Cuerpo y Amor. Una propuesta sobre trabajo corporal integrador
01/08/2016
RESUMEN
Este trabajo resalta la importancia del amor propio como elemento que favorece la congruencia con uno mismo. Explica como se puede potenciar este amor propio a través del trabajo corporal e integrarlo emocional, cognitiva y espiritualmente, por eso esta investigación consta de una revisión bibliográfica sobre diferentes psicoterapias corporales y la integración del amor en el trabajo corporal y de la propuesta de un modelo de trabajo corporal integrador.
INTRODUCCIÓN
Este trabajo e investigación comenzaron con mi propia vivencia, empecé a investigar mi cuerpo desde otra perspectiva. Comprendí que el prisma bajo el que había estado tratando mi cuerpo hasta entonces (fisioterapia tradicional) se disfrazaba de solución cuando realmente generaba muchos límites. Desde mi infancia había adoptado la creencia de que mi cuerpo tenía graves errores sobre los cuales yo tenía que trabajar duro para cambiarlos, para poder tener un cuerpo lo más normalizado posible. Está idea de esforzarse para cambiar mi cuerpo, de no rendirme ante mi cuerpo limitante, de luchar contra mi cuerpo para convertirlo en otro cuerpo más cercano al cuerpo ideal, me capacitaría para hacer más cosas, para hacer lo que los demás ya podían hacer. Era en su momento a todas luces, una idea lógica. Una idea inteligente, tan argumentada que me dirigía hacia el cuerpo ideal y me separaba en gran medida de mi cuerpo real. Esto es lo que parece ocurrir en nuestra sociedad, nos alejamos de nuestro cuerpo para intentar alcanzar un cuerpo idealizado. Por otro lado nos aferramos a nuestro intelecto, lo valoramos en desmedida, solo apreciamos nuestra inteligencia, solo nos consideramos valiosos por nuestros pensamientos y nuestra capacidad de abstracción (Casasnovas,2009). O nos aferramos a nuestra imagen, convirtiendo el cuerpo en una superficie hueca, vacía de emoción y vivencia. “Oscilamos entre el desprecio y la sobrevaloración de nuestro cuerpo” (Álvarez Romero, 2008)
Sin embargo al abordar mi cuerpo a través de las terapias corporales, principalmente Diafreoterapia, mi perspectiva fue evolucionando. Llegué a la conclusión que Fritz Perls plantea “Yo soy cuerpo” y a partir de ahí he ido contactando con mi cuerpo. Me he acercado y he comenzado a amarlo, a amarme. Lo maravilloso es que al aceptar mi cuerpo, no me quedo ahí, acepto mi emoción y mi pensamientoy doy paso a mi espiritualidad. Me siento unificada, me siento Yo. El cuerpo es la base material de la emoción y del pensamiento, todo se sostiene en él (Casasnovas, 2009).Entonces no es de extrañar que si amo mi cuerpo este amor se integre a muchos niveles. He querido seguir explorando el mundo de las terapias corporales y cómo estas influyen, ayudan e incluso provocan este amor incondicional de uno mismo hacia si mismo. Para amarnos más allá del intelecto, tenemos que descubrir y acoger nuestro cuerpo: las sensaciones internas y habitarnos por dentro, acoger nuestro cuerpo externo como expresión de nuestra identidad, de esta manera se podrá producir una integración amorosa de todas nuestras dimensiones gracias a ese acercamiento corporal (Álvarez Romero, 2008).
HIPOTESIS Y MÉTODO
La hipótesis que planteo tras mi experiencia personal y la puesta en práctica de un modelo de trabajo corporal Integrador (TCI) con una paciente y 4 voluntarios es la siguiente: Al descubrir la vivencia corporal interna principalmente y observar nuestra imagen corporal externa sin juicios, abrimos la puerta a nuestro padre nutritivo positivo que acogerá nuestro cuerpo, nuestra emoción, nuestro pensamiento (incluso puede que nos muestre una espiritualidad) de tal forma que nos sentiremos integrados, en contacto con nosotros mismos, en definitiva: nos amaremos.
El método para comprobar esta hipótesis consta de diferentes partes:
Me he basado en mi experiencia personal como paciente en psicoterapia y en la terapia corporal diafreoterapia. Por otro lado me he basado en mi experiencia como Psicoterapeuta y como “observadora y guía” durante las sesiones de trabajo corporal, para las cuales he diseñado un modelo de trabajo corporal integrador y un cuestionario para recopilar la vivencia de la persona con respecto a su cuerpo. Además he hecho una revisión bibliográfica sobre diferentes terapias corporales y cómo estas promueven el amor hacia uno mismo.
LA RELACIÓN CON NUESTRO CUERPO
“Si olvidamos o se maltrata el cuerpo no podemos recibir información exterior, acabamos distorsionando la información interior y no podemos nutrir nuestra emoción y pensamientos por lo tanto nos sentirnos desorientados y despersonalizados” (Ruiz bueno y Gómez Milán, 2007). Acoger a nuestro cuerpo es primordial, acogerlo como venga, como sea en cada momento, acoger lo que es y el cambio, aceptar y vivir el movimiento, fluir en conexión con nuestro cuerpo, con nosotros mismo. Para ello buscamos sentirnos coherentes e integrados, uniendo cada una de nuestras dimensiones( corporal, cognitiva, emocional y espiritual) (Lowen,2004).Nuestro cuerpo está conectado con el resto de nuestras dimensiones, por lo tanto actúa y se expresa en consecuencia de la información, la emoción y la energía que nosotros como seres humanos retengamos o dejemos fluir. Cuando reprimimos una sensación, emoción o ignoramos un conflicto interno, el cuerpo se convierte en mensajero y nos envía síntomas que se pueden convertir en enfermedades: somatizaciones. (Barral, 2011).
