoyar una regresión terapéutica que lleve a una experiencia correctiva, redecisión, y a desvanecer las creencias argumentales. En su lugar el terapeuta decide explorar la experiencia de no ser querida y como se revivió y reforzó en el matrimonio de Debra; este marco temporal y la relación marital puede ser más pertinente para la terapia de Ana. Quizás, más tarde pueda ser necesaria una terapia regresiva con Debra, pero por ahora el trabajo se ha hecho ya sobre el enfado de Deba hacia su marido y el desplazamiento de su ira hacia Ana. Centrándonos en las dificultades en el matrimonio de Debra, puede surgir la causa de los celos de Debra. Si centrarse en su experiencia de no haber sido querida por su marido no es útil entonces el terapeuta puede volver a las experiencias tempranas de la infancia de Debra que pudieron ser el origen de sus celos y configurado sus creencias argumentales.

Rebeca: ¿Esperabas conseguir ese amor en tu matrimonio?

Debra: Si (con un sonido afligido.)

Rebeca: !Oh, anda! Lo que oigo,. ¿Qué es lo que te desilusionaba?

Debra: No lo conseguí . No, solo cocinar y limpiar y sexo. Cuidar de los chiquillos.

Rebeca: “Cocinar y limpiar y sexo.” (pausa) “Cuidar de los niños.”

Debra: Y el flirtreaba con otras mujeres.

Rebeca: Ooh. ¿te dijo porque eras inadecuada?

Debra: Mmmm. Porque era fría..

Rebeca: ¿También en la cama?

Debra: Si, dijo que era fría…que no era sexual.

Rebeca: Um-hm. ¿Qué sientes cuando dice eso?

Debra: Basura.

Rebeca: Y tu no dices nada, solo continuas. ¿Pero tu estabas – tu estabas enfadada, verdad? Y la única forma como podías soltar un poquito de ese enfado, fue hacia Ana. Tengo razón?

Debra: (asiente.)

Rebeca: (pausa) Te voy a pedir que hagas algo que probablemente antes nunca te haya sido posible. Quiero que te imagines que tu marido está aquí en esta silla justo frente a ti y que le digas porque estás enfadada. Me aseguraré de que no te pegue. ¿Vas a hacerlo? (pausa)

Debra: (asiente).

Rebeca: Simplemente imagínate que el está aquí …¿cuál es su nombre?

Debra: Jason

Rebeca establece la posibilidad de hacer un trabajo con dos sillas para que Debra hable con su marido. Dichos experimentos terapéuticos posibilitan el contacto que puede haberse interrumpido o que nunca existió, para que por fin, aunque sea en la fantasía, pueda conseguirse. La persona puede decir lo que se había inhibido e imaginar que la otra persona está presente, y que por fin puede expresar los afectos, actitudes, esperanzas y desilusiones. Debra asiente con la cabeza. Como en este tipo de contrato hay que actuar sobre la marcha, eso está indicando que está dispuesta a intentar expresar lo que ha guardado en su interior.

Es muy probable que Ana haya introyectado el enfado, el resentimiento, el dolor y los miedos de Debra junto con sus creencias argumentales y defensas psicológicas. El que Debra tenga la oportunidad de expresar lo que había inhibido, y que Ana había introyectado inconscientemente, puede proporcionar un gran alivio al conflicto intrapsíquico que Ana experimenta día a día.

Rebeca: Simplemente imagínate que Jason está aquí. Esta sentado en una silla frente a ti. ¿Qué le dirías si supieras que podías expresar todo lo que se te ocurriera?

Debra: Hmmm (suspira; larga pausa) Nada estaba bien. No podías haber estado contento o agradecido alguna vez? ¿Por qué siempre estaba todo mal?

Rebeca: Ahora un poco más alto, Debra. Transforma tus preguntas en declaraciones. Con un poco más de fuerza. Me enfado porque …

Debra: Nunca era suficiente. Nunca bien. Nunca estaba bien lo que hacia.

Rebeca: Continua Debra.

Debra: Y yo siempre tenía la culpa. Siempre, todo. Todo lo que los demás hacían era por mi culpa.

