¿Puede potenciarse la intuición?
01/10/2014
Se presenta un diseño de intervención desde el marco de la psicología humanista integrativa con un estudio previo desde diferentes marcos teóricos para la definición del constructo Intuición. Este trabajo quiere ir más allá desde lo que la psicología cognitiva entiende por Intuición…
RESUMEN
NECESIDADES U OBJETIVO DE ESTE ESTUDIO
DEFINICIÓN DE INTUICIÓN DESDE DIFERENTES MARCOS TEÓRICOS
INTUICIÓN DESDE LOS ESTADOS DEL YO EN ANALISIS TRANSACCIONAL
EL SUEÑO Y SU ACTIVIDAD DESDE DIFERENTES MARCOS TEÓRICOS
DESCRIPCION DE SUEÑO Y SU CLASIFICACIÓN
INTUICIÓN Y ESTRUCTURAS DE PERSONALIDAD
LA INTUICIÓN DESDE EL TERAPUETA
DISEÑO DE INTERVENCIÓN
CONCLUSIONES
REFERENCIAS
NECESIDADES U OBJETIVO DE ESTE ESTUDIO
La Recuperación de la Intuición como la Asignatura Perdida en la Sociedad Moderna
A lo largo de nuestra evolución hemos ido perdiendo el contacto pleno con nuestra naturaleza, nuestro cuerpo, nuestras sensaciones, para darle paso a la importancia de nuestra razón. Evolutivamente la intuición llegó antes que el pensamiento racional. Los primeros homínidos carecían de lenguaje tal como lo conocemos y dependían de la interpretación intuitiva y subjetividad del entorno para su subsistencia. En aquel hábitat el peligro era el medio natural y la intuición estaba presente para protegernos y al mismo tiempo nos conectaba a la naturaleza; aunque nuestro hábitat ha cambiado considerablemente, nuestra calidad de vida y seguridad ha mejorado, la intuición sigue con nosotros.
Poco a poco el desarrollo del lenguaje, de las sociedades, del conocimiento sociocultural, nos fueron desconectando de la necesidad de mantenernos en sincronía con la naturaleza, para pasar a dominar las leyes naturales, llegando a denostar todo aquello que no fuese demostrable y replicable, por lo tanto perteneciente al pensamiento racional.
En nuestra sociedad occidental hemos ido acumulando conocimiento científico, que no ha sido falseado por la experiencia. Desde hace siglos tenemos en nuestro haber cultural un conocimiento extensísimo, en el apoyamos las bases de nuestra sociedad, somos capaces de crear máquinas que hagan el trabajo por nosotros, construcciones donde cobijarnos, crear ambientes donde abastecernos de alimento, nos hemos introducido en el mundo microbiológico que nos permitió ser mucho más longevos, somos capaces de predecir a través de datos matemáticos desastres naturales, eventos astronómicos, etc. En resumen, nos hemos convertidos desde la ciencia en pequeños dioses que de cierto modo modulan y modelan la naturaleza, y confiamos a ese conocimiento científico nuestra seguridad desechando todo aquel saber que no provenga de él. Hemos ido creando sistemas sociales donde cada individuo se convirtió en un engranaje, un tornillo, una tuerca, algo mecánico perteneciente al sistema, donde su individualidad, su ser interior, no importaba. Esto lo vimos reflejado en ciencias como la psicología, cuyo objeto de estudio es el comportamiento del hombre como ser individual y social, y donde alguno de sus paradigmas importantes, como el conductismo, llegó a obviar el organismo, el ser interior, convirtiendo al hombre en una máquina a la cual se estimula y responde, más adelante otro, el cognitivismo, se basa en la metáfora mente-ordenador. Sectores críticos con estas posiciones dan al ser humano una posición más existencialista y se centran en su individualidad, el libre albedrío, la responsabilidad, sus necesidades, emociones, atendiéndolo desde una visión holística, me estoy refiriendo a la psicología humanista, paradigma referente para el desarrollo de la psicología positiva a finales de los 90 y antes, en la década de los 80, Gardner nos hablaba de las inteligencias múltiples. En la actualidad, el término, intuición, ;es mucho más aceptado, se ha acercado a la sociedad a través de la importancia de las emociones, de su estudio desde la psicología, la psicobiología, etc. La neurociencia ha demostrado que es una capacidad real que se puede visualizar mediante escáneres cerebrales. Todos hemos vivido alguna situación experiencial donde sabemos que algo va mal y analíticamente no tenemos razones en que afianzarnos; ese es nuestro instinto que nos habla, nuestra intuición, nuestro inconsciente que reacciona mucho antes que nuestra mente consciente, las sensaciones viscerales que Damasio (2010) denomina “marcadores somáticos”. Estos marcadores enlazan con el pensamiento intuitivo de Kahneman, (2012, p.35) donde nos muestra dos sistemas de pensamiento. El Sistema 1 (el intuitivo) que opera de manera rápida y automática, con poco o ningún esfuerzo y sin sensación de control voluntario y el Sistema 2 (analítico), que centra la atención en las actividades mentales que lo demanda e incluye cálculos complejos. En el Sistema 1 diferencia la intuición experta, aquella que se adquiere a través de la experiencia, de la intuición heurística marcada emocionalmente.