SOMATIZACIONES
Por un lado nuestra emoción necesita fluir, expresarse. Por otro lado nuestro cuerpo nos muestra información sobre nosotros mismos a nivel emocional y psíquico, que nosotros hemos aprendido a ignorar(Casasnovas,2009). Cuando todo va bien el cuerpo nos informa sutilmente, con suavidad en consonancia, nos ofrece sensaciones placenteras, amables. Sin embargo cuando algo va mal, solemos decidir no escuchar al cuerpo y no dejar fluir nuestra emoción, nos reprimimos generando en términos gestálticos el “si mismo corporal negado”(Apuntes Instituto Galene, 2014) y entonces el cuerpo sigue hablando, solo que en estas ocasiones grita.Quiero ilustrar esto con un ejemplo que he podido observar durante una de las sesiones de trabajo corporal, el voluntario es un varón de 46 años de edad, durante la sesión en un ejercicio para relacionar el rostro y el cuerpo como identidad de nuestra persona, me comenta que “odia su piel ya que esta no solamente le hace sentirse viejo sino que además padece dermatitis” al preguntarle sobre esta enfermedad me responde que “efectivamente es mi cuerpo que me avisa de que hay algo que estoy reprimiendo a nivel psicológico, cosas a las que no hago caso, cosas que no expreso” su tono de voz es algo escéptico. Al decirle “ yo le agradezco a tu piel tener dermatitis, le agradezco que esté presente y que te avise de que hay algo que atender” El voluntario me dice que tengo razón pero que no lo siente así, siente que su piel está en contra de él. El cuerpo de esta persona está gritando, envía el mensaje de alerta. Respondo que entiendo su sentir, su rechazo y que acojo a su piel así, quizá el pueda y quiera hacerlo en algún momento de su vida. Otros voluntarios a la hora de hacerse presente el síntoma, sentían rabia, molestia, ganas de que se callará, de que desapareciera o de que se deshiciera. Cuando el cuerpo nos grita, es porque necesita nuestra atención, cuidado y mimo, igual que un bebé cuando llora. Los gritos corporales, es decir los síntomas, son desagradables: tensiones musculares, dificultades para respirar, cansancio crónico, dermatitis, catarros, etc. y por lo tanto nos cuesta aceptarlos, mirarlos con amor, dejarlos ser y escucharlos (Casasnovas, 2009 ; Barral, 2011; Asensio, 2012). Sin embargo es lo que más necesitan, por eso es tan importante que para sentirnos integrados y unificados comencemos por escuchar con ternura nuestros síntomas y agradecer su función mensajera.
EXPRESIÓN POSTURAL
Son numerosos los estudios sobre lo importante que es una buena postura a efectos de la salud física, nos evitan problemas de espalda, problemas en las articulaciones. Es más se resalta la importancia de educar posturalmente a los niños y a los adolescentes ya que están en una etapa de crecimiento y desarrollo físico y también psicológico, se habla de la importancia que tiene la expresión postural a la hora de integrar nuestro esquema corporal sin distorsiones(Gómeze Izquierdo,2003).La sociedad nos habla de posturas correctas e incorrectas, sanas e insanas. Alexander Lowen nos habla del carácter en la bioenergética. Este carácter nos habla de nosotros mismos, de nuestros rasgos de personalidad y cómo está determinada nuestra figura corporal y por ende nuestra postura (Apuntes instituto Galene, 2014). Georges Escribano en el módulo presencial de Psicopatología y Psicodiagnóstico del Master en psicoterapia humanista Integrativa en Abril 2015 dijo que “La personalidad es un continuo entre patológico y sano ninguna personalidad es mejor que otra, todas están bien, nuestro objetivo como psicoterapeutas es llevar a nuestro paciente lo más cerca posible del extremo sano”. Por lo tanto en vez de hablar de posturas correctas o incorrectas, debamos mejor hablar del carácter bionergético que se muestra en nuestra expresión postural y buscar nuestra expresión postural más sana dentro de nuestra personalidad. Observando a los voluntarios que se presentaron para formar parte de esta investigación y en mi paciente. Pude observar rasgos de diferentes caracteres bioenergéticos en cada persona. Dos de los voluntarios, varones de 21 años y de 46 años presentaban un carácter rígido: un cuerpo bien desarrollado y simétrico, las piernas, brazos y mirada llenos de energía. El voluntario de 21 años si que desprendía vitalidad. Además presentaba algún rasgo esquizoide: un cuerpo delgado y apretado muscularmente, con las extremidades frías (sobre todo los pies). Dado que era voluntario solo pude observarle durante la sesión de trabajo corporal, donde presentó sobre todo rasgos psicológicos esquizoides. Se mantuvo a un nivel mental y describía sus sensaciones con un vocabulario descriptivo pobre “es agradable, es aburrido, es desagradable”, poco interesado en su vivencia emocional o experiencial. El voluntario de 46 años presentaba un carácter rígido, simétrico y bien proporcionado, sin embargo no mostraba los puntos de contacto con vitalidad, su mirada era triste y los brazos sin energía también, en un ejercicio en el que se utilizaba la voz pude observar que había restricciones en su garganta . Además de haberlas en la espalda, es decir también mostraba rasgos de carácter masoquista. Los rasgos psicológicos eran claramente masoquistas “Necesito sentirme obligado a hacer este ejercicio y me acabará gustando” “lo he hecho porque tú lo has dicho”necesidad de complacer y no tener en cuenta sus necesidades “esto es ridículo, tengo que hacerlo solo porque tú lo dices, me siento enfadado” hostilidad y resentimiento reprimidos. Para generar una atención y observación amorosa hacía su postura es importante focalizar el trabajo en la aceptación, dejar ser.Esta observación sin juicio es como Carmen Cuenca psicóloga y psicoterapeuta en el módulo presencial sobre Gestalt, Mayo 2014, del Master en Psicoterapia humanista Integrativa nos indico que debíamos mirar nuestra vivencia corporal y la de nuestro paciente. Esta atención amorosa es la que abre la puerta al amor propio a nuestra expresión postural y a su expresión sana. Al llevarlo a cabo con estos dos voluntarios y dar el permiso para dejar ser su expresión postural, se activo en ambos su Padre Crítico Negativo (anexo1) y expresaron que era innecesario, ridículo y forzado. Por ello a lo largo de la sesión de trabajo corporal fomenté esta atención y observación sin juicio para abrir la puerta a su Padre Nutritivo Positivo (anexo 1).
