El Guión Transgeneracional del Análisis Transaccional
01/02/2011
Resumen
Los individuos y sus familias manifiestan en su comportamiento la influencia de su ancestros, aún sin haberlos conocidos. Esto se debe a la comunicación inconsistente que corre entre sus miembros de una generación a otra. Las organizaciones no son una excepción, éstas también tienen un guión de vida basado en la personalidad de su fundador. Tomando como base los datos biográficos y las recientes discusiones sobre la personalidad de Eric Berne, la autora pretende analizar el guión transgeneracional del análisis transaccional. La finalidad es comprender la manera como dicho guión puede estar afectando el desarrollo de las organizaciones de AT, mejorar la difusión del análisis transaccional y enfocar nuestro trabajo profesional en lograr el reconocimiento académico que se merece. La propuesta es modificar la lectura de dicha narrativa, tomado conciencia del papel fundamental que ocupamos los analistas transaccionales en la manera como enseñamos y difundimos esta teoría. Podemos reconstruir la parte limitante de este guión al tiempo de reforzar lo positivo del mismo y reconocer el valor de las aportaciones de Eric Berne a la humanidad.
Palabras clave: Guiones transgeneracionales, guiones organizacionales, genealogía, Eric Berne, análisis transaccional
Algo que desde estudiante siempre me llamó la atención mientras estudiaba las diferentes teorías de la personalidad fue el conocer los datos biográficos de su autor, ya que en su teoría proyecta su personalidad, creencias, valores y sentimientos, así como la situaciones por las que atraviesa en su vida, es decir su propio guión de vida.
Sin embargo, por lo que se refiere a Eric Berne hasta hace poco tiempo he empezado a reflexionar sobre la influencia de su personalidad, sus experiencias y el contexto en el que él vivió en relación al desarrollo, formas de enseñanza y difusión de su teoría, tal vez porque yo misma sin darme cuenta estaba siguiendo el guión transgeneracional del análisis transaccional.
De manera similar a los individuos, las organizaciones también tienen un guión de vida. El guión de una organización se encuentra basado en la personalidad de su fundador, en su motivación inicial, el origen de sus decisiones y sus actitudes al momento de su creación.
Al igual que uno puede estar siguiendo el guión de sus abuelos, aún sin haberlos conocido, es posible que una organización, o los seguidores de una teoría, en este caso los analistas transaccionales, podamos estar siguiendo, sin darnos cuenta, el mismo guión de competencia, arrogancia y aislamiento de Berne.
Entiendo que esto suena muy duro, sin embargo al menos en mi experiencia, he visto como se bloquea el posible intercambio colegial y académico cuando algún colega se resiste a someter un manuscrito a consideración para ser publicado en una revista internacional, que facilitaría el intercambio colegial y académico.
Además, ¿cómo es que podríamos superar este guión organizacional si no tomamos conciencia de su existencia? El análisis transaccional en efecto es una teoría efectiva y sumamente útil para trabajar en todos sus campos de aplicación, ¿qué nos sucede entonces para que el AT no haya logrado tener el reconocimiento académico que se merece? Creo yo que una de las respuestas es el estar siguiendo de manera inconsciente el guión de su fundador transmitido a través de una comunicación consciente por medio de actitudes, creencias y sentimientos a través de los años.
La Asociación Internacional de Análisis Transaccional (The Internacional Transactional Análisis Association) comúnmente conocida como la ITAA, fue fundada por Eric Berne en 1964, como una continuidad de los Seminarios de San Francisco en donde semanalmente él discutía su teoría con sus primeros discípulos los martes por la noche.
Los Seminarios de San Francisco fueron de gran importancia tanto para el mismo Berne como para otras muchas personas y para el desarrollo inicial del análisis transaccional. La personalidad de Berne, aunque controversial en sus confrontaciones, era atrayente y sus ideas, los sabemos todos, sumamente brillantes y avanzadas para su época. Berne fue un genio y tal vez como muchos otros genios su personalidad resultaba ser controvertida.