En nuestras sociedades el desarrollo del conocimiento y la inteligencia intuitiva podría traernos grandes beneficios, porque además de ayudarnos en la toma de decisiones, genera un gran potencial para la creatividad y la innovación. Potenciándola desde las instituciones educativas, desde la empresa y retroalimentada desde el propio individuo se crearían unas sociedades más libres emocionalmente, por lo tanto más sanas, ricas y conectadas con la naturaleza. Ya Albert Einstein nos decía “la mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional es un fiel sirviente. Hemos creado una sociedad que honra al sirviente y ha olvidado el regalo”
El trabajo que se presenta va más allá de los límites que hasta ahora la psicología adopta como concepto de intuición, más allá de ese pensamiento intuitivo heurístico o experto y quiere centrarse en esas otras experiencias, para muchos significativas, que en algún momento de nuestra vida hemos sentido. Experiencias que unen nuestro self individual al self colectivo, de las cuales prácticamente no hablamos, porque siguen siendo socialmente tabú y cientificamente relegados a la pseudociencia. Me refiero a temas como la clarividencia, precognición, sincronicidad, la empatía intuitiva, experiencias que transcienden de lo personal, que nos conectan de algún modo con la sabiduría colectiva, el inconsciente colectivo del que nos hablaba Jung. Hay una gran cantidad de personas que hemos sentido, en alguna ocasión, experiencias que por las razones culturales antes citadas, las denominamos extrañas y nos hacen sentir extraños. Experiencias como sueños que nos hablan de nuestro futuro, con imágenes tan vívidas que parece que las estás viviendo y que cuando, más tarde, ocurren, te plantean una duda profunda de si es real u otro sueño. Imágenes o fuertes sensaciones que llegan y que no sabes exactamente que va ocurrir, pero tienes la certeza que has de prepararte para algo impactante e incluso, pueden llegar a ser más claras y adelantar con qué o quién está relacionada. Sensaciones de dèjá vu o sincronicidades tan precisas que sabes que son propias de la causalidad. Llegar a empatizar con alguna persona, de tal forma, quetraspasa el sentido de acompañamiento, llegando a sentir y ser consciente de que lo sentido no es tuyo, incluso captar o ver la energía. Este es un tema controvertido dentro de la ciencia, hay algunas voces que defienden su existencia desde diferentes perspectivas, la psicología transpersonal habla de ello cuando se refieren a estados fuera de consciencia. Roberto Assagioli, creador de la Psicosíntesis, toca estos temas específicamente y muestra técnicas para el contacto del superconsciente (la represión de lo sublime). Judhith Orloff, psiquiatra y profesora adjunta en la Universidad de UCLA, en su libro el Sexto Sentido, nos habla claramente de sus experiencias personales como intuitiva y como aplica éstas a su consulta de psicoterapia. Parte del principio que son capacidades que todos tenemos, que solamente tenemos que despertar y al entrenarlas se pueden ir desarrollando y potenciando hasta el punto de que podamos tomar decisiones con mucha más seguridad desde nuestro conocimiento intuitivo. Desde esta perspectiva, este trabajo quiere plantear una revisión del conocimiento intuitivo desde diferentes marcos teóricos y plantear, desde el enfoque de la psicología humanista integrativa, un diseño de intervención experimental que plantea la intuición como constructo, tomando como variable criterio los sueños intuitivos para dar respuesta a la hipótesis ¿puede potenciarse la intuición?
DEFINICIÓN DE INTUICIÓN DESDE DIFERENTES MARCOS TEÓRICOS
Etimología
Intuición; del latín intueri, que significa ver por dentro
Desde la Filosofía
La filosofía define la intuición como el término con el que se designa, en general, la percepción directa e inmediata de un objeto y de sus relaciones, por parte del sujeto cognoscente. En tal percepción no puede haber ningún elemento intermedio, como podría ser el conocimiento discursivo o razonamiento, al que la intuición se opone radicalmente. La intuición puede ser sensible o inteligible, en función del tipo de objeto que se percibe.
Uno de los dilemas de la filosofía es el fenómeno del conocimiento, que ponen enfrentados a la conciencia (sujeto) y al objeto, donde media la representación (la imagen del objeto). A partir de entonces, se plantean diferentes preguntas como ¿puede el sujeto aprehender el objeto?, ¿Es la razón o la experiencia la fuente del conocimiento humano?, ¿El conocimiento es racional o puede ser intuitivo?, ¿cómo sabemos que nuestro conocimiento es verdadero? Asimismo, el fenómeno del conocimiento, también plantea el conocimiento de la conciencia del si mismo, planteamientos abordados también desde la psicología y la neurociencia. En el Anexo 1 presento el seguimiento del conocimiento intuitivo a través de la historia de la filosofía.
Este dualismo mente-cuerpo que deviene desde Platón, ha ido marcando, según las etapas culturales, el modo de entender el fenómeno del conocimiento y por consiguiente el conocimiento intuitivo. Hasta inicios de la edad moderna, se le daba a la mente (razón) un halo espiritual, por lo que el conocimiento intuitivo era como el modo propio de conocimiento de Dios. Era una intuición intelectiva, capaz de conocer la esencia universal del objeto desde los conceptos. En la filosofía moderna, el termino adquiere nuevos matices; Descartes, entiende la intuición como intelectiva y los empiristas ingleses y Kant, como una intuición empírica que llega a la esencia universal del objeto a través de la percepción. Con los empiristas científicos, esta connotación ha ido desapareciendo ya que el método científico que postula el positivismo, es el único medio de llegar al conocimiento.Desde entonces, el conocimiento se basa en la observación y la experiencia, y se expresa con el recurso de la matemática.
Se busca el conocimiento de las Leyes de la Naturaleza para su dominio técnico. El conocimiento intuitivo queda relegado para la formulación de hipótesis, si éstas no pueden ser comprobadas mediante el método científico, no se consideran. Cualquier otro modo de conocimiento intuitivo queda relegado a otras prácticas pseudocientíficas como la parapsicología. En la actualidad con los últimos descubrimientos en neurociencia se está aceptando la psicología del inconsciente.
Psicología Analítica
Jung (2008, p. 539, 540) entiende la intuición como una función psicológica básica que transmite percepciones por vía inconsciente, donde también hay información consciente. La intuición no es una sensación sensorial, ni un sentimiento, ni una inferencia lógica, aunque puede hacerse presente en esas formas, es un contenido acabado sin que al comienzo podamos indicar como ha llegado a constituirse, es una especie de aprehensión instintiva que tiene un carácter de seguridad y certeza. Es una característica de la psicología infantil y primitiva que transmite la percepción de imágenes mitológicas, fase previa a las ideas. Es junto a la sensación la matriz de las que se desarrollan el pensar y el sentir como funciones racionales.
Al ser la intuición el medio de percepción de las imágenes mitológicas (los arquetipos), es el medio de adentrarse en el inconsciente colectivo, en las estructuras cerebrales heredadas, que según Jung (2008) de esta actividad inconsciente brotan productos como sueños y fantasías. Jung (2008) define el sueño, como algo que se nos presenta, nosotros no lo creamos conscientemente.
También añade un concepto más a su teoría, la sincronicidad, (Jung, 1988) que supone la ocurrencia de dos eventos que no están asociados causalmente y sin embargo tienen una relación significativa. Da tres ejemplos de sincronía y en dos de ellos, relaciona los sueños con ocurrencias objetivas que pueden darse simultáneamente o en el futuro. Jung, creía que estas situaciones de sincronicidad eran indicativas de cómo nos interconectamos los seres humanos con la naturaleza en general, a través del inconsciente colectivo.