IMAGEN CORPORAL
Paul Schilder, psiquiatra y psicoanalista austriaco, discípulo de Freud que influyo a William Reich, decía queLa imagen corporal sería resultante de la percepción que le infringe la postura y el tono muscular. Este concepto es importante, pues la visión de la imagen del cuerpo permite pasar del cuerpo de la percepción, al cuerpo representado, lo que facilita el acceso al mundo psíquico. En la actualidad nuestra imagen corporal no se basa exclusivamente en nuestra postura y nuestro tono muscular, se basa también en nuestro rostro. Es cierto que nuestra imagen corporal, nuestro esquema corporal influye en nuestra psique. De hecho uno de los principios comunes en muchas psicoterapias corporales es que nuestra autoimagen está altamente relacionada con nuestra autoestima (Ramírez, 2005). En el modelo de trabajo corporal integrador que propongo, la vivencia interna corporal de las emociones es el principal objetivo, sin embargo también he añadido un ejercicio de observación del rostro, porque es importante trabajar nuestra identificación corporal externa, referida a lo que consideramos que somos nosotros mismos. Esta identificación rostro/identidad nos acerca a contactar con quienes somos y a sentir la posición existencial según el análisis transaccional “Yo soy OK”. En 2 casos: Varón de 46 años y mujer de 35 años que realizaron este ejercicio, mirándose a un espejo, la primera emoción que pude percibir en mi contratransferencia fue vergüenza, miedo a ser juzgados por el espectador, que era yo, por lo que exploré una posible invasión, mediante la pregunta ¿Está bien que yo esté aquí delante? Ambos me respondieron que si. Permanecí en mi lugar, se observaban en el espejo tímidos al principio, ante la pregunta ¿Qué ves en el espejo? Ambos describían su piel, sus ojos, su nariz, su frente, su pelo con adjetivos descalificantes o neutros y con un tono de voz descalificante, de nuevo el Padre Crítico Negativo hablaba. Entender a su padre crítico y escucharle en vez de contrarrestar sus palabras, tuvo un buen resultado: ante la pregunta ¿Puedes amarte así (feo, vieja, apagada, sin luz)? Las respuestas llegaron desde un padre nutritivo positivo incipiente “puedo intentarlo” “si que puedo, es difícil”. De tal manera que hubo un acercamiento, un encuentro con ellos mismos, que concluyeron en positivo. Si no hubiese habido un espacio para escuchar al padre crítico negativo, no hubiese habido un amor incondicional dirigido a toda la persona, no se podrían haber expresado los rasgos que se rechazaban.
EMOCIÓN EN EL CUERPO
“Las emociones son la vida del cuerpo, así como los pensamientos son la vida de la mente” Alexander Lowen,2004. Las emociones se expresan y habitan nuestro cuerpo, nuestra piel, nuestros músculos, nuestro esqueleto, nuestro movimiento. Hemos aprendido a desconectar de ello en nuestra vida cotidiana. Sin embargo en consulta cuando hago la pregunta “ ¿dónde sientes la tristeza, la rabia, la alegría…?” mis pacientes señalan su pecho o dicen “ por todo el cuerpo” “en el estómago” “en la cabeza” La emoción está, se hace presente en nuestro cuerpo. Yo misma siento miedo paralizante en mi brazo izquierdo o culpa en las sienes, entre otras muchas cosas. Por ello al hacer un modelo de trabajo corporal integrador, he añadido un ejercicio “Escáner Corporal” donde la persona recorre con su atención el cuerpo preguntándole a cada parte “cómo se siente y que necesita” abriendo la puerta a identificar y descubrir emociones en una parte nuestra concreta y asociarla con el con su sentir, darle forma, voz y función.
¿CÓMO FOMENTAN LAS TERAPIAS CORPORALES EL AMOR A UNO MISMO?
Hay una gran variedad de terapias corporales. En este apartado hablaré de las terapias que me han guiado en este modelo integrador de trabajo corporal, el cual explicaré en detalle más adelante.
FOCUSING
Eugene Gendlin, padre del Focusing, subrayaba la importancia de dotar de sentido a nuestra experiencia por esto consideraba crucial integrar la sensación interna, la vivencia corporal de la que emanaba la emoción y así luego nuestro pensamiento podía ponerle palabras a la experiencia y al integrar todos estos componenteslo vivido cobraría significado (Apuntes Galene,2013) centrándonos en nuestra sensación sentida potenciamos el encuentro con uno mismo. En el modelo que expongo más adelante este es uno de los objetivos dotar de sentido a la experiencia corporal, por ello utilizo varios pasos del proceso de focalizar: a) escoger algo en que focalizarse, b) encontrar un símbolo para la sensación sentida, c) preguntar para realizar nuevos ajustes y aceptar lo que venga (Klagsbrun, 1999).
GESTALT Y CUERPO
La Gestalt considera el cuerpo como nosotros mismos, no tenemos cuerpo, somos cuerpo. Por lo tanto cuando no reconocemos nuestro propio cuerpo o rechazamos algunas partes de nuestro cuerpo, implica que rechazamos o ignoramos algo de nosotros mismos. Además la Gestalt propone que nuestro cuerpo ES en contacto con el entorno y se diferencia y se define a través del entorno (Apuntes Galene, 2014). Por lo tanto esto es lo que fomento a lo largo de la sesión de trabajo corporal, abriendo la posibilidad de darle forma y color a la sensación interna. Margarita de 30 años (anexo 4) sentía un ladrillo rojo llamado Claus. Además entrando en contacto físico con la persona esta se puede sentir reconocida y existente. Definiendo su vivencia como válida sintiéndose acompañada (Gimeno-Bayon,2009) y facilite su contacto interno (Asensio,2012).
