¿Qué pasa cuando un Terapeuta se descuida a si mismo?

02/10/2017

Lucrecia García-Atance

Antes de seguir leyendo creo que es importante explicar porque he puesto la palabra CUIDADO en mayúsculas. Para mí la palabra cuidado implica 2 cosas principalmente. La primera es el acto de tener en cuenta, de mimar, atender. La segunda está relacionada con el respeto, con la delicadeza, con esa alerta que todos utilizamos coloquialmente cuando decimos “trátalo con cuidado le tengo mucho cariño” o “ten cuidado”. Cuando hablo de CUIDADO me refiero a estas 2 características.

¿Qué sucede cuando, querido terapeuta no estás atento a lo que necesitas en tu día a día? ¿Qué sucede cuando no prestas atención a tus límites? ¿Qué ocurre cuando llega el viernes y no tienes energía para disfrutar del fin de semana? ¡Quién te sostiene? ¿Cómo te sostienes? ¿Cómo te cuidas? Toca aprender a cuidarte, a cuidarte mucho.

Este curso que acaba de comenzar, desde que se terminaron las vacaciones y con todos los proyectos que comienzan y los pacientes que vuelven a terapia, los que la terminan, los que continúan con sus vivencias, emociones, vidas, confieso que me he sumergido en el torrente de cambios y se me ha pasado por alto que yo también tengo mis vivencias, mis emociones y mi vida y todas ellas necesitan MI CUIDADO.

Volver a mi está resultando un poco complicado porque al no haber atendido mis necesidades se me han enredado y tengo que ir con CUIDADO.

Nos dedicamos a acompañar y en ese acompañamiento hay un elemento importantísimo que es el CUIDADO. Cuidamos a los demás, atendemos a los demás, nos damos a los demás y lo hacemos de manera auténtica y llenos de cariño, energía, empatía, respeto, tiempo y esfuerzo. Si no hemos aprendido como terapeutas a tenernos en cuenta, ha llegado el momento.

Cuidarse es distinto para cada uno y por eso no hay fórmulas concretas. Hay algunas líneas generales a seguir, aunque realmente es necesaria una introspección profunda en la que sientas, encuentres y analices lo que realmente necesitas para dedicarte a esta profesión que consiste en “estar para el otro y acompañar al otro”.

Os comparto lo que yo creo que es esencial:

  • Respetar las necesidades básicas: Comer y beber bien y sano. Muchos terapeutas trabajan en distintas consultas y están de un lado para otro; muchas personas debido a su jornada laboral vienen a terapia en la hora de la comida. Repón tu energía, bebe agua. Mantente hidratado.  Por la noche, descansa. Cierra tu ordenador, tu cuaderno, tus archivos donde escribes y reflexionas sobre tus proyectos, pacientes e ideas. Duerme y deja que tu cerebro se recupere y tu sistema nervioso descanse y tu cuerpo también.
  • Encontrar una red de apoyo: Esto es algo que me sugirió mi terapeuta. Es importante tener una red de otros compañeros terapeutas con quién puedas compartir tu día a día y cómo te sientes trabajando como terapeuta, el objetivo no es una supervisión, es pertener a una red de apoyo. Es compartir cuando lo necesites, tus vivencias relacionadas con tu profesión con otros terapeutas que hablan el idioma «del terapeuta» (con tus familiares, pareja, amigos no siempre hablan ese mismo idioma y al compartir nuestras vivencias muchas veces nos encontramos explicando terminos psicólogicos y teorías) y conocen lo que requiere internamente ser terapeuta.
  • Supervisar y tener tu propio proceso de terapia personal. Esto ya lo sabemos todos, es clave. Saber que nosotros también somos sostenidos por otros.
  • Tiempo libre y Tiempo dedicado a otras cosas. No hablo exclusivamente del ocio y de disfrutar con amigos, me refiero a tener tiempo para hacer algo que no esté estrictamente relacionado con terapia. A veces nos ciega el entusiasmo y acabamos metidos en el mundo de la terapia y no le dedicamos tiempo a la jardinería, a escribir poesía, a hacer deporte, a apuntarnos a esas clases de francés que tanto nos gustan porque  resulta que ya estamos apuntados a cursos y proyectos terapéuticos sin espacio ni tiempo para nada más.
  • Repasa tus áreas vitales y mira que necesitas de cada una y que te falta. (Profesión, Familia de Origen, Familia formada, Ocio, La relación contigo mismo) porque si no hacemos este repaso a menudo es probable que de manera inconsciente estas necesidades no satisfechas se proyecten e interfieran en los procesos de nuestros pacientes.

Tener todo esto en cuenta es importante y a mí personalmente me lleva a cuestionarme algo todavía más profundo y para lo que creo que la respuesta viene y se encuentra en la experiencia que vivencio cada día.  Siento que está íntimamente relacionado con NUESTRO CUIDADO.

A mí personalmente me sirve, me sienta bien preguntarme esto y por eso   os lo pregunto a vosotros:

¿Para qué somos terapeutas?

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