Psicología Humanista
Desde este marco teórico se trabaja para superar la escisión mente-cuerpo buscando el equilibrio y la integración. Consideran la intuición como una fuente de información válida y la trabajan, con diferentes métodos, desde las sensaciones corporales haciendo consciente el aquí y ahora. En este apartado se propone perspectivas de la intuición de diferentes autores.
Maslow, uno de los fundadores de la psicología humanista y en sus últimos trabajos estudia a la persona con salud psicológica excepcional que practica la meditación y el yoga, estas investigaciones le llevan a ser uno de los fundadores de la psicología transpersonal. Desarrolló la jerarquía de necesidades, esta jerarquía nos muestra cómo una vez que las necesidades básicas son satisfechas, lo siguiente a desarrollar son los valores del ser dentro de la autorralización y la transcendencia, en lo que se incluyen valores como el amor incondicional, el altruismo, la alegría interior, el amor por la naturaleza, el desarrollo de la intuición, el idealismo y un sentido de sabiduría que surge desde dentro. Estas habilidades desarrollan las funciones del cerebro derecho de creatividad e intuición.
Desde la Gestalt, Perls (2009) decía “El organismo lo sabe todo. Nosotros sabemos muy poco. La intuición es la inteligencia del organismo.”
Gendlin, aporta el método Focusing y desde la filosofía de lo implícito, nos habla del experiencing, lo determina como un proceso sentido interiormente donde se pone en funcionamiento la interacción entre emociones y símbolos. Funciona implícitamente, es un presente inmediato aunque contenga el pasado y el futuro. Aunque sentido, no es necesariamente conceptualizado ya que la simbolización de un sentimiento es posterior a su ocurrencia. Puede emerger del inconsciente sin que seamos capaces de saber de donde surge. El cuerpo vive la experiencia por medio de una sensación sentida (felt-sense), que es prelógica y que implícitamente tiene un significado. La sensación sentida se experimenta como la manifestación corporal concreta del experiencing.
En el Análisis Transaccional, su creador, Berne, presenta la intuición como una función y como un tipo especial de diagnóstico. Como función (Berne, 2010), es parte de una serie de procesos perceptivos que trabajan por encima y debajo del nivel de consciencia, de forma aparentemente integrada, con un énfasis mudable cuando se dan condiciones especiales. Esta función se hace importante en las comunicaciones, nos proporciona información para emitir juicios sobre los otros. Es una de las funciones que carga de energía emocional a una imagen psíquica y la dota de potencialidad para la acción, esta imagen psíquica es la que llama “imagen primaria”, es preverbal y está formada por la integración sensorial y otras impresiones, además de las tensiones internas del pasado basadas en las necesidades del presente y las experiencias pasadas. La comprensión basada en las imágenes primarias constituye un “juicio primario”. Como diagnóstico, Berne (2010) nos describe intuición como un tipo especial de juicio resultante de procesos arcaicos que son subconscientes. Las intuiciones, son percibidas conscientemente y son derivaciones de los juicios primarios, que están basados en imágenes primarias activadas por la comunicación latente.
Neurociencia
Está demostrado que la atención selectiva es el foco de nuestra conciencia. En nuestro entorno y en nuestro interior se generan gran cantidad de estímulos a la vez y nuestra conciencia es incapaz de aprehenderlos todos, se centra en un foco atencional y percibe la estimulación de éste haciéndose consciente de dichas percepciones; no obstante, nuestro cerebro de una forma inconsciente percibe todos los estímulos. Según Damasio (2010), conciencia es un estado mental que se produce cuando estamos despiertos en el que se tiene conocimiento de la propia existencia y de la del entorno. Este conocimiento de la existencia y del entorno se hace por medio de patrones neurales o imágenes mentales propios (subjetivos). Para la creación de la conciencia evolutivamente se han dado los siguientes pasos (Damasio, 2010): la aparición del proto sí mismo y sus sentimientos primordiales; el si mismo central, orientado a la acción y el sí mismo autobiográfico, que incorpora la dimensión social y espiritual. Podríamos decir que estos pasos equivalen estructuralmente con los tres cerebros, el reptiliano, mamífero y neocortex; si bien el reptiliano si se identifica claramente con el proto sí mismo, los otros dos pasos se confunden entre las estructuras del mamífero y neocortex. En el proto sí mismo localizado en el tronco del encéfalo se generan las imágenes más elementales cargadas de emocionalidad, esta emocionalidad es la que aporta la subjetividad personal de nuestro sentir. A estas imágenes, Damasio (2010) las denomina sentimientos primordiales, sensaciones sentidas de la existencia, generadas gracias a la interacción entre el cuerpo y el cerebro. La carga emocional viene determinada por el valor biológico del estímulo y cuantificado a través del proceso homeostático. Este valor determinará si es determinante para la atención del si mismo central o sigue en el plano inconsciente. Por lo que un proceso inconsciente determina qué es lo que pasa a ser consciente.
En un proceso de toma de decisiones, consciente, en muchas ocasiones decidimos por influencias de procesos inconscientes, en ocasiones, determinado por el saber de experto y en otras, por los sentimientos primordiales, dando un resultado correcto sin conocer los pasos intermedios para llegar a éste, esto es lo que llamamos intuición. La resonancia magnética funcional ha permitido ver que no se usan los mismos circuitos neuronales para las decisiones conscientes que para las intuitivas. Todos los órganos de nuestro cuerpo están comunicados con nuestro tronco encefálico a través del nervio vago regido por el sistema autónomo, por lo que esta comunicación es inconsciente. Además del sistema neuronal que tenemos en la cabeza, tenemos también el llamado cerebro de las tripas, el sistema entérico, que según Orloff (2010) en la universidad de Harvard han descubierto que este sistema tiene mucho que ver con la intuición. Otro descubrimiento reciente y del que todavía se desconoce mucho es llamado el cerebro del corazón, se están barajando posibilidades de que tenga mucha influencia en las emociones positivas y por tanto en la intuición. Ambos cerebros son autónomos, se comunican con el cerebro a través del nervio vago enviando muchísimas aferencias al sistema autónomo que modifica el funcionamiento del sistema central, por lo que son puntos centrales en las emociones a través de las sensaciones primordiales.
Otro mecanismo neuronal importante para la intuición son las neuronas espejo descubiertas por Rizzolatti, son un dispositivo de simulación corporal y la base de nuestro aprendizaje por imitación, nos ayudan a entender las emociones del otro constituyendo la base de la empatía y junto con la oxitocina, la hormona del apego, ayuda a la madre a intuir y sintonizar con las necesidades del bebé.