Me sentí motivada para escribir sobre este tema después de la lectura fascinante de algunos colegas, reflexionando y discutiendo sobre la evolución del análisis transaccional, debido a que a pesar de tratarse de de una eficiente teoría de la personalidad y de las relaciones humanas, no ha logrado el reconocimiento y difusión que han alcanzado otras teorías de la misma época, como es el caso de las terapias coginitivo conductuales y del psicoanálisis contemporáneo.
Fanita English, inició un diálogo en el Script (English, 2007) el periódico mensual de la ITAA, con un artículo titulado “Ahora yo soy una Analista Transaccional Cognitiva y ¿Tú lo eres? “donde comparte de una manera apasionada y valiente, sus sentimientos de disgusto, celos y competencia cada vez que lee en la prensa, en las revistas psicológicas o en los programas académicos artículos de investigación que prueban la efectividad de la “terapia cognitiva”.
Esta experiencia llevo a Fanita a preguntarse:
“¿Por qué el análisis transaccional no ha sido reconocido por su efectividad junto con las terapias cognitivas? ¿Será que nosotros como un grupo especial estamos pidiendo ser ignorados? “(p.6).
Fanita recuerda en su artículo, que Berne tenía una formación como psicoanalista y fue rechazado de su grupo debido a su libro La Mente en Acción (The Mind in Action), (Berne, 1947), donde planteó la teoría psicoanalítica en un lenguaje más accesible para el público en general. ¡Berne nunca se recuperó de este rechazo! Dicho rechazo provocó su arrogancia defensiva que lo llevó a determinar:
“¡Yo les voy a demostrar a ellos y al mundo el valor del análisis transaccional, y ellos lo van a lamentar!. ¡Los psicoanalistas pueden analizar la psique, yo puedo analizar transacciones y probar que puedo hacerlo mejor que ellos. Al igual que Freud yo puedo fundar una organización y excluirlos de la manera como ellos me han excluido a mi!” (English, 2007, p.6).
Además Fanita agrega:
“Nuestras actitudes de aislamiento que iniciaron con Berne y su rebelión en contra del psicoanálisis, ahora son parte de nuestra cultura y necesitan ser revisadas, así como le decimos a un cliente que revise sus conclusiones arcaicas y contraproductivas de sobrevivencia. Berne fue un genio creativo al proporcionar una enorme contribución al campo de la psicoterapia, pero también tenía un Niño muy lastimado y enojado que quería darle un golpe en la nariz al entorno psicoanalítico que no lo había aceptado” (English, 2007, p.6).
Fanita concluye su artículo diciendo: “La ITAA-la organización fundada por Berne- debe de soltar su epiargumento de arrogancia defensiva que nos aísla. Debemos de encontrar maneras de conectarnos con otras escuelas de terapia y comunicación afines, así como incrementar nuestras relaciones públicas” (English, 2007, p.6).
Bill Cornell (2007, p.2), en su artículo “No, Fanita, Yo no soy un Analista Transaccional Cognitivo”, respondió coincidiendo con la tesis de Fanita por lo que se refiere al aislamiento del AT, sin embargo difiere en cuanto a identificarse a sí mismo como un terapeuta cognitivo, porque considera que el análisis transaccional proporciona un modelo comprensible, que actualmente tiene más en común con el psicoanálisis contemporáneo.
Cornell (2007), menciona que las declaraciones de Fanita amplifican la preocupación que ha tenido sobre el análisis transaccional con respecto a sus tendencias de aislamiento y superioridad: “Las actitudes de aislamiento que prevalecieron en los inicios del AT todavía crean serios problemas en la percepción del análisis transaccional dentro de varias comunidades profesionales “(p.2).
Finalmente, en su respuesta Cornell agregó: “Nuestro legado de Berne es complicado. Por un lado hemos recibido grandes regalos, tales como su determinación para crear una psicoterapia transcultural, su comprensión del guión, el uso de contratos, su teoría de grupos y sus esfuerzos para crear un sistema accesible y amigable. Sin embargo también tenemos el legado de sus aspectos problemáticos “(p.2).
