Las relaciones desde la asertividad
01/02/2016
En nuestro día a día ocupamos gran parte de nuestro tiempo relacionándonos con los demás, por lo que es importante que prestemos atención a nuestras habilidades sociales y nuestro modo de, “ser”, “estar” y “transmitir”.
Hay momentos en los cuales podemos tener dificultades para defender nuestros derechos, expresar nuestras opiniones o sentimientos, entablar nuevos vínculos o dar por concluidas conversaciones o relaciones.
A la hora de comunicarnos, destacamos tres estilos de comunicación, estos vienen predeterminados por nuestro estado de ánimo, nuestra autogestión emocional, la percepción que tenemos de la situación y nuestra habilidad para relacionarnos. Las conductas son la Pasiva, la Asertiva o Socialmente hábil y la Agresiva.
La conducta Pasiva: es aquella que no tiene en cuenta los derechos y necesidades propias, lo que hace que los demás no la respeten y se aprovechen, incluso decidiendo por nosotros. No logra sus objetivos, al no expresase libremente y cuando lo hace carece de confianza. Trata de evitar conflictos, aunque se sienta incomprendido/a manipulado/a, herido/a, no tenido/a en cuenta. Puede sentirse frustrado y apunto de estallar. Estas personas llegan a creer que los demás tienen derechos y ellos/as carecen de ellos, al igual que de creencias u opiniones. Esta conducta suele mantenerse porque no obtienen un rechazo directo de los demás.
La conducta Asertiva o socialmente hábil: es aquella que hacemos desde la firmeza y la expresión de nuestros pensamientos, sentimientos y creencias, desde el auto-respeto y la confianza, de nuestros derechos y necesidades, al igual que los de los demás.
Obtenemos lo que deseamos pidiéndolo y sin aprovecharnos. Nos protegemos y respetamos a la otra persona. Sintiéndonos en definitiva bien con nosotros mismos y en las relaciones sociales.
La Conducta Agresiva: Son las conductas en las que la persona expresa sus sentimientos, necesidades o ideas, sin tener en cuenta al otro y a veces decidiendo por los demás. Defiende sus derechos de un modo inapropiado, con conductas imprevisibles, u hostiles, trasgrediendo los derechos, pudiendo llegar a expresarse de manera agresiva, directa o indirectamente. Pretende que los otros se hagan más débiles y menos capaces de expresar su necesidad para así conseguir sus objetivos, lo que le da un sentimiento de poder, el cual puede derivar en culpa a largo plazo.
¿Qué es la Asertividad?
La asertividad, es una habilidad de comunicación interpersonal y social, directa y honesta, mediante la cual expresamos de modo auténtico nuestras opiniones, intenciones, posturas, creencias y sentimientos. Al hacerlo, nos autoafirmamos como personas, no nos sentimos culpables y respetamos al otro y a nosotros mismos.
La persona asertiva se expresa manteniendo un equilibrio emocional, lo que hace que logre objetivos mediante el ajuste de conductas y pensamientos. A medida que surgen dificultades se generan conductas resolutivas.
La asertividad como habilidad social, puede aprenderse e interiorizarse. Aumentando nuestra autoestima, facilitando las relaciones sociales y ayudándonos a manejar la crítica positiva y negativa que podamos recibir.
Para ser asertivos iremos gradualmente, afrontando situaciones de menor a mayor impacto emocional
No somos asertivos cuando nos comunicamos de manera pasiva, agresiva o cuando no nos respetamos a nosotros mismos ni al otro.
¿Para qué sirve?
Siendo asertivos, mantenemos relaciones interpersonales más satisfactorias, facilitando la comunicación. Transmitimos opiniones, posturas, creencias y sentimientos sin agredir al otro ni a nosotros mismos. Tenemos más opción de conseguir nuestros objetivos y mejoramos nuestra autoestima. Proporcionamos al otro una comunicación no manipulada, clara y desde el respeto.
El estilo asertivo permite comunicar tranquila y eficazmente cuál es nuestra propia postura y ofrece información sobre cómo nos gustaría que el interlocutor actuase en un futuro. No asegura la obtención de todo lo que deseamos, pero si que permite que los demás lo conozcan.
Derechos Asertivos
La asertividad parte de que todos tenemos derechos y deberes para con nosotros y con los demás. Tenemos derecho a expresar nuestras ideas y opiniones, las cuales pueden ir cambiando; a cometer errores, a decir que “no” y no sentirnos culpables; a pedir apoyo, a pedir lo que queremos o necesitamos, a tomar nuestras propias decisiones, a ser tratado con respeto y dignidad, a establecer tus prioridades, a sentirte bien y tener éxito, a tener privacidad,…
Comunicación Asertiva
Nos permite transmitir nuestras necesidades, prioridades o deseos de forma madura y racional, mediante la comunicación no verbal y verbal. En la comunicación no verbal hemos de poner atención en tener una postura relajada, firme y cómoda. Debemos mantener el contacto físico y ocular. En la comunicación verbal se empleará un tono de voz suave, con el que podamos expresar nuestras necesidades y peticiones, llevando acabo una escucha activa y llamando a la persona con la que nos comunicamos por su nombre.
También destacamos nuestros diálogos internos, ya que sus mensajes van a influir en nuestra actitud ante el otro.
Al mejorar la comunicación nos relacionamos de un modo más constructivo y armonioso, desde el respeto y la honestidad, haciendo que nos sintamos más felices.
La respuesta asertiva muestra los efectos del trabajo personal y el respeto hacia uno mismo. Desde esta conducta defendemos nuestros derechos y los de los demás, teniendo en cuenta que no somos ni superiores ni inferiores a los otros.
Ser asertivo, aporta grandes beneficios en las áreas principales de nuestra vida. Y conlleva paciencia y práctica para poder convertirla en una competencia personal.
Alicia González Martínez
Psicóloga-Psicoterapeuta y Counsellor. Clínica Vitali. Medina de Pomar.
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