Otro punto importante para la intuición desde nuestra perspectiva más espiritual es el llamado por Swaab (2014) el cerebro religioso, se hicieron pruebas de resonancia funcional a monjes japoneses realizando diferentes tipos de meditación. Señala que se aprecian cambios en la actividad cerebral durante las experiencias espirituales y que esto no supone ninguna prueba a favor o en contra de la existencia de Dios, son pruebas de la experiencia en si misma. En estas experiencias espirituales las personas creen haber encontrado la última verdad, la sensación de estar más allá del espacio y del tiempo, ser uno con la humanidad y el universo y experimentar paz y amor incondicional. Durante estas experiencias se activa el sistema de recompensa dopaminérgico. También Damasio (2010) nos habla del inconsciente genómico como una de las fuerzas ocultas que rivaliza con la deliberación consciente, por lo tanto muy presente en los procesos intuitivos, y dice que es partícipe de la configuración inicial de las artes y religiones.
Otro punto importante para este estudio son los niveles de consciencia, según Damasio (2010) los estados mentales se han vinculado a los ritmos de activación neuronales y a la sincronización de los circuitos neuronales por medio de la actividad oscilatoria. Desde los años 70 sabemos que cada uno de nuestros hemisferios cerebrales tiene una cierta especialización, en el izquierdo está el área del lenguaje, está más relacionado con las funciones de simbolización y racionalización, el derecho está más especializado en el espacio, percibir totalidades, sintetizar, empatizar, crear metáforas, intuir. Para una buena integración de la información recibida es necesario que ambos hemisferios se comuniquen y esta comunicación se hace a través del cuerpo calloso. Además de ésta sincronización también es necesaria la sincronización de los tres cerebros, el reptiliano, mamífero y neocortex. Esta doble sincronización se mejora con ciertos estados mentales provocados por diferentes ondas de frecuencia.
Nuestras neuronas se comunican a través de potenciales eléctricos lo que se traduce en frecuencias electromagnéticas de baja intensidad que se miden con un encefalograma. El cerebro emite diferentes frecuencias y éstas coinciden con distintos estados corporales. Tenemos las ondas Gamma, Beta, Alfa, Theta y Delta. Las ondas del estado vigilia/consciente son las Gamma, Beta y Alfa, el resto pertenecen a estados de sueño/inconsciente. La ondas Alfa corresponden a ese estado relajado de vigilia, de ensoñación despierta, una entrada a la meditación, es el puente entre el conciente y el inconsciente. Las Theta, frecuencia producida por el inconsciente; presente en el sueño, en el estado REM y en el estado de meditación profunda. Relacionadas con estados oníricos, de ensoñación, alucinación; alta creatividad, estados de espiritualidad profunda. Las Delta son las más bajas, es la mente inconsciente. Si no están en combinación con otras, estamos en sueño profundo reparador; en combinación con otras corresponde a la respuesta instintiva que en un momento dado surge, la intuición y la empatía. Como se puede observar, a través de las frecuencias cerebrales y la sincronización, los diferentes estados mentales creados por la combinación de las diferentes ondas de frecuencia, están relacionados con el estado de vigilia, el sueño, la actividad onírica, la intuición, empatía, creatividad y espiritualidad. Podemos alcanzar los diferentes estados a través del yoga, la meditación, recitación de mantras, música bilateralizada, armónicos, danza, pintura, contactos con la naturaleza en consciencia plena, etc.
Psicología Transpersonal
Assagioli (1996), desde la psicología transpersonal, distingue la intuición como función psíquica y como el resultado de ésta, las propias intuiciones. La categoriza como distinta a la razón etiquetándola como trans-racional. Divide las intuiciones en tres grupos: las sensoriales, las de las ideas y las de tipo superior (las estéticas, religiosas, místicas y científicas). Distingue las características de autenticidad y dirección hacia el futuro. La de tipo superior la define como el instrumento específico de la visión espiritual que complementa y transciende al conocimiento sensible, intelectual, lógico y racional y conduce a desidentificarse de todo lo que se ve y contempla, así como al reconocimiento de la unidad intrínsica entre objeto y sujeto. La intuición capta la esencia del objeto. Para abrirse a la intuición recomienda el Raja Yoga y la meditación reflexiva.
Judith Orloff, psiquiatría y psicoterapeuta habla extensamente de la intuición (Orloff, 2010), la contempla como una extensión directa de la conexión espiritual, aunque no es necesario tener una dirección espiritual para desarrollar la intuición. Puede llagarnos de diversas formas: visiones, sueños, conocimiento y sonidos. Viene acompañada de sensación de certeza, claridad, cercanía, ausencia de conflicto. Nos permite conectarnos con los demás más profundamente, con empatía y respeto, unirnos como una fuerza colectiva. El propósito para cultivarla es abrirnos, lo que nos hace más capaces de responder a las necesidades de los demás pudiendo crear armonía en nuestras relaciones y tomar decisiones correctas basadas en nuestros deseos más profundos. Todos poseemos intuición y podemos desarrollarla, eso nos proporciona unas capacidades extraordinarias, pues la intuición es la puerta a la espiritualidad. La meditación es la técnica más poderosa para afinar la intuición. Recomienda comenzar a trabajar con la intuición cuando se tiene una sólida base emocional. La ventaja de ser intuitivo no radica en ver más, sino en darle sentido a lo que vemos.
