Enchufes de Bonding
01/03/2013
Creo que fue en 1987 cuando uno de mis maestros George Kohlrieser me enseñó mis primeras nociones de la teoría del Apego y el proceso del Duelo. Sus clases eran en inglés con traducción consecutiva y cuando, hablando de las emociones que siente alguien que está disfrutando de una relación afectiva salió la palabra BONDING.
El resto de los términos habían sido traducidos pero para éste las traducciones habituales no nos valían (pegamento, unión, vínculo, …., eran significados que tiene esta palabra, pero que para la teoría que estábamos tratando no encajaba totalmente) por lo que adoptamos la palabra Bonding para siempre como un término técnico que significa “sintiendo emociones agradables de cercanía afectiva” Desde entonces, he utilizado tanto esta palabra y ha tenido tal significado en mi vida profesional que, cuando surgió la idea de crear una revista que “uniera” a todos los interesados en la Psicoterapia Humanista Integrativa, me pareció el nombre ideal. Hace unos cuantos años receté a un paciente “enchufes de Bonding”, tres por las mañanas y tres por las tardes. Incluso recuerdo habérselo puesto por escrito en una receta médica con mi cara mas seria. Aquel paciente estaba agotado por los esfuerzos de recuperar un matrimonio imposible, trabajando incansablemente para pagar dos casas, donde vivían sus hijos con la madre y la suya, y resolviendo a buen ritmo su proceso personal que le llevaba a descubrir su verdadera identidad. En aquella sesión tomó conciencia de que no se permitía el descanso, que su vida, desde que tenía uso de razón, había sido lucha, esfuerzo y dedicación a los otros. Se sentía solo y al ver en su cara la desolación cogí una receta y me puse a escribir.
Ante su gesto de sorpresa, quedó claro que requería una explicación. Antes necesitaba preguntarle algunos datos que metieran en situación mi inminente aclaración de tan sorprendente “tratamiento”.
Cuando te levantas, ¿qué es lo primero que haces?, ¿cuáles son tus motivaciones para comenzar el día?, ¿qué es lo que más te gusta de lo que haces durante las mañanas? , ¿y por las tardes?, ¿cuánto tiempo te dedicas a ti?, ¿algún momento del día sientes placer?, …
Respuesta a respuesta me confirmaba lo acertada que era mi prescripción médica, y comencé a darle la necesaria explicación. Lo que quiero es que encuentres “un enchufe de Bonding”, es decir, algo que te conecte contigo, que te haga disfrutar y sentirte bien. Puede ser algo que hagas que te guste, un contacto con alguien que te haga sentirte bien, una lectura, una música, una visualización, etc. Lo que sea que te conecte con tu corazón y te asegure que estás vivo, sano y con tus emociones fluyendo. Que te sientas querido, perteneciente y tenido en cuenta. Y que encuentres al menos tres antes de la comida del mediodía y otros tres antes de irte a dormir.
Su cara me decía que mi sugerencia estaba siendo bien recibida, que algo se empezaba a iluminar por dentro. Claramente en su cabeza empezaban a forjarse imágenes de posibles enchufes y, como un niño ilusionado empezó a preguntarme ¿y esto vale? ¿y esto otro?,…
Le acompañé con gusto y, de forma muy cariñosa, le fui respondiendo, a veces devolviéndole la pregunta para que la respuesta la encontrase él mismo, a veces dándole ejemplos imposibles que estimulasen sus propios descubrimientos.
Le animé explicándole que estudios neurofisiológicos sobre visualizaciones demostraban que, a nivel bioquímico, lo que se visualizaba generaba cambios similares a los que se producen realizando físicamente una experiencia. Por lo tanto, lo que ya estaba pasando en su interior era sanador, pues su mente no paraba de buscar y visualizar posibles momentos de conexión, de disfrute, de contacto afectivo, etc. que le iluminaban el rostro.
Después de reflexionar un rato me dijo, medio preguntando, que lo primero podía ser dedicarse más tiempo por las mañanas y por lo menos poder desayunar sentado y tranquilo, leyendo el periódico en vez de hacerlo deprisa y de pie. Le sonreí asintiendo y le animé a que buscase otros dos “enchufes de Bonding” para la mañana, sugiriéndole que estos tuvieran más que ver con contacto afectivo con personas para incrementar la recepción de caricias positivas.
En unos minutos tenía ya decididos los enchufes de Bonding para el día siguiente. Le advertí que, si bien puede repetir, lo mejor sería que cada día tuviera al menos la mitad nuevos y así desarrollar la habilidad de encontrar nuevas acciones que le proporcionasen contacto afectivo y caricias positivas, y que cada día se enriqueciera más en ese aspecto.
Ya se nos acababa el tiempo y quise cerrar aquella productiva sesión con una visualización que facilitase a mi paciente sentir ese Bonding profundamente, así que le pedí que se relajara y se visualizase en un prado llano, amplio y verde en un día soleado. Lentamente le dije, vas viendo cómo se acerca a ti la persona que más quieres y que sabes que te ama. Visualiza cómo se aproxima despacio mientras pones tu foco en tu corazón, en tu sentir, y notas cómo una sensación cálida y agradable te recorre tu cuerpo y se instala en tu pecho. Cuando llega a ti os fundís en un abrazo que sella este amor que os une. Tras esto, la persona se sienta a tu lado, permaneciendo en contacto. Después ves cómo se acerca otra figura querida y te abraza, y más tarde otra y otra. Así hasta que el prado verde donde estás se llena de personas que te quieren y a las que estás unido por fuertes lazos afectivos. Poco a poco, todas esas figuras se van diluyendo a medida que se instalan en tu corazón, pasando a formar parte de ti. Ahora estás lleno de ese amor que fluye entre tú y tus seres queridos. Ahora lo sientes dentro de una manera más profunda y real. Ese eres tú, completo y auténtico. Y ahora lentamente vas volviendo a la realidad de esta habitación …
Cuando nos despedimos mi paciente estaba feliz y satisfecho. Se iba con una tarea para realizar en los próximos días que le llenaría todavía más el corazón y le conectaría más con el mundo, con la parte más bonita de este mundo en el que vivimos.
Espero que os guste este número de BONDING y lo difundáis entre vuestros amigos y colegas (animarles a suscribirse y así les llegará gratuitamente cada mes) y, ya sabéis que estamos permanentemente en www.bonding.es
Un abrazo a tod@s.
José Zurita
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