Análisis Transaccional y Psicosocionomía
01/09/2010
En 1992, un grupo de psicoterapeutas de análisis transaccional del que yo formaba parte, y algunos integrantes de organizaciones se reunieron para reflexionar sobre una cuestión originada en las sesiones de psicoterapia: “¿Por qué las organizaciones humanas se han convertido en lugares de alienación para las personas en vez de constituir lugares de crecimiento?”
En efecto, la mayoría de las veces, las quejas de nuestros clientes estaban relacionadas con sus vivencias en las organizaciones familiar, profesional y social. Nosotros, como analistas transaccionales, tratamos con agentes de todos los niveles de la escala.
Rápidamente llegamos a la conclusión de que resultaba difícil tratar al individuo únicamente en su dimensión psíquica, puesto que al mismo tiempo es un ser social y económico. Así pues, no se puede separar estas tres dimensiones.
Todos los seres humanos forman parte de los sistemas familiar, social, institucional, cultural, etc. y constituyen un elemento de dichos sistemas.
Dentro de las organizaciones, hemos reflexionado y experimentado con las relaciones entre los ámbitos organizacional e individual, y hemos elaborado varios cuestionarios para analizar dichos ámbitos. Poco a poco, hemos desarrollado diferentes conceptos para analizar las estructuras y el funcionamiento de las organizaciones, así como un método de intervención. Estos conceptos se han elaborado a partir de la teoría análisis transaccional combinado con el psicoanálisis, la teoría de sistemas, la psicología clínica y la neurociencia. Así nació la Psicosocionomía. Hoy en día se ocupa de un nuevo campo de investigación en las ciencias humanas y sociales, postula que el ser humano en las instituciones sólo puede comprenderse si se evalúa lo económico, dentro de estas interrelaciones permanentes y sistémicas con lo psíquico y lo sociológico. Los principales conceptos elaborados por la Psicosocionomía son:
El homo Psicosocionomicus
Los indicadores de crecimiento
Las personalidades Psicosocionómicas
Los sistemas de personalidades Psicosocionómicas
Las articulaciones Psicosocionómicas
Los agentes patológicos y los agentes terapéuticos
La alteridad Psicosocionómica
La intervención Psicosocionómica
DEFINICIÓN
La Psicosocionomía promueve una nueva visión de la personalidad individual y de las organizaciones. Se basa en el postulado de que cada ser humano es un conjunto corporal, psíquico, social y económico indisociable. También es un método de intervención con individuos y organizaciones.
Su finalidad consiste en facilitar el cambio, el desarrollo y la evolución de los individuos y las organizaciones a las que pertenecen.
Por sus articulaciones sistémicas, la Psicosocionomía coloca al individuo en el centro de la red económica tanto a nivel de la producción y de la distribución como del consumo de bienes.
El ser humano crea la economía y, a su vez, es modelado o construido por ella.
La Psicosocionomía considera que el ser humano es, gracias a su aparato psíquico, un mediador entre lo económico y lo social, lo que le permite aplicar sus capacidades potenciales de imaginación, creación, evolución y realización personal a sus actividades socio-profesionales. Le describe en su confrontación con lo económico y la sociedad, no sólo como agente fundador y creador, sino también como consumidor.
LOS CONCEPTOS FUNDAMENTALES DE LA PSICOSOCIONOMÍA
1 /El « Homo Psicosocionomicus »
Desde su nacimiento, el hombre se halla sumergido en la economía como consumidor, y será construido y modelado por ella. Toda su personalidad se elaborará en la estrecha relación de sus necesidades y deseos con las satisfacciones otorgadas por un modelo cultural y económico.
Lacan decía que el niño es como una página en blanco sobre la que se inscribirá la cultura; nosotros podríamos añadir “sobre la que se va a inscribir el modelo económico”. Cada educación tiene por objetivo adaptar al niño al sistema económico que le rodea, en calidad de productor, distribuidor y consumidor.
El ser humano construye su personalidad, su marco de referencia y su guión a partir de la estrecha relación entre sus necesidades de supervivencia y los medios para sobrevivir. La economía asegura la regulación de las necesidades fundamentales de la especie humana genéticamente programada para garantizar la continuidad de la vida y de su reproducción.