MOVIMIENTO AUTENTICO
La técnica del movimiento auténtico consiste en llevar tu atención a tus impulsos corporales e internos y dejarlos libres, entrando en movimiento sin un objetivo consciente. En presencia de un terapeuta que ejerce de testigo en silencio, quieto. Observando y acompañando al paciente en su movimiento auténtico(Waissman, 2013). Cuando nos encontramos moviéndonos auténticamente,reconocemos, honramos esa sabiduría corporal interna que nos guía, que nos mueve y que es nuestra: sentimos “una satisfacción intensa en habitar la experiencia a través de cuerpo. Una alegría y una sensación de libertad por reconocer en el cuerpo lo que uno siente. Algo se llena y se completa… Esto resulta profundamente sanador.” Así lo relata Bettina Waissman, experta en movimiento auténtico. Esta satisfacción promueve, genera y gesta un amor profundo, genuino hacia nosotros mismos por esto he incluido un ejercicio de movimiento auténtico y porque es una disciplina totalmente integradora en la que se busca un espacio seguro, se incluye la necesidad relacional según Richard Erskine de ser visto y se necesita como herramienta primordial la confianza entre terapeuta- paciente. Se buscan asociaciones libres de Freud y se da pie ala imaginación activa de Jung y se habla de cerrar el ciclo de la experiencia como en Gestalt (anexo 2)
TERAPIA CORPORAL EMOCIONAL (TCE)
Susane Luebcke y Anne Soeller son las madres de la Terapia Corporal Emocional, médico especialista en alergias y fisioterapeuta del método Bobath respectivamente, fueron creando este método que consiste en acoger el síntoma que trae el paciente ya sea físico o emocional y tras identificarlo en una parte del cuerpo se procede a hacerle una entrevista, a tener una conversación con ello, dándole, voz, empatizando con ello y escuchando su necesidad de tal forma que se convierte en una conversación de 3, terapeuta, paciente y síntoma, buscando un acuerdo entre paciente y síntoma. El terapeuta acoge y da la bienvenida y agradece la presencia del síntoma. Esto genera una reacción o sorpresa en el paciente que normalmente quiere deshacerse del síntoma (Luebcke y Soeller,2014). Se incluye la pregunta ¿”Síntoma” te gustaría que “paciente” te amará así como estás y eres ahora mismo? El síntoma casi siempre responde con un rotundo si. Y esto genera un acercamiento, una compasión* hacia uno mismo que sana. Por esta razón incluyo la TCE.
BIOENERGÉTICA Y DIAFREOTERAPIA
“El propósito de la bioenergética es ayudar a la persona a abrir su corazón al amor y a la vida” (Lowen,2004). Alexander Lowen en su libro “Honrar el Cuerpo” habla de cómo el desbloqueo de la energía, el flujo de esta, libre en el cuerpo de una persona, le hace sentirse capaz, buena y bella. A través de sus ejercicios bionergéticos, en especial la respiración te lleva a abrirte y canalizar la energía. La diafreoterapia es “un método que intenta acercar al paciente a su forma física más armónica y equilibrada para que las funciones de las que escapaz, las realice lo más fácil y adecuadamente”(Casasnovas, 2009). Para ello utiliza la respiración como motor y energía para acercar a la persona cada vez más a su eje. Esto se consigue dejando estar y aceptando, descubriendo los bloqueos musculares que nuestro cuerpo mantiene para asegurar nuestra supervivencia, cuando somos conscientes de ellos y de su función entonces “cuando esa protección ya no es necesaria podemos descubrir quienes somos” (Casasnovas, 2009) El modelo que yo propongo comparto el propósito de la bioenergética y de la diafreoterapia, por ello como se verá más adelante la respiración y la posición corporal son clave.
PSICOTERAPIA HUMANISTA INTEGRATIVA
El objetivo del modelo de TCI que propongo es: Generar amor hacia nuestro cuerpo e integrarlo en el resto de nuestras dimensiones humanas: pensamiento, emoción y espiritualidad. Esta idea que a mi me surge sobre las dimensiones humanas, está relacionada con el “Esquema de los 5 niveles de intervención”(anexo 3) de José Zurita. El modelo que yo propongo incide en la conducta a través del movimiento con el cuerpo. Los ejercicios corporales generan un pensamiento social “esto es divertido, ¿para que servirá? Quiero cambiar de posición. Que revuelto tengo el estómago”, a través de este yo como terapeuta puedo leer el pensamiento profundo del paciente que se “mueve” mientras se mueve el cuerpo, han aparecido mandatos e impulsores como “complace, no sientas, no seas tú, esfuérzate” (Instituto Galene, 2013). Han surgido emociones básicas como tristeza y rabia principalmente y por otro lado amor horizontal (hacia uno mismo) (Instituto Galene, 2013). A nivel existencial y emocional profundo surgieron miedo a la invasión explícitamente y miedo al abandono de manera implícita. Por otro lado hablo de la integración del amor hacia uno mismo en todas estas dimensiones para ello a lo largo del TCI de manera indirecta se busca la congruencia entre las dimensiones buscando una coherencia entre cada nivel como explica José Zurita hablando del principio de congruencia y coherencia (apuntes de Galene, 2013) . Está congruencia entre cada dimensión o nivel es la que favorece la integración del amor a uno mismo en toda nuestra persona. Esta integración de amor hacia nuestra persona nos abre la puerta a la espiritualidad y podemos llegar a sentir una conexión con el mundo de amor, respeto y sentido que nos hace transcender, como pude vivenciar en el taller “La espiritualidad: un camino de sanación e integración humana” Febrero 2015 por José Antonio Vázquez, monje contemplativo.
MODELO DE TRABAJO CORPORAL INTEGRADOR (TCI)
Este modelo de trabajo corporal es el producto de una evolución constante, se ha ido gestando y cambiando según la persona que lo vivenciaba, con el fin de adaptar la técnica al paciente y no viceversa. Por ello la sesión de trabajo corporal se fue desarrollando de una manera o de otra al ritmo de cada persona. Voy a exponer este modelo a través de la sesión de trabajo corporal que realice con una de mis pacientes y puntualmente (debido al límite de la extensión de este artículo) a través de la experiencia de los voluntarios.
