Mi camino hacia la luz
01/01/2015
La verdad es que me resulta difícil plasmar en unas líneas, lo que en los últimos años está siendo un ir y venir constante de sensaciones y experiencias. Voy a utilizar una metáfora para ayudar a dar forma a mis palabras.
Existe un dicho popular que dice que si ves la luz al final del túnel, es que tu final está cerca. En mi caso, no hay nada más lejos de la realidad.
Siempre pensé hacer un master para obtener un manual, olvidándome de la necesidad (y satisfacción) del crecimiento personal. Me corrijo, no es que me olvidara, sino que lo que la concepción que tenía de la psicología se asemejaba más a un manual que a la satisfacción de crecer interiormente.
Una de las cosas que aquí y ahora tengo claras es que nada ocurre por casualidad. Esa luz de la que hablaba es la que me ha devuelto a la vida. De mis inquietudes iniciales de formación he pasado a tener reflexiones personales, dirigiendo el foco hacia mí persona, desarrollando un conocimiento de mi historia, de mis emociones, de mi cuerpo, no despreciando lo malo ni lo bueno, sino enriqueciéndome con ello, sin buscar cambios ni actuaciones perfectas, exigentes o complacientes.
Me he dado cuenta que me he podido liberar de cadenas invisibles tan profundas que no era consciente ni que existían. Cuando por primera vez me preguntaron ¿Quién eres? Me quedé perpleja. Ahora solo sé que soy persona con vivencias, emociones, síntomas, imperfecciones, ocupaciones (que no ya pre-ocupaciones), amor, y un sinfín de valores, cualidades y conocimientos que me hacen vivir feliz.
Ese poder descubrir y permitirme ser como yo soy en esencia, me ha hecho que en mi desarrollo profesional como psicoterapeuta disfrute y crezca a cada momento. Me siento natural en las sesiones, creativa (por fin mi Niña se siente libre), intuitiva y sabia. Tengo una gran aportación de teorías fáciles de explicar para dar sentido a los síntomas de las personas que acompaño, junto a dinámicas para conectar, crecer y cerrar sus procesos.
Otro elemento clave para mi sendero de luz han sido mis compañeros de promoción. Sin duda otro encanto de esta formación que nunca pensé que fuera tan rico ni tan fuerte. Es un vínculo especial y único que potencia aún más tu cambio y sabiduría personal.
En definitiva, mi existencia comienza a cobrar sentido mientras vivo sabiendo para qué quiero vivir.
Ana Maestro
Últimos Comentarios