Rebeca: Lo estás haciendo estupendamente, Debra. Solo sube la voz un poco más para que así puedas dejar salir la energía. «¡Por mi culpa!». ”

Debra: (suspira) Mi culpa. (suspira)

Rebeca: “Y lo que quiero decirte Jason, es …”

Debra: Yo no tengo la culpa!

Rebeca: Si, ¡bien! ¡Déjame oír más !

Debra: Era culpa tuya.

Rebeca: Dile porque tuvo la culpa.

Debra: Porque siempre estaba enfadado, siempre chillando, y quería más.

Rebeca: Díselo: “¡Querías más! Chillabas, tu eras quien estabas.”

Continua Debra!Debra: Todos te tenían miedo. Nadie quería esta cerca de ti. Todo el mundo se alejaba de ti. (suspira).

Rebeca: Continua. Dile todo lo que has guardado en tu interior.

Debra: !Fuiste asqueroso. Fuiste cruel!

Rebeca: Continua. Siente ese enfado en tus puños. (cerrando los puños con fuerza.)

Debra: Estabas triste. Hacías que todo el que te rodeaba estuviese triste.

Rebeca: “Y me siento …”

Debra: Como nada. Como si no te importara. (suspira)

Rebeca: Continua, Debra. Dile como te sientes cuando te hace sentir como si fueras nada

Debra: Mmm, me cansaba.

Rebeca: De acuerdo, pero puede ser una forma de no sentir el enfado. Continua, Debra. Tienes muchísima energía en tu interior.

Debra: (suspira) Te lo demostré cuando saqué mi permiso de conducir!

Rebeca: Ah, algo de coraje Bien.

Debra: Intentaba enseñarme.

Rebeca: Sigue hablándole. “Tu …”

Debra: Intentabas enseñarme a conducir; Todo lo que hacías era chillarme y hacerme llorar. Yo quería mostrarte de lo que era capaz. Fui a clases y conseguí por mi misma pasar el examen de conducir. (empuja el brazo de la silla con ambas manos.)

Rebeca: Si. Siente el poder cuando haces eso, Debra. ¿A qué te gustaría pegarle? ¿Verdad?. Aquellas Esas manos…. había energía en ellas

Debra: El me devolvería el golpe.

Rebeca: No vamos a dejarle que haga eso. ¿Te gustaría hacerle pedazos?

Debra: Me gustaría darle un puñetazo.

Rebeca: Díselo. “Me gustaría …”

Debra: Aporrearte. Me gustaría abofetearte. Como abofeteabas a mi hijo. ¡Abofeteabas a David!

Rebeca: Si, díselo.

Debra: Abofeteabas a David. Le aplastabas. Una y otra vez hasta que el se rendía (llorando). ¡Y me culpabas! Una y otra vez, pegabas a tu hijo. ¡El es tu hijo!

Rebeca: Ahora dile todo lo que sientes, Debra.

Debra: El es también tu hijo; y lo hacías.

Rebeca: Y dile lo rabiosa que estás por lo que le hacia a tu hijo. El hijo de ambos.

Debra: Te odio por ello.

Rebeca: Otra vez – más alto, Debra.

Debra: te odio por ello

Rebeca: ¡Otra vez! ¡Más alto!

Debra: Te odio.

Rebeca: ¡Otra vez! ¡Sigue!

Debra: Te odio por lo que hiciste. Solo tenías que haberle querido. Era solo eso lo que el quería de ti (llorando). Hacías que todos le odiaran y que todos le dejaran.

Rebeca: Dile todo, Debra. Todos esos sentimientos, a Jason … No te cierres. Lo que estás diciendo es realmente importante

Debra: ¿Por qué no nos querías ? ¿por qué no nos demostrabas que nos querías? No comprándonos …

Rebeca: “Lo que necesitaba era…”

Debra: Que fueses amable y gentil, y cariñoso, y que nos cuidases (suspira). No un ser odioso.