Este modelo consta de tres partes, dos se relacionan con el ciclo gestáltico (anexo 2) : conciencia y contacto y una tercera de integración del amor propio y cierre. En cada parte se realizan unos ejercicios cuyo diseño está inspirado en distintas terapias corporales.
Alba de 24 años de edad lleva en terapia conmigo desde hace varios meses. Está terminando la carrera de psicología, tiene pareja con él cual la relación es conflictiva. Ahora mismo Alba se ha vuelto a vivir a casa de su madre ya que su padre, con quién previamente vivía, debido a un enfado, ha reaccionado de manera desproporcionada y le ha echado de casa. Le gustaría que su relación con su padre y con su pareja fuese estable y tranquila. Se siente algo más cercana a sus amigos, aunque le gustaría tener más conexión con ellos. Considera que no se conoce muy bien a si misma y este fue su motivo de comenzar terapia. Alba tiene un carácter bionergético de tipo oral(respiración superficial, musculatura algo débil y delgada, cuello largo y piel apagada).Tiene una base de personalidad de tipo emocional , necesita saberse importante para sus padres, sentirse querida. Sin embargo al empezarla terapia se encuentra en una fase pensadora no solo por su aspecto físico, ropa elegante y poca expresión facial sino por su dificultad para conectar con sus emociones, se queda en sus pensamientos y busca lógica y explicaciones. A lo largo de estos meses, respetando el ritmo de Alba se ha ido acercando más a su base emocional y por ello al sugerirle este trabajo corporal, aceptó encantada, “así me conoceré más a mi misma”.
Antes de comenzar le explico a mi paciente que “no hay respuestas ni movimientos correctos o incorrectos. Lo importante es tu vivencia, tu experiencia Cualquier ejercicio con el que no te sientas cómoda puedes avisarme y cambiaremos de ejercicio. Permítete experimentar, descubrir.”
Parte Toma de Conciencia Corporal
En esta primera parte el objetivo es que el paciente dirija su atención a su cuerpo, que se sitúe en la sensación corporal y que sepermita sentir válido y “bien” con lo que presente su cuerpo en ese momento. Se hacen varios ejercicios.
Arraigarse, Caminar, sentirme en movimiento: La instrucción es: camina descalza, siente el contacto con el suelo de tus pies, ¿que perciben? ¿qué sienten? Siento las diferentes texturas, unas son más agradables que otras el suelo es frio,la alfombra acogedora, la esterilla me hace cosquillas, me relaja centrarme en los pies. ¿Mientras caminas además de tus pies y piernas que otras partes del cuerpo se mueven? los brazos, el trasero, nada más. ¿Cómo es para ti fijarte en ese movimiento? Relajante. Tomate tu tiempo, fíjate en tu ritmo al caminar, disfruta de la relajación que sientes, está bien así.
Abrir y Cerrar el cuerpo: La instrucción es: A) de pie y quieta estira un brazo primero, muchísimo como si se abriera, como si quisiese arrancarse del cuerpo. Luego otro brazo. Ahora los dos brazos a la vez como si se abrieran, como si se fuesen a separar. Ahora una pierna, ahora la otra pierna. Le sumamos los dos brazos a la vez y ahora abrimos el rostro: los ojos se quieren salir, la boca se abre del todo y la nariz. Durante esta parte del ejercicio, yo acompaño a Alba en los movimientos para que no se sienta tan expuesta y observada, en mi contratransferencia resonaba con miedo y timidez. Al abrir los ojos y al estar enfrente la una de la otra, Alba apartó la mirada y yo como Terapeuta percibí miedo a la invasión, miré hacía otro lado, permitiéndole a Alba permanecer en el ejercicio sin sentirse invadida en esta posición, percibiendo sus sensaciones internas. B) Ahora vas a encoger un brazo como si quisiera unirse, fusionarse con el tronco, ahora el otro brazo, ahora una pierna se quiere pegar a tu cuerpo, fusionarse, haz lo que necesites para que tu pierna se fusione, ahora la otra, le sumamos los brazos y el rostro, se cierran los ojos se aprieta la boca se encoje el cuello, se cierra el cuerpo. En esta parte del ejercicio Alba se recoge a si misma contra el suelo y esconde la cabeza entre sus hombros. Percibo como sigue mis instrucciones al pie de la letra, aparece su impulsor “se perfecta”. Al preguntarle por sus sensaciones en ambas posiciones me dice “al abrir el cuerpo he sentido desequilibrio,incomodidad,inestabilidad,era demasiada…tensión. Al cerrar el cuerpo he sentido agobio, que no puedo hacer nada y que no puedo ser como soy.”¡Qué intenso y agobiante ha debido ser esa sensación!¿Qué necesita tu cuerpo ahora Alba? “Estar en una posición media, equilibrio.”
Movimiento Auténtico: La instrucción es: siente que movimientos quiere hacer tu cuerpo, explora a ver que movimientos te pide, necesita, sea lo que sea estará bien. Alba se permitió moverse, se aparto el pelo de rostro estiro los brazos, se sentó en un sofá, se estiro y encogió las piernas, movía los ojos en diferentes direcciones, como terapeuta resoné con palabras como “explora” disfruta “ se permite” “ES”. Luego Alba me comentó que fue muy agradable buscar la comodidad que le pedía su cuerpo. Aquí florecieron los permisos de Alba. Me gustaría ilustrar este mismo ejercicio con otro de los voluntarios donde la reacción fue opuesta, lo que demuestra que el permiso de ser uno mismo aparece en un momento o en otro durante la sesión de trabajo corporal. Luis, de 46 años (anexo 4) al realizar este ejercicio permaneció quieto de pie, con una respiración muy débil y con una tensión por todo el cuerpo que le permitía balancearse un poco. Aquí en mi contratransferencia resonaron mandatos de “No hagas” “No seas” “No sientas”. Luis al finalizar este ejercicio me dijo “mi cuerpo me pedía que me rascará la pierna porque me picaba pero yo le dije ahora no es el momento para eso”; confirmación de los mandatos.