Considero importante aclarar que Eric Berne estaba únicamente en contra del psicoanálisis ortodoxo, dado que él mismo reconoció que Fairbairn, con su teoría de relaciones objetales, era el puente entre el análisis transaccional y el psicoanálisis (Berne, 1974). Por lo tanto, no es una casualidad que los últimos avances del análisis transaccional se encuentren relacionados con el psicoanálisis contemporáneo mismo, que se encuentra basado en la teoría de relaciones objetales.
El análisis transaccional fue importado a Latino América por el Dr. Roberto Kertrsz, quien fundó en 1976 la Asociación Latino Americana de Análisis Transanccional (ALAT), alcanzando popularidad rápidamente a través de su libro Manual de Análisis Transaccional (1977), que escribió junto con Guillermo Induni. Ellos realizaron una simplificación adicional al AT, presentándolo como un sistema integrado por “Diez Instrumentos” con un enfoque cognitivo conductual, a la vez que ALAT creó su propio programa de entrenamiento y certificación de analistas transaccionales.
Desde mi punto de vista, la popularidad del libro de Kertesz e Induni en Latino América, fue muy similar a la popularidad que alcanzó en Estados Unidos la publicación del libro de Berne (1964), Los Juegos en que participamos; al mismo tiempo que ALAT fue creada como una asociación réplica de ITAA en Latino América, rompiendo el vínculo directo con la ITAA.
En el prólogo de este libro, Guillermo Induni hace mención al lenguaje sencillo y claro del AT, considerándolo como: (….) el aporte más importante de la ciencias de la conducta para la población en general, agregando (…) por su misma sencillez ha sido rechazado en varios círculos científicos y académicos” y propone la “Verificación experimental y estadística en el plano de la validación filosófica que involucre la comprensión del hombre.»
Sin embargo nada de esto realmente ha sucedido, a la sencillez de la teoría de Berne , se le sumó una simplificación todavía mayor de sus conceptos teóricos, que lejos de ayudar contribuyó más al aislamiento del análisis transaccional. Este es el caso actual de Latino América, que por muchos años se ha encontrado llevando a cabo un entrenamiento y certificación “diferente” del resto del mundo.
Creo yo que este aislamiento de ALAT de la comunidad internacional no se debe nada más al idioma, sino a un guión transgeneracional, el cual ha venido atravesando generaciones. Podemos observar este guión desde Freud, seguido por Berne y otros más, en contra del psicoanálisis ortodoxo freudiano, y culminado con Kertész en Latino América al crear una teoría con normas de entrenamiento y certificación diferentes a las de la ITAA y por ende al resto del mundo.
Por supuesto todo esto ha sucedido de manera inconsciente, como suele suceder con los guiones transgeneracionales, al tiempo que nos enganchamos en una papa caliente, que en este caso produce un juego psicológico inconsciente con una fuerte necesidad subyacente de reconocimiento y legitimidad, a la vez que produce un rechazo como pago final, donde además los “rebeldes” o resistentes terminan haciendo lo mismo a lo que originalmente se rebelaron, un manejo ortodoxo de sus propias teorías.
Mis primeros conocimientos del AT los recibí de maestros certificados por ALAT. Recuerdo que en aquel tiempo se despreciaba al psicoanálisis y se hacían bromas con respecto al tiempo que uno puede “perder” analizándose, el eslogan era: “Cúrate primero y analízate después”.
Yo no conocí a Eric Berne, sin embargo he leído sus biografías y he escuchado múltiples anécdotas de personas que lo conocieron. Fue a través de Muriel James cuando posteriormente yo entré en contacto con ITAA y descubrí una gran parte de la teoría y del manejo del AT que hasta entonces no conocía, ella fue mi entrenadora y supervisora por varios años. Por esta razón yo resulto ser parte de la tercera generación de analistas transaccionales. Dado que Muriel fue discípula de Eric Berne.
A través de los años, diversos autores hemos contribuido a la evolución del análisis transaccional. Los premios Eric Berne reflejan el desarrollo de la teoría a través de los años, así como la integración del AT con las terapias cognitivo conductuales, el psicoanálisis contemporáneo y otras teorías psicológicas afines.