INTUICIÓN DESDE LOS ESTADOS DEL YO EN ANALISIS TRANSACCIONAL
Los niños tienen un comportamiento totalmente intuitivo, cuando nacen su comunicación es instintiva, a través de la díada formada con la madre van dotando de significado. En su desarrollo, el contacto con la cultura le aleja de su parte intuitiva potenciando la simbolización racional. Berne llamó a esta parte del niño intuitiva, que resuelve de modo no lógico, el pequeño profesor. Desde este concepto, podríamos decir que mediante la terapia, haciendo al paciente consciente de su aquí y ahora, de cómo entra en guión y redecidiendo, liberamos al niño, inhibiendo al niño adaptado y el pequeño profesor se haría más presente, esto permitiría al paciente potenciar su creatividad e intuición. Esto plantea la pregunta de si cuando estamos ante una intuición nos encontramos en estado Niño A1. Phelan y Phelan (1978) en su artículo, El Funcionamiento Integral del Adulto, recogen una cuestión parecida y proponen ensanchar la concepción del estado del yo Adulto, aduciendo que los teóricos del AT solo han prestado atención a la función racional del Adulto y plantean:
Las recientes investigaciones sobre el papel de los dos hemisferios del cerebro lanzan una nueva luz sobre el concepto del Adulto integrado. Permiten establecer cómo el calor, el encanto, la creatividad y la compasión, pueden ser cualidades del Adulto integrado mismo, y no simplemente unas influencias del Padre y del Niño, a condición de ligarlas al funcionamiento Adulto del hemisferio derecho del cerebro. Puede que estas cualidades desaparezcan si el hemisferio izquierdo es el único activo. Por el contrario, si no se restringe el Adulto a éste, pueden serle atribuidas por el mismo título que a los otros dos estados del yo. (p.136)
A partir de este razonamiento, entiendo que un Adulto Integrado ha redecidido para salir de su guión, ha descubierto y aceptado sus funciones naturales, las potencia y las integra para el desarrollo de su autonomía y entre estas funciones está la intuición. Hay acuerdo en muchos autores que la intuición que se nos hace consciente llega filtrada por procesos conscientes donde tienen influencia el presente, pasado y cultura del individuo. La función del Adulto Integrado es controlar esas influencias para que la intuición se revele lo menos distorsionada posible.
EL SUEÑO Y SU ACTIVIDAD DESDE DIFERENTES MARCOS TEÓRICOS
Fisiología
Fisiológicamente el sueño es una conducta en la que alcanzamos un estado de conciencia al denominamos paradójico, provocando un descenso de actividad cerebral que tienen que ver con las frecuencias Alfa, Theta y Delta, de las que hablamos antes, y su disposición genera la fase REM y N-REM. Entre sus funciones están que el sistema neuronal descanse y se eliminen los radicales libres generados por la actividad cerebral. También juega un papel fundamental en el aprendizaje y está relacionado con el sistema inmunológico y con la psicopatología. La actividad neuronal es mayor en el sueño REM, por ello tiene un mayor nivel de conciencia, el resultado de esa actividad son los sueños, cuando nos despertamos en fase REM los sueños suelen tener una estructura narrativa, cambian rápido de escenarios, son nítidos, más estrafalarios, poco relacionados con nuestra vida y muy cargados emocionalmente. En cambio, durante el sueño N-REM están relacionados con nuestras preocupaciones, son más de tipo pensamiento y menos como imagen.
Psicología Psicodinámica y Humanista
Freud consideraba que a través de los sueños las represiones del inconsciente suben al preconsciente. Es un medio mediante el cual, el Ello, busca la satisfacción de necesidades obedeciendo al principio del placer; por eso pensaba que trabajar con los sueños era una forma directa de acceder al inconsciente y desarrolló toda una teoría sobre la interpretación de los sueños, donde enseña al terapeuta a interpretar los sueños desde una hermenéutica a través de asociaciones libres. Jung (2008) lo critica por su forma reductiva de interpretación. Éste considera los sueños como fantasías pasivas que venían directamente del inconsciente y tienen relación con la intuición, tienen un sentido manifiesto y otro latente. Para interpretar el sentido latente, se necesita del consciente para buscar su naturaleza causal y finalista a través de preguntas.
Para Perls, el sueño es del soñante y todo lo que sale de él le pertenece. La Gestalt interpreta el sueño como una proyección condensada de nuestra existencia, portador de un mensaje existencial del que sueña para si mismo, para ser atendida por alguna parte del Yo. Tienen que ver con el guión de vida y son el camino para la integración. Para trabajarlos en terapia, el paciente los describe en presente, sitúa los distintos elementos distribuidos en un escenario, con el objetivo de reconocer cada una de las proyecciones ya que cada parte del sueño es una parte de su personalidad. El terapeuta utiliza técnicas como la silla vacía, el ir y venir, proyección-identificación, representación colectiva del sueño, etc. con las que el paciente se hace consciente del mensaje que porta el sueño.
Desde el Focusing se entiende el sueño como expresiones propias del organismo. En terapia se trabaja siempre el último sueño. Gendlin considera que en los sueños se manifiestan los patrones universales de los que hablan Freud y Jung. El sueño conoce la cultura primitiva, los mitos, la sexualidad, pero también es siempre algo nuevo, algo singular del individuo que lo vive en su vida y en su organismo.
DESCRIPCION DE SUEÑO Y SU CLASIFICACIÓN
Después de todo lo descrito, entiendo el sueño como actividad cerebral desde un estado de consciencia paradójica, que se hace presente mediante imágenes mentales cargadas de emocionalidad que son expresiones corporales en busca de una reorganización homeostática, entendiendo dicha reorganización como asimilación de lo aprendido o como búsqueda de satisfacción de necesidades insatisfechas. Carecen de sentido espacio-tiempo y son simbolizaciones. En cuanto a la búsqueda de satisfacción de necesidades, situando éstas en la jerarquía de necesidades de Maslow, pueden establecerse a nivel fisiológico, social o espiritual. Estos mensajes, al no ser recibidos mediante el canal de consciencia y no ser contaminados por las constantes divagaciones de la mente, constituyen una canal natural para la intuición.
Orloff (2010) establece la distinción entre el sueño psicológico, cuyo objetivo es identificar y revisar emociones poco claras y el sueño intuitivo. Éste siempre tiene una parte neutral y práctica que ofrece un mensaje; pueden ser extrañamente impersonales y poseer imágenes muy claras y vívidas. También pueden aportarnos información que no tienen nada que ver con nosotros. Establece una categorización dentro de los sueños:
Sueños guía: aquellos que nos transmiten un mensaje de algo que debemos hacer. Estos sueños son simbolizaciones de algo que nos está ocurriendo y nos preocupa y su mensaje puede dar solución al problema. Debemos saber conectar la representación simbólica a nuestra realidad para saber a qué aplicar el mensaje. Estos sueños también pueden indicarte cómo evitar un peligro.
Sueños precognitivos: se recibe información específica sobre el futuro, el mensaje se puede presentar de diferentes formas. Pueden hablarte de ti o de otras personas. Se diferencian de otros porque se manifiestan como si fueras un espectador. Aparecen como salidos de la nada, son bastante específicos, no guardan relación con nuestros sentimientos o expectativas.