Rebeca ha estado dirigiendo el proceso de diferentes formas mientras que intentaba no dirigir el contenido. Debra ha retrotraído sus sentimientos, quejas, y reacciones físicas y necesidades y ahora necesita a una animadora, alguien que la aliente a expresar libremente lo que ha sido inhibido. Rebeca dirige a Debra para que cambie preguntas que no van a ninguna parte tales como “Por qué no podías estar alguna vez contento?” en declaraciones directas “siempre era por culpa mía”. Después ella alienta a Debra a que hable más alto. No existe nada mágico en el volumen pero a menudo se expresan mejor las emociones y los pensamientos contenidos cuando la persona habla más alto. Al expresar lo que ha sido retrotraído el/la cliente es más consciente de sus propias defensas, de las reacciones inhibidas, de los deseos no satisfechos y de sus conclusiones de guión. Rebeca entonces “Ajusta la máquina,” para seguir animando a Debra a expresar lo que puede haber contenido. Ajustar la maquina significa que el terapeuta hace apuntamientos abiertos que permitan al cliente terminar la frase expresándose a si mismo: “ Y lo que quiero decirte, Jason, es …”; “lo que necesitaba era …”; o “Me gustaría hacer lo siguiente…”. Debra intentaba hablar a Rebeca de Jason; Rebeca la lleva de nuevo a comunicarse con la imagen de Jason con, “¡Querías más!. Gritabas. Tu eras el enfadado.” Se utiliza otra forma de señalamiento cuando Rebeca alienta a Debra a dirigirse a Jason con, “Sigue hablándole.” Esto, a menudo, se utiliza cuando la persona esta o callándose y retrotrayendo lo que necesita decir o está intentado dirigirse al terapeuta en lugar de hablar con los otros significativos.

Rebeca: Ahora te voy a pedir que vayas más allá. Debra, habla con Jason sobre el y Ana.

Debra: (suspira)

Rebeca: Mira a Jason (silencio ¿es duro, verdad? Porque todo está muy mezclado.

Debra: Um-hm.

Rebeca: Comienza con lo que puedas. “Lo que siento hacia ti, Jason, .. sobre tu y Ana, es …”

Debra: (pausa, muy suavemente) Estáis demasiado cercanos. No está bien.

Rebeca: Sigue, Debra. Dilo todo … es importante, Debra, que digas lo que necesitas decirle a Jason. (pausa) Debra, necesitas decirlo. Definitivamente, este no es uno de esos momentos donde debías estar callada y guardándolo dentro.

Debra: (suspira) No esta bien la forma como la miras.

Rebecca: Dile lo que quieres decir.

Debra: Puedo verlo en sus ojos- sexual.

Rebecca: Dile lo que ves, Debra. Sé muy específica … Se que esto es difícil. Lo estas haciendo estupendamente. Pero tienes que decirlo todo

Debra: Mmmm. (suspira) No deberías mirarla de esa forma; no está bien. La estás confundiendo.

El señalamiento de Rebeca, “Dile lo que ves … sé muy específica» puede proveer un apoyo efectivo para que exprese lo que ha inhibido. Por fin, Debra ha hecho un comentario correctivo a su marido , “No deberías mirarla de esa forma, no está bien; La estás confundiendo.” Esta afirmación de la madre al padre sirve para establecer limites psicológicamente saludables dentro de esta familia y para proveer protección a su hija, Ana. Este es solo el comienzo con del estado Padre del yo para el trabajo de desconfusión de los estados Niño del yo de Ana. Uno de los posibles beneficios terapéuticos de una terapia en profundidad del estado Padre del yo consiste en contar la verdad del otro internalizada, y en consecuencia la desconfusión del estado Niño del yo que está escuchando.

Rebeca: Eso está bien., Debra. Continua .. di lo que quieres decir, Debra. “La estás confundiendo … no debes mirarla de esa forma …” … Sigue con eso, Debra. Realmente has empezado muy bien. Hay mucho más que decir.

Debra: No puedo decir más.

Rebeca: Lo necesitas , Debra.

Debra: (tranquilamente) No me incumbe.

Rebeca: Por supuesto que te incumbe. ¡Tu eres su madre! Ahora habla con Jason sobre lo que está haciendo!

Debra: No me va a escuchar. (baja la cabeza y los ojos)

Rebeca: ¡Ahora lo hará! Venga. ¡Te respaldaré! (pausa) (Rebeca pone su mano sobre la espalda de Ana como Debra) “No deberías haberla mirado de esa forma! ¡La estás confundiendo!” (pausa) ¿Qué significa eso, Debra? Dile todo. Dile lo que le está haciendo.

