Mi experiencia en el máster de PHI

Conocí a Pepe Zurita cuando aún ninguno de los dos peinábamos canas. He tenido la suerte de contar con su amistad, siguiendo su trayectoria profesional y personal de cerca.

Me dedico a trabajar desde hace más de 30 años en psiquiatría, soy enfermera especialista en Salud Mental, y sé lo que es el sufrimiento psíquico. Creo firmemente en los procesos psicoterapéuticos para aliviarlo, por eso además de mis otros estudios y otro master en psicoanálisis decido “regalarme” entrar en Galene.

Las experiencias adquiridas las he introyectado en mi proceso de vida, han dejado una impronta en mis células corporales.

Descubro con admiración la organización, seriedad, y empeño en que todos los alumnos nos integremos,  vivamos algo único, diferente y emocionante. Se aúnan conocimientos teóricos de varias disciplinas psicoterapéuticas, teniendo además de los módulos online, profesores de talla internacional cuya experiencia y formación es impagable.

El trabajo emocional es quizás lo que más puede caracterizar a este aprendizaje psicoterapéutico, es muy movilizador y genera muchas resistencias, pero se hace en un entorno seguro, con aceptación incondicional de hacer o no hacer lo que desees, siempre la frase: “si es bueno para tí,¡ hazlo!, sólo, si tú quieres”… Cada alumno elige, se respeta su tiempo, como en cualquier proceso de aprendizaje expirencial. A mí, me pareció fantástico incorporar la oportunidad de aprender y al mismo tiempo implicarme al máximo y así darme la oportunidad de sanar alguna parte de mi Yo Niña, que estuviese dañada. Fueron  unos fines de semana únicos, amorosos y potentes. Siempre contando con el equipo  formador, pendiente de cada uno de nosotros como ángeles custodios, sabiendo en cada momento qué hacer, a mí me  daban seguridad y confianza. He llorado, he gritado y me he reído ¡con tanta libertad de espíritu! Liberando mi alma, mi historia. Trabajar con ejercicios emocionales es un Arte: minucioso, retador, altamente potente y sanador.

He disfrutado los presenciales, sin pereza, siempre contenta de tener la oportunidad de recibir conocimientos de cada profesor, absorbiendo material intelectual y sobretodo sus experiencias en su labor psicoterapéutica:   Legos y Popes de la psicoterapia humanista. ¡¡Estaban ahí, doce horas…!! ¡¡ Para mí,  para el grupo!! .

Y como colofón, siempre terminamos con los cuidadosos y amorosos Pepe y Maca, para resolver dudas, oír críticas, sugerencias, en definitiva, saber cómo iba el transcurso real de cada alumno y su proceso de aprendizaje, cómo nos encontrábamos y si podían ayudar en lo que necesitásemos, son ¡unos buenos padres nutritivos!, el control y supervisión personal e intransferible de ellos, da sensación de seguridad, que eres un alumno único, les importas y eres especial, así me sentía yo.  La humanista relación con mis compañeros de promoción, una riqueza personal añadida, dónde he generado relaciones duraderas e intensas.

En el contrato del master está que tenemos que realizar nuestro propio proceso terapéutico, ¡algo fundamental! aplaudo la obligatoriedad de realizarlo, ¡es  imprescindible! . Tener nuestra propia experiencia psicoterapéutica es un seguro de salud mental en esta profesión y un colchón de protección para el alumnado.

Estoy agradecida de tanta atención recibida, por parte del equipo de Galene, nombro en especial a Carmen nuestra jefa de Estudios, además de la relación terapéutica excepcional establecida con Maca. Ambas fundamentales en este Instituto Psicoterapéutico Humanista Integrativo liderado por Pepe, además de muchos profesionales implicados: Alicia Gadea, con sus inestimables apreciaciones de las prácticas y todos los profesores online y administrativas. Todos forman parte de este característico y peculiar master.

Estoy encantada y emocionada de haber realizado esta formación: sanadora, amable, humanizadora teñida de amor incondicional y profesionalidad. ¡Un lujo!