Sueños curativos: Cuando dormimos estamos abiertos a fuerzas curativas. Cuando enfermamos, los sueños, nos acompañan en todo el proceso y pueden ayudar a encontrar la cura. Pueden decirnos que ya estamos curados, pueden anunciarnos que estamos enfermos y que debemos revisar, estos mensajes son metafóricos, pero sus características es que son sueños vivos y nítidos, que aportan certeza. Incluso pueden sanarnos.
INTUICIÓN Y ESTRUCTURAS DE PERSONALIDAD
Berne (2010) entiende la intuición como la toma de consciencia filtrada por capas determinantes culturales de un juicio primario realizado a las imágenes primarias. A lo largo del desarrollo infantil si alguna necesidad arcaica no es satisfecha se crea una fijación en alguna fase donde queda una energía desatada, lo que determinará un yo débil. Toda relación objetal estará determinada por esas fijaciones y la energía desatada provocará la catexis formándose las imágenes primarias, relacionadas con las imágenes primordiales de Damasio. La comprensión de dichas imágenes para la potencialidad de la relación objetal son los juicios primarios. Todo esto es un proceso inconsciente que llega al consciente filtrado por experiencias integradas, determinantes culturales y la situación presente, formándose una intuición. El estudio de las imágenes primarias está relacionado con la psicopatología. Berne (2010) nos dice que en la esquizofrenia, las condiciones borderline y las neurosis, las imágenes primarias están muy catetizadas, en diferentes grados. En la esquizofrenia, están tan cargadas de energía que pasan prácticamente a la consciencia sin los filtros normales y llegan a ocupar todo el espacio y propone la alucinación como una extrayección de imágenes primarias para eliminar la energía y permitir la ilusión de autonomía.
Esto nos lleva a cuestionarnos cuándo se puede trabajar la intuición con un paciente y cuándo se puede potenciar. Orloff (2010) recomienda trabajar la intuición con personas con una sólida base emocional, lo contrario sólo empeorará las cosas. Dice que el inconsciente sabe priorizar y cuando nos deshacemos de lo viejo nuestros instintos intuitivos tienen más espacio para desarrollarse, esta opinión está en consonancia con la teoría de las necesidades de Maslow. Assagioli (1996) refiere que las experiencias en el desarrollo espiritual pueden ser muy parecidas a las padecidas por los enfermos mentales, pero sus causas y significado son muy diferentes. En los enfermos ordinarios los síntomas neuropsíquicos tienen un carácter regresivo ya que no han sido capaces de realizar los ajustes internos y externos para el desarrollo normal de la personalidad. En cambio los producidos por el desarrollo espiritual tienen un carácter progresivo, relacionado con la asimilación e integración de las nuevas energías. Swaab (2014) en su presentación del cerebro religioso, manifiesta que es complicado trazar los límites entre las experiencias espirituales y la psiquiatría, en ocasiones éstas pueden parecer o derivar hacia una psicopatología. Considerando estas aportaciones y teniendo en cuenta que la intuición es innata, podemos potenciarla en Adultos integrados, que hayan resuelto los conflictos generados por las necesidades arcaicas no satisfechas, por lo que las relaciones objetales serán sanas, y el objetivo de trabajar la intuición sea el desarrollo de su potencial como Ser.
LA INTUICIÓN DESDE EL TERAPUETA
La intuición en el terapeuta es una buena herramienta para captar la comunicación latente. Berne (2010) nos dice que la intuición ha de flotar libremente, si el terapeuta intenta satisfacer alguna de sus necesidades en la relación con el paciente, las percepciones estarán distorsionadas (contratransferencia). La intuición clínica puede estar basada en la experiencia profesional o en los juicios primarios (por experiencias infantiles). Orloff (2010) recomienda llevar la intuición a la consulta y nos muestra ejemplos de cómo su intuición ha sido muy positiva para sus pacientes.
Entiendo la intuición como una herramienta importante para el terapeuta pero a de saber utilizarla. Puede ayudarnos a reconocer que conflictos tiene el paciente, el reconocimiento de su lenguaje no verbal, sus estados, etc.; pero esa información nunca debemos darla como una certeza, al contrario, debemos indagar en la fenomenología del paciente hasta llegar al conflicto, la intuición nos puede servir para ver hacia donde dirigir esa indagación sin descuidar el resto de las áreas. Otra de sus utilidades, es para la creación de vinculo en la relación terapéutica dada la estrecha relación entre la intuición y la empatía, el cómo escuchar, cómo acompañar, cómo sostener, cómo validar, cómo empoderar. La intuición está intrínsicamente relacionada con la transferencia y contratrasferencia, debemos distinguir lo que es nuestro de lo que es del paciente, además de lo que le podemos hacer llegar al paciente con nuestras percepciones, de ahí que sea muy importante que el terapeuta tenga un buen Adulto integrado y sepa atender sus intuiciones y al mismo tiempo no darle el carácter de verdad. Dónde sí nos puede ayudar mucho la intuición es en la intervención del proceso terapéutico, cómo llevar la sesión, elección de las técnicas, etc.
DISEÑO DE INTERVENCIÓN
Entendiendo intuición como función psicológica básica y como producto de ésta. Como función permite el conocimiento intuitivo, al que llamaremos también intuición, que es el resultado de la función.
Este conocimiento se elabora sin utilizar un procedimiento lógico en el que intervienen procesos psicológicos inconscientes y conscientes, donde presente, pasado y cultura tienen su influencia. Este conocimiento puede extenderse más allá del conocimiento experto y heurístico para aproximarse a lo transpersonal, a lo que Jung conceptualizó como el conocimiento del inconsciente colectivo.
Orloff (2010) nos dice que la intuición desde un sentido transpersonal puede desarrollarse y potenciarse, recomienda la meditación y la expresión creativa para ello, Assagioli (1996) además de éstas recomendaciones también señala la práctica del Yoga. El objetivo de este trabajo es proponer un diseño de intervención para comprobar la hipótesis ¿puede potenciarse la intuición? Y para ello utilizaremos como tratamiento las técnicas que estos autores han recomendado y como variable criterio los sueños, ya que hay acuerdo en muchos autores en que éstos son un canal de acceso hacia la consciencia de la intuición. Utilizaremos la categorización de sueños intuitivos del apartado 5.