El AT está cambiando y nosotros, los analistas transaccionales, también necesitamos reflexionar sobre nuestras formas de pensar y actuar, así como revisar la manera como enseñamos el AT. Necesitamos soltar los aspectos negativos inconscientes del guión transgeneracional del análisis transaccional y reforzar los aspectos positivos del mismo en donde se incluye el aspecto transcultural, humanista y existencial de esta teoría.
A través de los años, diversos autores hemos contribuido a la evolución del análisis transaccional. Los premios Eric Berne reflejan el desarrollo de la teoría a través de los años, así como la integración del AT con las terapias cognitivo conductuales, el psicoanálisis contemporáneo y otras teorías psicológicas afines.
El AT está cambiando y nosotros, los analistas transaccionales, también necesitamos reflexionar sobre nuestras formas de pensar y actuar, así como revisar la manera como enseñamos el AT. Necesitamos soltar los aspectos negativos inconscientes del guión transgeneracional del análisis transaccional y reforzar los aspectos positivos del mismo en donde se incluye el aspecto transcultural, humanista y existencial de esta teoría.
Para entender un poco más sobre la diferencia entre cultura organizacional y guión organizacional, revisemos algunas de las definiciones originales de Berne en su libro Estructura y Dinámica de la Organizaciones y Grupos (Berne, 1963):
“Cultura: las influencias sociales, intelectuales y materiales que regulan el trabajo de grupo, incluyendo la cultura técnica, la etiqueta de grupo y el carácter de grupo” (p.316). “Cultura técnica: los recursos económicos, intelectuales y tecnológicos disponibles para el trabajo de grupo” (p.316), en este caso la teoría del análisis transaccional. “Guión: Un plan de vida inconsciente, basado en el protocolo” (p.326).
Tomando en cuenta las anteriores definiciones propongo la siguiente definición para el guión organizacional: Un plan de vida inconsciente que se sigue en una organización, basado en su protocolo, que influye las actitudes sociales, intelectuales y materiales que regulan el trabajo de sus miembros, a través del manejo que éstos hacen de su cultura técnica.
En las organizaciones el protocolo es una escena temprana, con una carga emocional en la que el fundador decide crear una nueva organización, tomando como base su cultura técnica, en este caso la teoría del análisis transaccional.
Principales elementos del guión (ver figura 1): protocolo, decisión temprana, posición existencial, mandato(s), contramandatos, juego psicológico, rebusque principal, pago final.
Protocolo; En 1956 fue rechazada la solicitud de Berne como miembro profesional del Instituto Psicoanalítico de San Francisco y se le aconsejó intentarlo de nuevo con tres o cuatro años más de análisis y prácticas. Para Berne, este rechazo fue muy doloroso y determinante ya que él quería agregar algo nuevo al psicoanálisis y creó su propia teoría.
Decisión temprana: “Ahora les voy a demostrar….”, “No los necesito”.
Posición existencial: Yo estoy bien (Berne/ustedes están mal (psicoanalistas).
Mandato: No te acerques.
Contramandato:-Impulsor: Trata más.
Juegos psicológicos: “Mi teoría es mejor que la tuya”.
Patéame.
Rebusque: Resentimiento.
Pago Final: Rechazo
El guión personal de Berne obviamente relacionado con la competencia al sentirse rechazado y tal vez abandonado queda fuera del análisis de este ensayo, sin embargo sus motivos habrá tenido para reaccionar de esta manera dado que en muchas otras situaciones actuaba de manera similar provocando el rechazo de las autoridades (Jorgensen, 1984).
El guión del análisis transaccional ha continuado transmitiéndose de una generación a otras entre los analistas transaccionales, a mi parecer a través de los mecanismos de transmisión del guión. Considero importante comprenderlo porque en esto los maestros tenemos una gran responsabilidad en cuanto a la manera como enseñamos la teoría.