En esta primera parte he utilizado técnicas de toma de conciencia corporal de Gestalt y en algún caso he utilizado el ejercicio “arraigarse” de la bioenergética (Lowen,2004) este ejercicio lo he utilizado cuando veía que la persona no lograba conectar con su cuerpo al caminar simplemente. Y por último se lleva a cabo la primera etapa del movimiento auténtico según Janet Adler(Waissman, 2013) que consiste en dejar ser el movimiento que necesita el cuerpo en ese momento, colocando nuestra consciencia en ello. Esta toma de conciencia corporal, no solo conciencia sobre el propio cuerpo si no que también energetiza. Los permisos para dejar estar al cuerpo y aceptarlo así, abriendo una puerta al amor por uno mismo.
Parte Contacto con la vivencia corporal
En esta segunda parte el objetivo es que el paciente contacte con la vivencia corporal, con la emoción que aflora, con la necesidad corporal presente, y le de voz, movimiento, espacio desde una atención y acción amorosa y así despierta el padre nutritivo (anexo 1). Consta de varios ejercicios.
Escáner Corporal: La instrucción es “colócate en una posición que te pida el cuerpo ahora mismo, ahora tendrás que mantener esta posición durante un rato sin moverte lo máximo posible. Cierra los ojos si prefieres, respira profundamente una vez y lleva tu atención a tus pies ¿en qué posición están? ¿Están cómodos o incómodos? ¿Cómo se sienten tus pies, contentos, tristes, enfadados, están asustados? Pregúntales ¿qué necesitan? Si necesitan algo diles que aunque ahora no se lo vayas a dar, les has escuchado y se lo darás en otro momento.”Así sucesivamente con gemelos, rodillas, muslos, glúteos, genitales, tripa, pecho, hombros, brazos y manos, espalda, cuello, rostro y cabeza. De tal manera que esto en sí es un gesto de respeto, de atención, de amor a cada parte de su cuerpo. Mientras voy haciendo el escáner, Alba (que se ha colocado tumbada boca arriba con las piernas dobladas y la cabeza apoyada sobre una almohada) comienza a respirar regularmente y algo más profundamente. Cuando estoy por la altura del cuello y del rostro ya terminando el escáner percibo que Alba se ha dormido. La despierto suavemente y me dice “Ay perdona te estaba escuchando pero ya para el final me he medio dormido, lo siento mucho, tienes una voz muy relajante” Le digo que no pasa nada, a mi también me ha pasado alguna vez y le doy las gracias por el piropo sobre mi voz, nos reímos juntas esto refleja la importancia de un vínculo terapéutico cercano y de confianza que permite ser y estar a la paciente. Además interpreto esta reacción de sueño como un mandato muy potente de “No sientas”.
Conversación de Terapia Corporal Emocional(TCE) y Focusing: En este ejercicio se mantiene la posición en la que se ha colocado el paciente previamente. Esto es importante porque esta posición acentúa unas determinadas emociones y sensaciones, las que el cuerpo considera que han de ser atendidas. Alba permaneció tumbada boca arriba con las piernas dobladas. La instrucción fue: “escucha que parte de tu cuerpo te llama más la atención o en la que sientes un bloqueo, una tensión…” Enseguida Alba señalo sus piernas, al preguntarle ¿cómo estaban? Habló de una sensación de tensión y estar sin fuerzas. Para focalizar más la sensación y darle presencia le pregunto a Alba¿ de qué color es, tiene temperatura, forma, nombre? “es una tensión azul, caliente, sin fuerzas, una línea recta”. Si para ti está bien voy a iniciar una conversación con esa tensión que está en tus piernas. ¿Me puedo dirigir a ella como “tensión de Alba”? “Siento esa tensión azul, caliente..” Bienvenida tensión de Alba, gracias por estar aquí. ¿Cómo te encuentras? ¿Qué necesitas? La tensión de Alba expresó que estaba bien así tensa, que necesitaba descansar y permanecer así. Al preguntar cómo está bien así, responde que está ahí para sostener a Alba, si no estuviera, Alba se caería. Le doy las gracias por su buena función y le pregunto a Alba si ha escuchado a su tensión. Alba explica que entiende lo que dice su tensión pero que a ella le molesta, es muy pesada y que ella se puede sostener con sus principios y valores. Hago eco de la rabia que aparece en la voz de Alba “ que pesado y que rabia sentir esa tensión” Al volver a dirigirme a la tensión de Alba está dice que sin ella Alba físicamente no se podría sostener. Más adelante respondiendo a mis preguntas la tensión de Alba dice que le gustaría que Alba la quisiera tal como es, Alba responde que la podría querer si no fuese tan grande. Terminamos la conversación dándole yo las gracias por estar a la tensión de Alba y a Alba por su confianza. Cuando Alba cambió de posición, se sentó y le invité a mimar sus piernas ya que habían hecho un buen trabajo. Alba lo hizo se acaricio las piernas y sintió que le gustaba. De esta manera se reconocía el esfuerzo de sus piernas, se regalaba un mimo, amor de ella para si misma. Las posiciones en las que se coloca el paciente varían mucho. Luna de 35 años(anexo 4) se colocó en posición fetal con una manta por encima y apareció una tensión en el cuello, la posición en la que se encontraba Luna era agradable, protectora, se estaba mimando y en está posición Luna llegó a querer y sentir amor por la bola de tensión en su cuello. La posición en la que eligen colocarse los pacientes implica hasta que punto escuchan a su cuerpo.