Diseño y Descripción de las Fases del Programa
Utilizaremos una metodología de diseño experimental de cuadro latino de 2×2, con grupo de control y tratamiento. Las variables bloqueo (VB) serán la variable dependiente (VD) y el género. La población serán personas que estén en procesos de terapia humanista integrativa sin patologías, en Anexo (5) se describe como se elige la población y los terapeutas, se elige esta característica ya que como vimos anteriormente es importante que el sujeto tenga un Adulto Integrado. A esta población se le pasará una entrevista (Anexo 3). De la entrevista distinguiremos aquellos sujetos que han tenido sueños intuitivos, (GI) y los que no los han tenido (GNI). Una vez designados los sujetos a los 2 grupos, elegiremos de éstos, aleatoriamente, 6 hombres y 6 mujeres de cada grupo, que posteriormente asignaremos aleatoriamente al grupo de control y grupo de tratamiento. De esta forma tendremos una muestra de N=24 con grupo de control y grupo de tratamiento de N=12 (6H, 6M) respectivamente. El programa tendrá una duración de 18 meses, 12 meses de aplicación de tratamiento y a los 6 meses el test de seguimiento. Las fases del tratamiento son 4, comienza con la entrevista y la formación de grupos, a los 45 días se hará el pre-test que determinará la línea base con medidas objetivas, al finalizar el tratamiento el post- test y a los 6 meses el test de seguimiento
Programa de Tratamiento
A los terapeutas se les dará formación consiste en entrenamiento para distinguir los distintos tipos de sueños así como la toma de datos que el sujeto no ha reflejado en la ficha para facilitar la categorización. Además recibirán formación en mindfulness.
Una vez asignados los sujetos al grupo de control y tratamiento se comenzará con el programa. Los sujetos de ambos grupos recibirán terapia individual con una sesión de 50´ semanal. Poniendo especial atención en la relación terapéutica, los psicoterapeutas, podrán utilizar todas las técnicas de PHI que crean oportunas incluyendo trabajos de duelo, Brianspotting, Focusing, EFT, la aplicación de éstas dependerá del proceso de cada sujeto. Los psicoterapeutas supervisarán las sesiones quincenalmente un supervisor.
A partir de aquí el resto de VI sólo se aplicarán al grupo de tratamiento: Mindfulness, Yoga, Expresión creativa, Talleres emocionales.
Como registro se utilizará un diario de sueños (Anexo 4) este diario es recomendado por Orloff (2010) también recomienda preguntarle al sueño. En el Anexo (2) se explica como aplicar cada una de las VI y como registrar.
Instrumentos de Evaluación:
Pre-test y Seguimiento
Iniciamos con una entrevista para establecer si los sujetos han tenido sueños intuitivos, se presenta en el Anexo 3, el pre y post-test y el seguimiento se realizarán en las fechas mencionadas anteriormente.
El pre-test, post-test y seguimiento consistirán en el resultado de la suma de ocurrencias de sueños intuitivos de los 45 días anteriores a cada evaluación, además se tendrá en cuenta el tipo de sueño que se registraran en el diario. Para esta evaluación se reunirán, quincenalmente, los psicoterapeutas que intervienen en el diseño y el coordinador, para supervisar en grupo las evaluaciones individuales de cada uno.
Establecimiento de Estructura de Personalidad
En el transcurso de la terapia se evaluará el tipo de estructura de personalidad de cada sujeto
Diario de Sueños
El diario corresponde a una ficha que tendrá que rellenar el sujeto cada mañana al despertar. En el Anexo 4 se muestra su contenido
Estadísticos
Se aplicará un análisis de varianza y se confirmaría la hipótesis si encontramos diferencias significativas entre el grupo de control y tratamiento. Además podemos determinar si hay diferencias significativas con respecto al género, es decir, si ser hombre o mujer puede suponer una ventaja para desarrollar la intuición. Con el análisis del pre-tes, pos-test y seguimiento del grupo (GNI) podemos determinar si éstos han desarrollado la intuición. Con las mismas medidas del grupo (GI) podemos establecer si se ha potenciado. Analizando diferencias entre la medida post-test 2 y seguimiento podremos determinar si al finalizar el tratamiento hay reducción significativa del constructo y analizando las diferencias entre el pre-test y seguimiento, si son significativas, podemos determinar que el constructo sigue presente. Como en la ficha de diario de sueños además de la ocurrencia se registra el tipo de sueño, se puede hacer un análisis estadístico pormenorizado de diferencias significativas entre ocurrencias de cada tipo y cuales son más recurrentes. También al haber determinado la estructura de personalidad de cada sujeto, podemos incluso analizar las correlaciones entre tipos de sueños y estructuras de personalidad y la correlación existente entre la intuición y los distintos tipos de personalidad. Si realizamos una diferencia de medias entre el pret-test y post-test en el grupo de control, podemos determinar si la terapia únicamente como tratamiento desarrolla la intuición y si es así, utilizando el mismo estadístico entre el post-test y seguimiento podremos determinar si en ausencia de tratamiento sigue presente, si es así confirmaríamos que un sujeto con su Adulto Integrado desarrolla y potencia sus facultades naturales.
CONCLUSIONES
Reflexiones sobre el Diseño Presentado
Es un diseño ambicioso y para llevarlo a cabo serían necesarios bastantes recursos, por la duración del proyecto y la posible deslocalización de la muestra. Puede aportar muchos datos ya que con el análisis de varianza se pueden estudiar muchas correlaciones, éstas están explicadas en el apartado de estadísticos. La mayor limitación de este diseño de intervención es la población, dadas las dificultades para encontrar una población suficiente por eso pienso que la colaboración de distintos terapeutas puede facilitar el llevar a cabo el programa.
Resumen de las Aportaciones Teóricas
El conocimiento de la intuición de una manera u otra ha interesado al hombre y la ha llevado a estudio, desde la religión, el misticismo, filosofía, diferentes ramas de la ciencia hasta llegar a las más modernas, la neurociencia e incluso la mecánica cuántica.
Los autores revisados en este trabajo la mayoría coinciden en que intuición es una función básica, arcaica, pues estaba presente antes de que el hombre hubiese desarrollado las capacidades simbólicas,
Otros también la entienden como producto o resultado de la función. La neurociencia ha permitido ver que las decisiones basadas en procesos intuitivos utilizan circuitos neuronales distintos a los proceso racionales. Los psicólogos teóricos habían predicho que en la intuición entraban procesos inconscientes y conscientes, que el presente, pasado y cultura filtraban las sensaciones sentidas del inconsciente. La neurociencia lo ha constatado. Son comunes las características para la intuición de certeza, autenticidad, claridad, esencia del objeto. Los filósofos antiguos, Jung (2008), Maslow, Assagioli (1996) y Orloff (2010) la definen como la puerta hacia la espiritualidad. Desde la neurociencia, Damasio (2010) nos habla inconsciente genómico como una de las fuerzas ocultas que rivaliza con la deliberación consciente, partícipe en el inicio de la religión y las artes y Swaab (2014) dice que se aprecian cambios en la actividad cerebral durante las experiencias religiosas. Desde la psicología analítica, humanista y transpersonal hay acuerdo en que los sueños son una vía de acceso a la intuición.
