Gaztambide 17
01/06/2014
¿Qué es Gaztambide 17?
Gaztambide17 es un centro de psicoterapia que empezó su andadura en Mayo de 2004, con reunión de psiquiatras, psicólogos y psicoterapeutas con ganas de orientar su labor de una manera personalizada, cada uno desde su manera de entender la salud mental, y hacerlo dentro de un equipo con el que poder compartir esta experiencia, que es muy enriquecedora pero a su vez muy exigente a nivel personal.
Utilizamos las herramientas y marcos teóricos que nos ofrecen el Análisis Transaccional, la Terapia Gestalt, Bioenergética, Teatro Terapéutico, Técnicas de Fantasía Guiada, Terapia Transpersonal y Constelaciones Familiares. Además, hacemos psicoterapia infantil, donde cobra importancia la Terapia Psicodinámica, los Test Proyectivos y el Juego Terapéutico. Utilizamos la psiquiatría cuando lo requiere el diagnóstico o el tratamiento, siempre en equipo, y siempre desde una visión holística de la persona y de su proceso.
¿A qué os dedicáis?
Atendemos a adultos en terapia individual y de grupo, incluyendo talleres de fin de semana, en consulta psiquiátrica y en terapia floral. También atendemos a niños y adolescentes, con el equipo de psicólogos y psiquiatras especialistas en este campo.
Organizamos talleres y cursos abiertos a personas que no estén en terapia. Realizamos sesiones individuales y grupales de Respiración Holoscópica, y sesiones gratuitas de meditación dos veces al mes.
Además, nos dedicamos de forma especializada a atender a madres y padres en crisis por la maternidad/paternidad, también en terapia individual y grupal.
¿Quiénes formáis parte de este centro?
Nuestro equipo de terapeutas está integrado por Eva Inés, Marisol Vázquez, Victoria Montes, Carolina Posada, José Maroto, Charo Botín, María Martín, Jorge Serra , Mar Jiménez y Marga Aguilera. Puedes consultar el perfil de cada uno en nuestra página web, www.gaztambide17.com. Y Diana Solano es la administrativa que abre nuestras puertas.
¿Qué es el Proyecto Luna?
La experiencia de convertirnos en padres/madres nos trae momentos de crisis personal a menudo profunda, que como todas las crisis, podemos sólo padecer, o aprovechar para sanar y crecer.
Desde esta conciencia, surgió el Proyecto Luna en 2007, con el objetivo de crear un espacio acogedor a nivel emocional para madres y padres que buscan, a veces desde el malestar, a veces desde la necesidad de conexión y apoyo, un lugar donde poder escuchar lo que les pasa, donde poder nombrarlo, expresarlo, dónde poder trabajar a nivel terapéutico sus realidades y heridas profundas. Lo hacemos con el respeto que merece cada persona a quien acompañamos y su propia historia personal, con la humildad de constatar día a día que no hay un único camino válido, con la certeza de que cuando estamos acompañados podemos acompañar mejor a nuestros hijos y a nuestros propi@s niños interiores.
¿Y qué pasa con el padre?
En estos años, la realidad es que se han acercado más mujeres que hombres a preguntarse qué les estaba pasando, tanto a ellas y a sus bebés, como a sus parejas, después de haber tenido hijos.
Las razones que hemos encontrado a esta realidad son varias. Por un lado el embarazo, el parto y la lactancia, son experiencias que fisiológicamente solo son vividas por la madre. El padre, siendo un observador externo, tiene la función de acompañante, algo que consideramos esencial, pero que no les mueve de la misma forma su sistema emocional. Además está todavía muy vigente el programa cultural que deja a los padres fuera de lo que psicológicamente ocurre en la díada (fusión madre-bebé).
Aunque, como sí hemos tenido suficientes padres que han llegado a nuestra consulta por diferentes caminos, lo que vemos es que al empezar a ser más conscientes de la importancia de ese acompañamiento emocional y siempre que sus propias defensas frente a lo emocional se han transformado, han podido acercarse a comprender lo que podía estar sucediéndole a ellos y a lo que estaba viviendo tanto la madre, como su bebé.
Nos gustaría poder seguir acompañando a más hombres en la toma de conciencia de sus emociones y en la revisión de su sistema de creencias sobre el papel del padre, porque creemos que esto redundaría en una mayor implicación emocional en la crianza, y en una riqueza evidente para el mundo emocional de toda la familia.
¿Se siente el padre tenido en cuenta? ¿Y la madre?
Con frecuencia la llegada de un hijo hace que tanto el padre como la madre se sientan desaparecer, que sientan que sus necesidades dejan de ser atendidas, y en esta ecuación, al tener el padre un papel menos evidente desde lo fisiológico, se sienta más desplazado que la madre, y sin saber qué hacer.
Culturalmente, el padre se retira y deja a la madre decidir, y se aísla porque no entiende los cambios en su mujer ni el espacio que ha perdido, y la mujer le echa en cara no estar pero no le deja llevar la iniciativa.
No obstante, el trabajo en equipo es fundamental desde el principio: el padre ha de apoyar a la madre y la madre al bebé, y ambos congratularse de que el bebé salga adelante, aunque ellos estén en un segundo plano. Y durante un tiempo esa es la realidad, y es necesario curar las heridas que desde pequeños nos han hecho sentir abandonados, no tenidos en cuenta, o poco importantes, para tolerarlo y que la pareja pueda sostenerlo.
¿Qué mensaje lanzaríais a las personas que nos leen?
Que las crisis vitales son oportunidades para aprender, para conocernos mejor, y entender mejor el mundo que nos rodea. Sea por ser padres, por perder a algún ser querido, por quedarnos en el paro… Empezar un proceso de terapia es, sea cual sea la excusa, una ocasión de incorporar herramientas con las que poder sentirnos mejor y recuperar las riendas de nuestra vida.
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