Las funciones específicas de los “tres cerebros” (Mc Lean, Laborit) nos permiten elaborar estrategias Psicosocionómicas tomando en cuenta las necesidades fundamentales de los seres humanos:
Las necesidades del instinto se ven influidas por el cerebro de las pulsiones (el cerebro reptiliano) que regula el hambre, la sed, la reproducción y la defensa del territorio.
Las necesidades relacionales se ven influidas por el cerebro afectivo (sistema límbico), que es el lugar donde se engranan la memoria y el vínculo.
Las necesidades del “espíritu” específicas del ser humano se ven influidas por el neo-córtex, que permite acceder a la palabra, a la consciencia, a lo imaginario, etc.
Cada ser humano forma parte de los sistemas familiares, sociales, profesionales, etc. y como tal, es un ser social que participa obligatoriamente en el sistema económico, de modo que es un “homo psicosocionómicus”.
2/Los « indicadores Psicosocionómicos » de crecimiento
La evolución Psicogenética de los individuos hacia la madurez y el Adulto viene marcada por acontecimientos biológicos, psicológicos, sociales y económicos particulares, lo que tiene por consecuencia el desarrollo de algunas características de personalidad para la producción, la distribución y/o el consumo de bienes económicos.
Estos indicadores caracterizan el nivel de desarrollo y constituyen recursos que marcan el nivel de crecimiento:
psicoafectivo
intelectual
social
sexual
psicomotor
de acción
de creatividad
de intuición
y en términos de valores / integración de la ley
También permiten evaluar los talentos y las capacidades relacionados con los tipos de personalidad.
Pensamos que el indicador esencial del crecimiento psicosocionómico es el indicador psicoafectivo, en torno al cual se articularán los demás. En efecto, si la psicoafectividad alcanza la madurez, los demás indicadores se desarrollarán en armonía permitiendo al individuo alcanzar la madurez y la alteridad.
3/ Las personalidades psicosocionómicas
En función de su historia, sus experiencias y la confrontación de sus necesidades y sus deseos con la realidad económica del entorno en el que vive, cada individuo ha desarrollado o inhibido algunas cualidades o talentos que son la base de la constitución de su personalidad.
La Psicosocionomía ha definido ocho tipos de personalidades basadas en la descripción de las personalidades estudiadas por la Psicología Clínica. Las hemos definido en función de los talentos “naturales” de cada una:
Social/Histérica
Metódica/Obsesiva
Creativa/Pasivo-agresiva
Apasionada/Borderline
Líder/Narcisista
Audaz/Psicópata
Persistente/Paranoica
Meditativa/Esquizoide
4/ Los Sistemas de personalidad
Como ya sabemos, cada individuo tiene una personalidad, es decir, características propias, una manera de pensar, de sentir, de actuar, valores, talentos, límites y un carácter.
Lo mismo sucede con las organizaciones, que también poseen su personalidad – su yo – que a menudo se denomina “cultura”: es decir valores, técnicas, un carácter y una forma de pensar, de sentir y de actuar. Como dichas organizaciones constituyen sistemas, diremos que se trata de sistemas de personalidad. Este sistema se organiza alrededor de una dinámica con un funcionamiento específico, que podríamos estudiar en términos de rasgos de personalidad, síntomas y mecanismos de defensa para establecer diagnósticos, planes de tratamiento o planes de acción y estrategias de intervención coherentes con la personalidad cultural del sistema.
Por ejemplo: sistema de personalidad Social / histérico, Metódico / obsesivo, etc.
5/ Las « articulaciones » y los « bloqueos » Psicosocionómicos
Cada sistema se compone de elementos relacionados entre sí. El punto de unión entre dos elementos (o dos sub-sistemas) es la articulación.
Para que funcione un sistema, la energía debe poder pasarde un elemento a otro, y así sucesivamente. Esto se produce a través de las transacciones.
En Psicosocionomía, lo que denominamos una articulación psicosocionómica es un vínculo activo de interdependencia entre uno o varios elementos (o sub-sistemas) en sus acciones. Son las transacciones las que transmiten la energía en el interior del sistema, y en el caso de los sub-sistemas, hacia otro subsistema (o contexto).