Respiración y descarga de Diafreoterapia: Este ejercicio va seguido de la conversación TCE para liberar las emociones que no se hayan expresado del todo durante la conversación. En el caso de Alba fue la rabia. La instrucción es “Túmbate boca arriba, pon las mano sobre los cojines con los brazos estirados, la cabeza sobre la almohada y estira las piernas. Inspira por la boca profundamente y exhala por la boca desde el estómago como si soltases un suspiro, siente cuales son tus puntos de contacto con el suelo, ¿cómo se sienten?, ahora fíjate en que partes de tu cuerpo no están en contacto con el suelo. ¿Cómo se sienten?” En general las partes que no están en contacto con el suelo se sienten “olvidadas, tristes, tensas, bloqueadas” según los voluntarios y paciente. La mayoría se centraron en las lumbares en este ejercicio y la emoción predominante era la rabia. Alba localizó la rabia en sus lumbares y le propuse volver a respirar 3 veces, con esta respiración se abre el canal respiratorio, el aire llega más profundamente y contactas con tu sensación mucho mejor. Alba respiro débilmente sin mucha fuerza, por lo que le propuse añadir voz y no le salía. Refirió que la rabia se había evaporado un poco pero que seguía habiendo. Le propuse realizar una descarga contra los cojines con fuerza mientras exhalaba el aire, lo repitió dos veces y dijo que ya no sentía la rabia, se había desconectado. Hubo una deflexión, interrupción del ciclo gestáltico que no le permitió contactar (anexo 2). Aún así Alba al terminar cerró el ejercicio así “ Sin pensar tanto, al respirar está todo mucho mejor”, en conexión con el bienestar corporal, encontrando una herramienta para cuidarse mejor. Le vuelvo a invitar a mimarse las lumbares y redondea la espalda inclinándose hacia delante, le pregunto si me deja hacerle un mimo a sus lumbares y se las acaricio. En otros casos la rabia se expreso con fuerza y satisfacción como en el caso de Margarita de 30 años y de Luis de 46 años (anexo 4).
Espejo: Hasta ahora el objetivo era descubrir y amar la sensación interna. En este ejercicio el objetivo es centrarnos en el cuerpo externo, como nos vemos. Nuestro Rostro.La instrucción es: ¿Está bien que yo estédelante y cerca de ti? Mira en el espejo y descubre qué es lo que ves. Descríbeme qué ves. Alba me responde que se mira y ve a una desconocida que le resulta familiar. Los ojos, la nariz desde una perspectiva frontal, sus gestos bucales, las expresiones faciales y el hoyuelo debajo del labio inferior los reconoce como suyos sin embargo globalmente no se reconoce. A veces cuando se mira al espejo ha sentido eso. Ahora mismo se siente rara. Le propongo seguir mirándose y dejar sentir esa rareza, que salude a la “desconocida” que ve en el espejo, se saludan. ¿Qué le dirías? “Le diría..”Díselo directamente. “Ábrete, no te conozco”. ¿Puedes convertir eso en una petición?“Podrías abrirte y darte a conocer”. ¿Qué te responde? “Me gustaría”. Le pregunto yo ¿Te quieres aunque haya partes de ti que no reconozcas? “Puedo intentarlo pero ya veremos aunque la veo amigable y agradable, se que debo… pero no se yo si me voy a hacer mucho caso.” Le digo a Alba “Está bien que todavía no te reconozcas, puedes quererte así y puedes ir descubriéndote”. Se puede observar la falta de contacto consigo misma de Alba y cómo este saludo y está primera petición ha resultado ser un acercamiento a si misma, queda mucho camino por recorrer ya que aparece su padre crítico negativo (anexo 1) con el “deberías”. Este ejercicio en otros casos ha despertado tristeza, rabia y ante la pregunta ¿puedes amarte así, como te veas, viejo, feo, sin luz, apagado? La respuesta siempre ha sido “puedo intentarlo o si que puedo pero es difícil”(anexo 4). En el caso de Gabriel de 21 años su respuesta fue “no identifico este rostro con quién soy yo, yo soy perfecto y belleza, esta piel sin maquillaje no es perfecta y yo soy perfecto”. Aquí se puede observar los rasgos narcisistas de Gabriel quién solo puede definirse y solo permite recibir alabanzas, ha vivido la escisión del yo rechazando el objeto malo (Apuntes de Galene,2014). Ante mi pregunta ¿puedes quererte así? Me respondió desde su padre crítico negativo (anexo, 1)“qué pregunta más estúpida, es innecesaria”. El padre crítico negativo y el padre nutritivo negativo estaban muy presentes en Gabriel dificultando contactar con un verdadero amor propio(anexo 4).
El contacto con la sensación corporal y la habilidad para mantenerse en esa sensación aceptándola o no, reconociéndola o no, permitirse estar ahí, aunque resulte desagradable es lo que te genera una aceptación sobre la que se puede construir y descubrir un amor propio (Casasnovas,2009).
Parte Integración del amor propio y Cierre
El objetivo de esta última parte es integrar todo lo descubierto y aprendido sobre uno mismo e integrar el amor propio que haya surgido, en mayor cantidad, en menor cantidad, de manera más directa o más sutil pero al fin y al cabo amor hacia uno mismo. Para finalizar proporcionar un cierre para no dejar expuesto y con algo pendiente al paciente. En primer lugar se realiza una meditación ZEN y después se cierra preguntando ¿cómo se ha sentido a lo largo de la sesión? ¿Qué se lleva de la sesión de trabajo corporal? Además de un breve feedback recordándole los permisos que se ha dado a si mismo.
Meditación Zen:Esta meditación la conocí en un taller de Espiritualidad que impartía Juan Antonio Vazquez, MA en Counseling en Psicoterapia integrativa , experto en meditación y monje contemplativo desde hace 17 años. Me hizo ahondar en mi experiencia vital, adentrándome en mi cuerpo y sintiéndome conectada al mundo, sintiéndome válida y merecedora de estar conectada al mundo. Lo que he añadido a este modelo de trabajo corporal es el uso del KOAN,un mensaje que los maestros zen lanzaban al aire durante la meditación para repetirlo internamente y dejarte vivenciar lo que este mensaje te despertase. Esta herramienta me pareció una buena idea para integrar y resumir lo experimentado a lo largo de la sesión. La instrucción que se le da al paciente es: siéntate cómodo, cierra los ojos si prefieres, respira profundamente y repite en tu mente la siguiente frase y déjate llevar por lo que te haga sentir y pensar “Yo soy mi cuerpo, yo amo mi cuerpo, yo me amo”. Alba reflexiono sobre el origen de su seguridad en si misma y su inseguridad, “al principio de pequeña me quería mucho y luego al comprobar que en el mundo externo no era así, deje de quererme tanto y ahora me quiero mitad, mitad”Otros casos relataron que “se lo habían creído a medias” “que era absurdo e innecesario” “ha sido un permiso, me he sentido a gusto conmigo mientras lo sentía” ( anexo 4).