La fisiología nos dice que cuando dormimos no estamos concientes, por lo que cabe la posibilidad que la ausencia de conciencia permita emerger del inconsciente las sensaciones intuitivas. En cuanto a la psicopatología y la intuición, hay acuerdo en que existe intuición en todos los estados de salud mental pero solo debe trabajarse cuando el sujeto esta en la polaridad sana, desde un Adulto Integrado. Con relación a la implicación de la intuición en nuestras relaciones, hay consenso en que está intrínsicamente relacionada con la empatía y la creatividad, nos permite conocernos y así ser más sensibles con los seres de nuestro entorno, permitiéndonos la apertura lo que facilita la conexión con el otro y desde la psicología transpersonal y psicoanalítica la conexión se extiende a una conciencia colectiva y algunas posiciones de la humanista.
Para poder tener una conceptualización clara para el diseño de intervención he definido la intuición y sueños basándome en todas estas aportaciones. La definición intuición se localiza en el inicio del apartado diseño de intervención y la de sueño en el apartado descripción de sueño y su clasificación
Para hacer una mayor aproximación de la ciencia a los estados espirituales me gustaría citar a Pim Van Lommel (en prensa), éste hablando sobre experiencias cercanas a la muerte, afirma que nuestra consciencia es como una radio que sintoniza con esta dimensión mientras estamos aquí, nuestra muerte sólo es un cambio de consciencia. Es posible que estos cambios de sintonización se produzcan en algún momento y nos llegue una intuición o revelación, tal como sucede con los místicos, que nos han demostrado que esas experiencias existen y se han prestado a la ciencia para su investigación. Desde la mecánica cuántica se está estudiando la descomposición de la luz en partículas y se barajan ciertas hipótesis de si nuestra conciencia las retransmite dependiendo del estado de observador, esto podría estar relacionado con los cambios de conciencia y las dimensiones antes citadas por Lommel. El físico David Bohm (Bohm, D., Capra, R., Keen, S., Pribram, S., Weber, R., Wilber, K. et alt., 1986) dice que si la materia se entiende con suficiente profundidad puede resultar que la experiencia de lo normal, paranormal y mística tengan todas la misma raíz en el orden implicado.
Conclusiones Personales
En conclusiones personales no tengo mucho más que aportar excepto mi experiencia con la intuición que fue determinante para elegir este tema como tesina. Tuve una infancia marcada por experiencias intuitivas y por miedo a ser rechazada les cerré la puerta, desde la pre-adolescencia prácticamente no se dieron. A lo largo de mi vida de adulta he tenido alguna experiencia intuitiva a través de sueños.
Durante el proceso de la terapia PHI, comencé a notar que mis intuiciones regresaban, después de un taller emocional tuve varias experiencias, entré en pánico, no quería aceptarlo, lo trabajé en terapia y durante ese proceso me cayó en las manos el libro de Judiht Orloff, su lectura fue reveladora para mi, me sentí totalmente identificada, y me ayudó a cerrar los trabajos terapéuticos realizados y aceptar esa parte de mi que quería desterrar, me ayudó a integrar.
Refiriéndonos al estudio, expongo mi caso personal y puedo decir que hasta que mi Yo no estuvo lo suficientemente integrado, había algún fenómeno intuitivo, pero aislado, y muchos sueños cognitivos. Mi relación con los otros ha mejorado pues presto atención a lo que siento y me guía. He preguntado en dos ocasiones a mis sueños y he obtenido respuesta. Como terapeuta, desde que presto atención a mis sensaciones esas percepciones las tomo con cautela, pero me ayudan bastante.
Desde mi sentir, intuición es la certeza, lo que te avisa, lo que te protege, es lo que te inspira, a veces lo que te impulsa, lo que te abre a nuevas formas de sentir, lo que te conecta, es una puerta a la espiritualidad, a la comunión con la naturaleza, al cosmos, al almacén de la sabiduría colectiva que está impregnado de energía. Crea sinergias y ayuda al individuo consciente de si mismo a crear una consciencia superior, donde la diversidad del todo se transforma en unidad, donde todo confluye, donde el caos encuentra su ritmo y fluye en una eterna sincronía. Donde el tiempo, el espacio y la masa, tal y como las conocemos se diluyen, desaparecen y solo queda sensación, donde la vibración produce quietud, la nada se vuelve luz y la luz y el amor te alcanzan y te inundan de paz.
REFERENCIAS
Assagioli, R (1996). PsicoSíntesis. Ser Transpersonal. Madrid: Gaia Ediciones.
Berne, E. (2010). La intuición y el Análisis transaccional. Sevilla: Editorial Jeder
Bohm, D., Capra, R., Keen, S., Pribram, S., Weber, R., Wilber, K. et alt (1986). El paradigma holográfico. Barcelona: Editorial Kairos. S.A.
Damasio, A. (2010). Y el cerebro creó al hombre. Barcelona: Círculo de Lectores, S.A.
Jung, C G. (1988) Sincronicidad. Málaga: Editorial Sirio, S.A.
Jung, C G. (2008). Tipos Psicológicos. Barcelona: Edhasa
Kahneman, D. (2012). Pensar rápido, pensar despacio. Barcelona: Random House Mondadori, S.A.
Orloff, J. (2010). El Sexto Sentido. Málaga: Editorial Sirio, S.A.
Perls, F. (2009). Sueños y existencia. Santiago de Chile: Editorial Cuatro Vientos
Phelan, B. Noel y Phelan, Patricia E. (2010) El Funcionamiento Integral del Adulto. Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, 62 (137-140)
Swaab, D. (2014). Somos nuestro cerebro. Cómo pensamos, sufrimos y amamos. Barcelona: Plataforma Editorial.
Autora: Teresa Pérez
ANEXOS
Si deseas consultar los anexos de esta tesina, envíanos un correo con tu petición a: newsletter@institutogalene.com. Te responderemos lo más pronto posible.
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