Más allá del Yo: Promover la autocuración en la psicoterapia

01/09/2016

Mario C Salvador

Formador y Supervisor de Brainspotting, Analista Transaccional Docente y Supervisor, Psicoterapeuta Integrativo Docente y Supervisor.

Más allá del yo; encontrar nuestra Esencia en la curación del trauma’ es el título de mi libro que saldrá el próximo trimestre en Editorial Eleftheria. Este libro recoge mi integración y síntesis de lo que considero una psicoterapia esencial,  aquella en la que el terapeuta crea las condiciones para que el propio sistema de autocuración del cerebro-cuerpo se ponga de nuevo en marcha para integrar los aspectos de las experiencias vividas que se han quedado fijados en nuestra neurobiología.

Sostengo que la primera tarea fundamental de nuestro cerebro es ayudarnos a sobrevivir. Cuando nos enfrentamos a experiencias que nos han traumatizado –y sobre todo, si estas son de carácter crónico- nuestra arquitectura cerebral se organiza y se consolida en un modo de funcionamiento orientado a predecir los peligros y disparar nuestros sistemas naturales de defensa. En las personas que han sufrido de una traumatización crónica, como por ejemplo los niños que han tenido que desarrollarse en familias violentas o negligentes, el cerebro se ha quedado organizado en torno a los sistemas de lucha (rabia-agresividad), huida (miedo-pánico) y/o congelación (parálisis-indefensión), dando asimismo lugar a construir ideas del yo basadas en creencias autolimitadoras tales como ‘yo no valgo’, ‘no importo’, ‘no merezco vivir o que me amen’, etc. Estas ideas del yo están inherentemente asociadas a las experiencias vividas. Sostengo que toda experiencia es por naturaleza transitoria y por tanto, una vez acabada, forma parte del pasado. Pero la naturaleza de las experiencias y recuerdos traumáticos es que se siguen recordando de manera vívida y en formato somatosensorial, esto es, tal y como fueron vividos. Ello hace que no hayan sido metabolizados, digeridos e integrados como experiencias que nos ayuden a manejar nuestras vidas en el presente de manera adaptativa, sino que continúan reactivándose cada vez que un estímulo del presente recuerda algo del pasado y disparando una respuesta excesiva para las circunstancias presente.

La segunda tarea fundamental de nuestro cerebro, si la supervivencia no está en juego, es el crecimiento y el aprendizaje integrado. Esto es lo que queremos promover en la psicoterapia: que el cerebro del paciente asimile las experiencias enquistadas en los modos en que se sobrevivió.

Una “psicoterapia esencial” –y propongo Brainspotting como un exponente exquisito de esta esencialidad- se basa en asumir dos principios básicos:

  1. a) El principio de incertidumbre, y
  2. b) La presencia y  la relación terapéutica en sintonía como facilitadores de los procesos de autocuración.

El principio de incertidumbre fue formulado por el físico Werner Heisenberg en 1927.  De forma simple afirma que el acto mismo de observar cambia lo que se está observando. Heisenberg demostró que no podemos observar algo sin cambiarlo y que no hay tal cosa como un observador independiente que puede permanecer a un lado observando como la naturaleza discurre sin influenciarla. Y también implica que no es posible observar las cosas “como realmente son”; lo que observamos en el mundo externo está completamente inmerso en nuestras percepciones. Aplicado al mundo de la psicoterapia quiere decir que el terapeuta influye con su manera de estar y sus concepciones de la vida (y de la terapia misma) en el material y las experiencias que el paciente rebela en el proceso de curación. No puede ser de otro modo, y esto nos hace a los terapeutas especialmente responsables del proceso curativo y de nuestra propia curación. El principio de incertidumbre nos conduce a asumir el supuesto de que no sabemos nada (o casi nada) de lo  que hay y ocurre en el basto mundo inconsciente de nuestro cliente, y de que lo mejor que podemos hacer es asumirlo y crear las condiciones para que las experiencias que fueron cristalizadas y trabadas en el sistema neurobiopsicológico de nuestros pacientes puedan de nuevo emerger, salir a la luz y ser expuestas a la mirada compasiva tanto del terapeuta como, aún más importante, del paciente mismo. Es en este proceso que la experiencia reprimida o negada cuenta la historia desterrada que no había sido posible contar porque no había una figura de apoyo que la acogiera y sostuviera. La incertidumbre nos lleva al segundo principio de la terapia esencial: el empleo de la presencia.

La presencia implica una actitud en el terapeuta de estar plenamente orientado a acompañar y sostener la experiencia dolorosa del paciente con la finalidad de que este pueda aliviar y transformar su sufrimiento. La sintonía en la relación y la presencia del terapeuta, limpia ésta de los contenidos de su propio ego (y por tanto de las preconcepciones y mapas acerca de la realidad) crea un espacio para ser ocupado por la realidad del otro tal y como es, y para que puede emerger asimismo su esencia espiritual más allá de sus propias ideas del yo. La presencia y el principio de incertidumbre se complementan para poder aceptar al otro y su experiencia tal cual es, dándole el tiempo para que pueda manifestarse y que su experiencia trabada pueda rebelar su función de supervivencia. El terapeuta construye y sostiene un espacio para la cura que yo llamo ‘la burbuja curativa’.

Es a través de la presencia del terapeuta que el paciente puede despejar también su propia naturaleza esencial. Lo que yo denomino el ‘Yo Esencial’, una dimensión del ser que está más allá de cualquier ‘idea del yo’. Es en el Yo Esencial donde reside la capacidad inherente de autocuración, desde donde el paciente puede estar asimismo presente ante su propia experiencia, abrazándola con compasión, aceptación, no-juicio y sin expectativas de lo que ha de ser. Así pues, cuando es el Yo Esencial (tanto del paciente como del terapeuta) el que está activo y presente este acoge la experiencia dolorosa y la acepta en la actitud de escuchar la verdad y la historia vivida que contienen.

En Brainspotting trabajamos con estos principios y promovemos este encuadre para despertar la capacidad de autosanación ayudando a nuestro cerebro a acceder tanto a la naturaleza Esencial del paciente como a acceder a la experiencia que un día fue disociada o apartada de la consciencia.

Mario Salvador
Mario Salvador
Director de Alecés, Instituto de Psicoterapia Integrativa y Brainspotting España
www.aleces.com

 

 

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