Debra: El lo sabe. Tiene ideas.

Rebeca: Dilo tú.

Debra: El sabe que son sus fantasías.

Rebeca: Debra, el puede estar mintiéndose a si mismo aunque lo sepa. Necesitas decírselo, Debra.

Dilo tanto por ti como por Ana. (pausa) ¿Quieres que sea yo quien intente decirlo primero?

Debra: No se como decirlo.

Rebeca:¿ Me dirás si lo estoy diciendo bien o no?

Debra: (asiente)

Rebeca: (pausa) ¿“No la mires como a un objeto sexual»? ¿No la mires como si estuvieses fantaseando como sería el sexo con ella?” (pausa) ¿Acierto, Debra?

Debra: Um-hm. (pausa) Si.

Rebeca: Sigue, Debra. Dilo con tus propias palabras.

Debra: (respirando con fuerza, temblando)

Después de decir Debra, “No deberías mirarla de esa forma,” El apunte de Rebeca of “Continua… hay mucho más que decir,” se hace demasiado pronto para que tenga un efecto duradero. En ese momento, acompañar a Debra en su dificultad para decir su verdad podía haberla apoyado mucho más que el alentarla a expresar lo que había sido retrotraido (retroflected). Debra se da por vencida: “No me incumbe.” El sintonizar y entender empáticamente la reticencia de Debra para hablar libremente a Jason pudiera haber encaminado a la terapia hacia una dirección diferente – quizás en dirección de la necesidad de seguridad y validación de Debra. En vez de eso Rebeca la confrontó diciendo, “Por supuesto que te incumbe. Tu eres su madre!” Dicha confrontación tiene tres propósitos: primero, el terapeuta adopta la postura de alguien quien aboga por un niño, confrontando, para ayudar a la niña; segundo, tiene como meta corregir las distorsiones y las posibles creencias argumentales en el estado Padre del yo; y tercero, comienza el proceso de desconfusión de los estados Niño del yo.

Aunque dicha confrontación no impacte a Debra, los estados Niño del yo de Ana están escuchando el mensaje de Rebeca y quizás sea empático para Ana y una apertura a nuevas posibilidades. Debra está confundida. Ella no solo tiene miedo de Jason sino que también tiene un conflicto entre la negación, “No se,” y la protección maternal a su hija. Por consiguiente ella se calla en lugar de corregir a su marido. Rebeca muestra a Debra como corregir a Jason y proteger a Anna: “¿No la mires como a un objeto sexual?” Sin embargo, Rebeca lo hace con una actitud interrogante, “Me dirás si lo estoy diciendo bien o no?” y “¿Acierto?” Este es otro ejemplo del proceso de contrato, entre el cliente y el terapeuta, que se va ajustando sobre la marcha; El uso frecuente de estas preguntas sirve de una guía constante para asegurar que el terapeuta es congruente con la experiencia del cliente – un elemento importante es asegurar que el terapeuta sigue al cliente y que no programa o incluso sugiere la experiencia del cliente.

Rebeca: (susurrando) Debra, necesitas hacer esto … Tu sabes muy bien algo sobre esto – Hay algo en esta historia que es muy importante. Y está sucediendo algo entre Jason y Ana que realmente te confunde. Me imagino que no sabes que hacer en relación a eso. ¿Es eso cierto?

Debra: La odiaba… (larga pausa – parece que se cierra).

Rebeca: ¡Ana no es el problema! Solo es una niña. Hay que hablar del verdadero problema honradamente, Debra. ¿Cuál es la historia aquí?

Debra: No sé la historia.

Rebeca: ¿Le vas a decir a Jason lo que está pasando en vuestra relación? ¿Le vas a hablar sobre él y Ana?

Debra: Está mal – la forma en como él es con ella.

Rebeca: (larga pausa; susurrando Debra… ¿Qué pasa? ¿Qué pasa en tu interior?

Debra: Me estoy quedando en blanco.

Rebecca: ¿Me vas a hablar directamente, Debra? ¿Qué te esta asustando justamente ahora? ¿Por qué necesitas irte?…

Parte I | Parte II | Parte III

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información ACEPTAR

Aviso de cookies