Disfruta del Camino. Aprende a vivir desde el corazón
01/08/2016
Disfrutar del camino o disfrutar por el camino es la consigna para viviendo el presente poder sacar el máximo provecho y gozo a cada momento de vida. No esperar a que lleguemos para disfrutar, pues a veces no se llega nunca. Lo único real es el presente.
Tu vida cambiará cuando decidas o re-decidas vivir el presente.
Muchas personas creen que la frase anterior no va con ellas pues ¿cómo no voy yo a estar viviendo el presente?, desafortunadamente hay un gran número de personas que viven ancladas al pasado y otro considerable número que están enganchadas a metas futuras.
A mis pacientes y alumnos les explico “el efecto túnel”, algo que describí hace ya más de 25 años para explicar lo que le pasa a alguien que tiene incorporado un mensaje de “date prisa”. Desde el Análisis Transaccional sería un impulsor o contramandato del guión de vida.
La explicación es la siguiente: Si alguien va en un coche a más de 140 Km/h por una carretera bordeada por arboles a los dos lados y mira a uno de ellos, ¿qué verá?, la respuesta será una mancha de color marrón abajo y otra verde arriba, que corresponderían a los troncos difuminados y arriba a las hojas de los árboles. Sin embargo si fijamos la vista a un árbol lejano hacia el que nos acercamos lo podremos ver nítidamente. En definitiva veríamos borroso y difuminado los árboles por los que estamos pasando y nítido el árbol al que queremos llegar.
La metáfora del “efecto túnel” nos muestra cómo, si vamos demasiado deprisa, no vivimos el presente que se nos presenta borroso, pero sí podemos ver de forma precisa la meta futura. Nos enganchamos a ella pensando que cuando la alcancemos podremos disfrutarla, pero cuando llegamos a esa altura, se convierte en algo borroso y necesitamos fijar otra meta futura para continuar la carrera.
Una vez que nos conectamos a vivir en el presente, el siguiente paso será incorporar, si no se tenía previamente, el permiso para disfrutar. No, no es tan directo como habitualmente se piensa. No todos tiene el permiso para disfrutar. Es más, es relativamente frecuente que nuestros padres o uno de ellos no lo tuviera y nos transmitiera con su modelo, la prohibición para disfrutar. Esas personas que solo saben trabajar, que van de aquí para allá siempre ocupados, que no se dan un descanso para leer, charlar, pasear ni para contemplar un paisaje bonito…
Serrat cantaba una canción en la que el mensaje viene aquí como anillo al dedo…
Hoy puede ser un gran día,
plantéatelo así,
aprovecharlo o que pase de largo,
depende en parte de ti.
Dale el día libre a la experiencia
para comenzar,
y recíbelo como si fuera
fiesta de guardar.
No consientas que se esfume,
asómate y consume
la vida a granel.
Hoy puede ser un gran día,
duro con él.
Hoy puede ser un gran día
donde todo está por descubrir,
si lo empleas como el último
que te toca vivir.
Saca de paseo a tus instintos
y ventílalos al sol
y no dosifiques los placeres;
si puedes, derróchalos.
Si la rutina te aplasta,
dile que ya basta
de mediocridad.
Hoy puede ser un gran día
date una oportunidad.
Hoy puede ser un gran día
imposible de recuperar,
un ejemplar único,
no lo dejes escapar.
Que todo cuanto te rodea
lo han puesto para ti.
No lo mires desde la ventana
y siéntate al festín.
Pelea por lo que quieres
y no desesperes
si algo no anda bien.
Hoy puede ser un gran día
y mañana también.…
Vive cada día como si fuera el único que tuvieras. Descubre, goza, actúa, siente, participa, compártelo. Requiere todo un proceso de aprendizaje. No te eches para atrás, comienza poco a poco y con el tiempo te convertirás en un experto.
¿Sientes?, ¿Expresas tus emociones adecuadamente?, ¿fluyes en tus emociones?, … No creas que todas las personas se manejan bien con las emociones, más bien lo contrario. Llevo más de treinta años acompañando a mis pacientes a resolver sus conflictos a nivel emocional. Te aseguro que lo más habitual es ver que las heridas del pasado, sobre todo las infantiles, provocaron deficiencias en el manejo de las emociones. En otros casos las carencias emocionales y las prohibiciones para sentir y/o expresar vienen de generaciones anteriores, que a través de una cascada transgeneracional, van pasando de padres/madres a hijos/as.
Si descubres que puedes y quieres mejorar a nivel emocional, busca ayuda externa. Un buen Psicoterapeuta Humanista Integrativo te podrá ayudar a restablecer tu flujo emocional sano y adecuado. Aprende a vivir desde el corazón. Siente y muéstralo. Sé coherente con tu corazón. Que lo que pienses, sientas y hagas tenga esa congruencia necesaria para fluir en la vida. Muchas veces resumo el proceso de psicoterapia en el paso de “sobrevivir” a “vivir”. La diferencia está en el manejo sano de las emociones. Dejar de estar en “modo supervivencia” porque la persona resolvió sus conflictos emocionales profundos de la primera infancia, para estar en “modo disfrute”, en la que sacar provecho a cada momento presente de la vida.
Cuando se normaliza el mundo emocional interno, podemos gozar de nuestras relaciones afectivas de una forma sana. Somos animales sociales y necesitamos a los otros para vivir. Crea relaciones de confianza con las personas que te rodean. Disfrútalas. No seas tacaño en las relaciones. Si sientes algunos miedos al relacionarte, considéralo normal y afróntalo con buena energía. Esos miedos sociales se superan bastante bien. Confía y será mucho más fácil. Evita las relaciones tóxicas. Promueve las sanas.
Piensa en positivo. Vive en positivo. Erradica las malas energías y las fantasías catastrofistas. Huye de la pasividad. Juega, descubre a tu niño/a interior. Pásatelo bien, lo mejor posible, cada día. No postergues la felicidad. Consíguela ahora. No esperes a conseguir tus objetivos, disfruta por el camino.
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