La interrupción de la transmisión de la energía constituye un bloqueo psicosocionómico.
6/ Las necesidades psicológicas
La dinámica que lleva a los individuos y a las organizaciones a construir un sistema obedece a tres necesidades fundamentales:
de estructura / referencia
de reconocimiento
de estimulación / acción
a/ la necesidad de estructura/referencia
Se trata de la más arcaica y la más fundamental. Los individuos se ven empujados, ante todo, a buscar o a construirse una estructura, una referencia, un marco. Necesitan pertenecer, tener modelos para “concebir” o “concebirse”. De este modo se sitúan en la red socioeconómica en términos de espacio, tiempo, pertenencia e identidad.
b/ la necesidad de reconocimiento
Esta necesidad se manifiesta a través de la búsqueda de un lugar en relación al otro, con la necesidad de existir como entidad específica para el otro.
c/ la necesidad de estimulación/acción
Se manifiesta por el deseo de creatividad, actividad y realización.
Cuando estas necesidades no se ven satisfechas, los individuos y las organizaciones producen síntomas o disfunciones.
7/ Los agentes patológicos y los agentes terapéuticos
Al igual que los individuos, cada organización o sistema puede enfermar:
Puede que, desde su creación, porte genes patológicos que la llevarán a desarrollar una enfermedad genética a lo largo de su existencia.
O puede que desarrolle enfermedades por contagio, a menudo cuando ya existe un déficit inmunitario (crisis, coyuntura difícil, etc…)
Algunos virus potenciales, que hasta entonces habían permanecido inactivos, se vuelven activos y debilitan la organización, haciéndola enfermar y llegando a veces a matarla. Estos virus son elementos del sistema presentes en la organización pero inactivos hasta entonces, o bien fueron introducidos cuando existía un déficit inmunitario.
Algunos agentes terapéuticos pueden entrar en acción. Éstos también son elementos del sistema que se hallaban presentes antes de la crisis o bien elementos introducidos para curar la organización.
8/ El Segmento cursor
Se trata de una herramienta de medida cuya función es localizar el lugar que ocupa un individuo o una organización (en el seno de un sistema de personalidad) respecto a los dos polos extremos:
“Patología” / “Salud”
Ejemplo :
Polo Salud(madurez)___I_______________ polo Patología(regresión)
personalidad « Social » « Histérica »
9/ La alteridad psicosocionómica (La Autonomía)
Hace referencia a la capacidad relativa de cada individuo de:
asumir su diferencia y respetar la del otro
asumir su propia responsabilidad y la de la comunidad o la del sistema
tomar consciencia de la interdependencia.
articularse con los demás elementos del sistema de forma a crear relaciones de colaboración, con el objetivo de aportar su contribución al desarrollo y al crecimiento de la comunidad humana
Esto es posible cuando las tres condiciones de acceso a la autonomía se dan juntas:
La Consciencia, la Espontaneidad y la Intimidad.
La Intervención Psicosocionómica
Ante todo, la intervención Psicosocionómica tiene en cuenta el proceso. En efecto, empezamos por establecer un diagnóstico del sistema de personalidad de la organización a partir de las observaciones, de los cuestionarios y de las conversaciones con los diferentes agentes. Después, establecemos un contrato de intervención, que tendrá en cuenta el diagnóstico, la demanda y los objetivos de la organización. Finalmente, establecemos un plan de actuación o de tratamiento en función del diagnóstico y del contrato.
Elaboramos herramientas de intervención de acuerdo con el diagnóstico y el plan de actuación.
Tras las intervenciones prevemos momentos de evaluación, lo que nos permitirá validar o modificar las intervenciones y el plan de actuación.
En definitiva, las fases de la intervención son las siguientes:
Análisis de la demanda
Diagnóstico
Contrato
Establecimiento del plan de actuación o de tratamiento.
Adecuación y elaboración de las herramientas de intervención.
Intervención.
Evaluación
Bibliografía:
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Morin, E. »El paradigma perdido» Kairos,Barcelona 2008.
Articles:
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Krausz,R.”The administration of power in organization” T.A.J. 17, 4 Octobre 1987.
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