Cierre: Como paciente he vivido lo importante que resulta cerrar una sesión de terapia ya que te ayuda a integrar lo trabajado ese día. Yo he aprendido a cerrar las sesiones de terapia, gracias a mi terapeuta. Por ello tras el último ejercicio de meditación le pregunto a mi paciente ¿cómo se ha sentido durante la sesión? ¿qué se lleva de la sesión y si necesita algo antes de acabar? Alba definió el trabajo como abstracto, para ella había resultado muy nuevo, diferente, difícil de entender racionalmente lo que había sucedido en la sesión, sin embargo sentía que había contactado consigo misma y que tenía que asentarlo pero que ya sentía que le había servido mucho. Obtuve también respuestas como “un rato dedicado a mi misma” “me he acercado a mi, me entiendo mejor” aunque también recibí conclusiones más escépticas como “no estoy convencido” o “me ha parecido absurdo”. En estos casos validaba su conclusión y preguntaba ¿para qué les había servido? “para abrir una puerta” “para nada”. Como terapeuta finalizaba validando esta respuesta y agradeciendo su participación. Además realizaron todos un Cuestionario Corporal (anexo 5) en el que se refleja la cantidad de tiempo de dedicación al cuerpo, el conocimiento de las sensaciones corporales y sus necesidades corporales, la aceptación y la identidad corporal y la relación con el cuerpo. El objetivo de este cuestionario era integrar, darle forma y sentido, es decir mostrar la congruencia o la falta de esta con respecto al trabajo corporal previo. Apareció mucha congruencia en las sensaciones y necesidades corporales y en la relación con el cuerpo y aparecieron contradicciones con la aceptación e identidad corporal (anexo 5).
CONCLUSIONES ¿A quién le puede ayudar este modelo de TCI?
El amor hacia uno mismo es la fuente inagotable interna de energía que nos hace sentirnos nosotros mismos vivos en consonancia con el resto del mundo. La integración de este amor desde el cuerpo hacia el resto de nuestras dimensiones es clave para permitirnos ser y hacer. El objetivo de este modelo de trabajo corporal se puede colocar en un continuo con dos polos:
EXPLORACIÓN DE AMOR PROPIO_________CONSONANCIA AMOROSA INTERIOR
Según el paciente, el objetivo se ajusta más al polo de exploración en el que se abren las puertas al padre nutritivo positivo, se busca un acercamiento hacia el cuerpo, centrado en la aceptación de las resistencias y su función además de fomentar una atención amorosa al cuerpo. En el otro polo de consonancia el objetivo se centra en el contacto con uno mismocon la presencia del padre nutritivo positivo y la integración de ese amor desde el cuerpo hacia otras dimensiones, como definió Luna 35 años (anexo 4): se busca un reencuentro lleno de amor para uno mismo. Para adecuar el objetivo dentro del continuo es importante conocer la adaptación de personalidad de cada paciente. Mi paciente presentó una adaptación emocional de la personalidad en fase pensadora y por ello este trabajo que comenzó más cercano al polo de exploración y terminó concluyendo el trabajo más cerca del polo de consonancia. El resto de los voluntarios con los que trabajé, mostraron rasgos emocionales en fase pensadora, rasgos emocionales, rasgos de base lúdica (cerca del lado patológico pasivo- agresivos) y rasgos narcisistas. Con este trabajo corporal tan dirigido al sentir y experimentar las sensaciones he podido comprobar que resulta muy atractivo y sanador para las personas con base emocional; esto lo puedo decir como terapeuta y paciente. Aunque también resultan interesantes para la fase o base pensadora ya que se acercan más a su sentir y dada la integración a nivel cognitivo les resulta muy satisfactorio. Para la base lúdico/pasivo-agresiva es un buen trabajo para acercar a la persona a su necesidad “acéptame tal como soy” y que puedan observar con amor sus contradicciones. Por último para la estructura límite narcisista puede ser un trabajo interesante para buscar un verdadera valoración por uno mismo, aunque este trabajo sea recomendable hacerlo cuando el vínculo terapéutico este consolidado, sin la confianza necesaria puede hacerle sentir al paciente que es absurdo. Aunque no haya comprobado este modelo con todas las estructuras de personalidad, puedo decir que para las estructuras neuróticas y una estructura límite es de utilidad para descubrir como amarse a si mismo.
Este amor propio es a veces un primer encuentro con uno mismo donde te reconoces y tímidamente saludas a tu cuerpo y a veces es una reconciliación asombrosa que atraviesa con determinación cada rincón de nuestro cuerpo y colma de vida nuestro ser.
REFERENCIAS
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- Casasnovas,L. 2 Ed.(2009). La Memoria Corporal. España. Desclée de Brouwer.
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- Instituto Galene. Apuntes Mod.13 (2014). La incorporación del cuerpo en el proceso terapéutico.
- Insitituto Galene. Apuntes Mod 6 (2014). Los 5 niveles de Intervención.
- Instituto Galene, Apuntes Mod 16 y 17 (2014). Estructuras neuróticas y límites.
- Instituto Galene, Apuntes Mod 20 (2015). Las adaptaciones de la personalidad.
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- Ruiz,J,A. Gomez, E. Capítulo 5. Con la emoción en el cuerpo. Recuperado de URL.
- Waissman,B. (2013). Movimiento auténtico: mover el cuerpo, mover el alma.
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