MECANISMOS DE TRANSMISIÓN DEL GUIÓN TRANSGENERACIONAL
Anteriormente he propuesto los siguientes mecanismos por medio de los cuales y a través de la comunicación inconsciente se transmite el guión de una generación a la siguiente (Noriega, 2004,2009):
1) Transacciones ulteriores, 2) Juegos Psicológicos, 3) Psicodinámica de transferencia, 4) Identificación proyectiva. En este caso veremos cómo estos mecanismos pueden funcionar en una organización o institución educativa.
Transacciones ulteriores
Las transacciones ulteriores ocurren en dos niveles simultáneos: el estímulo y la respuesta social (ES-RS) y el estímulo y respuesta psicológica (EP-RP), (ver figura 2). La tercera regla de comunicación dice que la respuesta conductual de una transacción ulterior está determinada por el nivel psicológico, no por el nivel social. A través de estas transacciones los mensajes del guión pasan de manera inconsciente de una generación a otra.
Juegos Psicológicos
Los juegos contienen el mensaje oculto transmitido a través de las transacciones ulteriores, representando una necesidad inconsciente de comprender y dar significado a un asunto no resuelto del pasado (ver figura 3). “Mi tipo de terapia es mejor que la tuya” y “Sí pero…” Estímulo: ¿Qué opinas de la teoría X? Respuestas: Está bien, pero…el AT es mejor que ninguna.
Psicodinámica de transferencia
Berne (1961) afirma; “los guiones pertenecen al reino del fenómeno de transferencia” (p.116). La transferencia no se encuentra restringida a la relación pacienteterapeuta, también ocurre en otras relaciones cercanas en que los vínculo emocionales son fuertes, tales como la relación con un maestro que admiramos a quien le debemos respeto o un maestro con el cual hemos quedado resentido por una falta de reconocimiento.
La relación transferencial profesional contiene el tono emocional involucrado en la psicodinámica de relación original experimentada entre el alumno y su maestro o tutor, así como su experiencia con las autoridades académicas. Dicha experiencia pudo haber sido la propia o la de alguno de sus ancestros (ver figura 4).
Ej: La reacción de competencia de Berne al ser rechazado por la Asociación Psicoanalítica-Protocolo del guión.
Todavía a la fecha es frecuente escuchar a un analista transaccional decir que el análisis transaccional es mejor que el psicoanálisis y a cualquier otra teoría, continuando de esta manera con un juego de poder. Mientras que busca legitimizar al AT lo que realmente produce es un rechazo dentro de las comunidades académicas.
Identificación proyectiva
Es un mecanismo de defensa, transmitido por fantasías, en las cuales la persona (en este caso el maestro) proyecta partes de sí mismo en el objeto (en este caso el alumno) con el propósito inconsciente de evitar sus sentimientos desagradables e inaceptables mientras que simultáneamente provoca esos sentimientos que en el otro (Laplance y Pontails, 1987), (ver figura 5).
Los sentimientos de Berne de competencia, resentimiento y rechazo, así como su necesidad de aprobación, al momento en que su teoría no fue aceptada por la comunidad de psicoanalistas de su época, de manera inconsciente se sigue transmitiendo a través de los maestros a sus alumnos de una generación a otra.
Otro sentimiento transmitido puede ser la vergüenza que se manifiesta cuando los analistas transaccionales no se presentan como tales, sino que anteponen otros títulos o nombres a sus institutos, o bien crean sus propias teorías utilizando los conceptos del AT sin reconocer el origen de los mismos.
La identificación proyectiva parece ser la principal manera como los guiones son trasmitidos de una generación a otra, además de que este mecanismo se encuentra involucrado en los otros mecanismos previamente descritos. Funciona como un vehículo por medio del cual se transmiten sentimientos reprimidos construyendo una narrativa que resulta ser un papa caliente que va pasando de una generación a otra.
El análisis de estos mecanismos en la relación alumno maestro –autoridad académica, puede ser útil para decodificar los mensajes ocultos en el guión del maestro y así poder romper la cadena generacional, evitando de esta manera la transmisión del guión a la siguiente generación.
Estamos concluyendo un ciclo al celebrar el centenario del nacimiento de Berne. Es el momento de que construyamos una historia diferente, hagamos una redecisión del guión del análisis transaccional.
La fuerza de Fisis
Eric Berne (1968) definió a Fisis (Phycis) como “una fuerza de la naturaleza, que eternamente prospera haciendo que las cosas crezcan y se perfeccionen” (p.89). Él le llamaba la flecha de la aspiración atravesando los tres estados del yo y su posición representa la trascendencia del guión. En una organización lo más importante es la sobrevivencia del grupo (Berne, 1963). Fisis, representa la esencia y la fuerza interior en la persona, orientada hacia la sanación, el crecimiento y la evolución. Este poder e inteligencia de Físis se encuentra en cada uno de nosotros, representando el crecimiento y desarrollo, a través de la consciencia que nos permita romper con el guión negativo del AT (ver figura 6).
Los estoicos identificaron a Físis como el principio activo de energía en la Naturaleza que nos mueve hacia el desarrollo a través de un crecimiento espontáneo (Clarkson, 1992, p.11).
La auto-actualización y la evolución es un trabajo difícil, más cuando por falta de conciencia repetimos los asuntos no resueltos propios y de nuestros ancestros, estos se convierten en los nudos en nuestro árbol genealógico que bloquean el libre fluir de Físis.
Nuestra vida de viejas raíces
El título de este congreso, similar a otro que tuvimos en San Francisco hace algunos años, nos hace recordar que desde hace tiempo los analistas estamos buscando una reconstrucción junto con una redecisión del guión transgeneracional del análisis transaccional.
Berne murió muy pronto y no tuvo la oportunidad de rectificar porque no alcanzó a mirar las consecuencias de sus decisiones, de haberlas visto tal vez él mismo habría modificado algunas de las mismas. Tuvo poco tiempo para desarrollar su teoría y todos sabemos que de varias maneras el análisis transaccional aún está incompleto y necesita ser revisado.
La ITAA- la organización fundada por Eric Berne- así como ALAT y todas las otras asociaciones regionales y nacionales de análisis transaccional debemos de soltar el epiguión de competencia, asilamiento y arrogancia defensiva que nos ha venido obstaculizando el trabajo de investigación, las publicaciones en revistas indexadas fuera de la AT y la discusión e intercambio colegial con otras teorías afines.
Necesitamos reforzar a la vez el guión positivo de AT permitiéndonos conocer y respetar la diversidad en cuanto a los diferentes enfoques, tradiciones o escuelas del análisis transaccional que actualmente existen, ninguna es mejor que la otra, somos nosotros quienes decidimos elegir con cuáles enfoques nos identificamos más para trabajar. Podremos continuar así realizando un proceso de actualización y crecimiento personal, así como un desarrollo de nuestras relaciones públicas.
Es ahora a nosotros a quienes nos toca romper la cadena generacional negativa, teniendo cuidado en solo “tirar el agua sucia de la bañera sin tirar al bebé”, dado que la esencia del AT es única. Enfocarnos más en el guión positivo del análisis trasnacional permitirá el libre fluir de nuestra esencia representada por Físis, a la vez de continuar desarrollando una teoría enfocada en la saludo mental y de las organizaciones, y no únicamente en la patología.
Dejemos de competir y mejor seamos competentes, uniendo nuestros esfuerzos en un trabajo conjunto que proporcione el AT la validación científica y académica que le corresponde.
REFERENCIAS
Berne, E (1968) A Layman’s Guide to Psychiatry and Psychoanalysis. Simon and Schuster: New York.
Berne, E. (1961). Transactional Analysis in Psychoterapy. New York: Grove Press.
Berne, E. (1963) The Structure and Dynamics of Organizations and Groups. New Yoork: Grove Press.
Berne, E. (1974) ¿Qué dice usted después de decir hola? Grijalbo: Barcelona.
Berne, E. (1964) Games People Play. Grove Press: New York.
Clarkson P. (1992) Transactional Analysis Psychoterapy: An Integrated Approach. Tavistock/ Routledge: London and New York.
Cornell, W. No, Fanita. I am not a Cognitive Transactional Analyst. The Script Vol. XXXVII, 5,2.
English, F. I’m Now a Cognitive Transactional Analyst, Are you? The Script Vol. XXXVII, 5.1.
Jorgesen Watkins, E. y Jorgesen, H.I. (1984) Eric Berne: Master Gamesna. A Transactional Biography. Grove Press. New York.
Kertesz, R. e Induni G. (1977). Manual de Análisis Transaccional. Conantal: Buenos Aires.
Laplance, J. y Pontalis, J.B. (1987) Diccionario de Psicoanálisis. Barcelona: Labor, S.A.
Noriega, G. (2004) Codependence: A Transgenerational Script. Transactional Análisis Journal, Vol. XXXIV, 312-322.
Noriega, G. (2009) On Receiving the 2008 Eric Berne memorial Award for Mechanisms of Transgenertrional Script Transmission. Transactional Analysis Journal. Vol. XXXIX, 1 8-13.
Gracias por vuestros comentarios.
Estoy trabajando el AT en focalización a análisis jurídico-sociológico del Derecho civil y constitucional de Chile. Es el tema de mi último ensayo. Los trabajos de Eric Berne han nutrido mis hipótesis desde que conocí el AT en la Escuela de Medicina Norte de la U. de Chile, en 1977. Honro la memoria de Berne, con gratitud y aprecio. Saludos
Saludos. Soy una estudiosa independiente de AT. Hace poco que conozco esta teoría. Después de un largo paréntesis donde casi por completo renuncié al psicoanálisis (luego de estudiarlo con pasión y “defenderlo” por muchos años). Esta decisión la terminé tomando precisamente por su funcionamiento gremial particularista, con todas sus consecuencias. He leído con interés este artículo, que está muy interesante. Debo decir que esto que lee la autora (Gloria) no es el guión de Berne; es el guión del psicoanálisis, iniciado (el guión) con Freud, que Berne de alguna manera se trajo, lo mismo que Lacan (a quien sigo admirando, tanto como a Berne; estoy segura de que hubieran sido muy buenos amigos y colaboradores, de haberse conocido) y todos sus posteriores seguidores (tanto de Freud como de Lacan y de Berne). Alguna vez, en 2009-10, hice una monografía advirtiendo esto sobre la gestión de Freud sobre el psicoanálisis como una franquicia, una marca registrada, como una patente… con un rigor sectario increíble. A su vez él estaba tratando de demostrar que él era un judío mejor que los judíos porque prescindía de Dios, que él era más profeta que todos los profetas porque era “científico”, y siempre vivió buscando un reconocimiento de la comunidad científica que nunca logró; rigidizó sus descubrimientos y teorías y convirtió el PsA en una “causa” (así llamadas algunas agrupaciones de PsA en el mundo, “La causa freudiana”, como si fuera una obra de beneficencia que hay que propagar…). Yo no creo que me volvería a enrolar con una teoría psicológica a la manera de una franquicia, definitivamente no. Y, desde la periferia, les comento que es eso lo que aísla y lo que no permite el avance del estatus de una teoría como esta (AT), que definitivamente es muy buena. Con lo de Lacan es más complicado, tiene el doble reto del gremialismo y del grado de dificultad y desorganización conceptual (Lacan tiene muchos aportes muy valiosos, pero la complejidad y cantidad de fuentes/antecedentes de sus conceptos y propuestas no siempre explicitadas convierten en una tarea titánica darle seguimiento a su legado). Abandonen la corporativización. Simplemente estudien, compartan, apliquen, supervisen, no se “casen” con ningún maestro ni con ningún supervisor, diseñen estudios, publiquen artículos. Olvídense de “certificaciones” y de purismos. ¿Uds ven a los cognitivo conductuales creando sistemas de certificación, defendiendo teorías y maestros? Yo no los veo. ¿Por qué los pongo de ejemplo? Porque si algo hay que admirarles es que saben operar con la realidad de la comunidad científica, con todos los defectos que esta pueda tener.