Seis claves para ser un buen terapeuta humanista integrativo

01/07/2014

José Zurita
José Zurita

Fragmento del discurso pronunciado el pasado 21 de junio de 2014 en el acto de graduación de la 13/11ª promoción del Máster de Psicoterapia/Counselling Humanista Integrativo del Instituto Galene. José Zurita nos recuerda seis claves importantes para ser un buen terapeuta.

Quiero recordaros 6 Claves para lograr la congruencia entre vuestro ser profesional con vuestro ser personal:

Estabilidad. Buscad la estabilidad en vuestra vida. No está reñida con la intensidad, ni con la diversión. Se trata de buscar que la vida de cada uno tenga cubierta las necesidades básicas para poder dedicarnos al otro.

Seguro que os acordáis del esquema de los 5 niveles, cuando la columna es congruente nos aporta estabilidad. Y la estabilidad da seguridad y confianza.

Trabajad en vuestra terapia personal para estar cada día más sanos, más en el presente, con la mochila de los conflictos sin resolver más vacía, con los duelos de las relaciones más importantes de vuestra vida solucionados. Sólo desde ahí podemos ayudar de una forma honesta y profesional.

Acordaos de las cinco áreas vitales, revisadla de vez en cuando y preguntaos cuál de ellas está siendo desatendida. A lo mejor tenéis que tomar decisiones correctoras. Todo buscando vuestra estabilidad y que así podáis transmitirla a los otros y al mundo. Vendrá bien.

Coherencia. Sed vosotros mismos. Recordad que dentro del ser psicoterapeutas somos modelos de personas sanas. Debemos ser la misma persona cuando estamos atendiendo a un paciente que cuando estamos en casa con nuestra familia y cuando salimos a la calle a divertirnos. Este trabajo no se trata de representar un papel, se trata de ser auténticos y mostrar con coherencia nuestras acciones, nuestras ideas y nuestras emociones. Sed buenas personas. Ya sé que lo sois y por esto estáis aquí hoy, pero lo que quiero sugeriros es que lo seáis siempre. Ya sabéis que el poder corrompe y ésta es una profesión en la que tenemos mucho poder sobre el otro. No lo utilicéis en beneficio propio. Cuando la comunicación es integral no caben mentiras

Integrativo. Seguid formándoos toda vuestra vida e integradlo en vuestra forma de ser y de trabajar. No os acomodéis en lo que ya sabéis o en lo que ya sois. Creced, aprended más, buscad nuevas técnicas, nuevas teorías, así estaréis siempre en marcha hacia vuestros objetivos. Sed ambiciosos con respecto a vuestra formación y que eso os lleve a ser los mejores terapeutas del mundo o del universo. Siempre para vuestros pacientes. Sed generosos con ellos. También con todos los que no lo son, os animo a aportar vuestros nuevos conocimientos integrados a la Psicoterapia Humanista Integrativa, ayudad a que esta forma de hacer psicoterapia crezca, mejore y se expanda. Que se puedan beneficiar cada día más y más personas de ella. Seguro que ya lo habéis visto en vuestro entorno. Vuestro cambio y aprendizaje ha generado cambios en las personas que comparten la vida con vosotros. A lo mejor ellos no se han dado cuenta todavía pero seguro que vosotros sí. Según vayáis atendiendo pacientes esos cambios a los que acompañareis irán generando otros cambios en su entorno. Esto es bueno para el mundo. Contribuid a que este mundo sea un poco mejor.

Honestidad. Utilizad la honestidad como guía en vuestra vida tanto dentro como fuera de la profesión. En cada intervención terapéutica debe estar presente la honestidad. Acogeos al código ético de vuestra asociación y de vuestro colegio profesional. Comportaos con ética siempre. Acordaos que somos modelos y que nuestro comportamiento puede ser fundamental en nuestros pacientes.

Presente. Vivid en el presente mirando hacia objetivos futuros. Disfrutad de cada momento, emocionaos, vivid con pasión lo que hagáis. No matéis el tiempo, hacedlo productivo. Si descansáis, hacedlo a conciencia y no en pasividad. No os conforméis con una vivencia mediocre de vuestro tiempo, luchad porque sea lo más de lo más. Si estáis con un paciente, haced de ese momento el mejor de vuestra vida. De todas formas no tenéis otro…

Me imagino que ya conocéis esa cita atribuida a Muriel James que dice:
“El pasado ya no está: se fue, el futuro no existe: está por llegar. El presente es un regalo, por eso se llama PRESENTE”.

Y de la misma raíz de presente nos viene presencia, integradla. Que cuando estéis con alguien no haya dudas de que estáis presentes. Que aportáis a la relación esa PRESENCIA con mayúsculas, que en Psicoterapia Humanista Integrativa es una presencia amorosa, consistente, segura y honesta. Que vuestros pacientes sepan que su terapeuta está ahí, que puede contar con vosotros pase lo que pase, diga lo que diga, haga lo que haga. Incondicionalmente.

Y por último …..

Amor. La esencia de la Psicoterapia Humanista Integrativa es el AMOR. La esencia de la vida es el amor. Somos concebidos por amor, nacemos por amor y vivimos por amor. Alguien que no tiene el amor suficiente muere. Aunque no seamos conscientes, el amor es nuestro eje más profundo. Nos une a la vida, a nuestra familia, es el pegamento de todas nuestras relaciones.

Cuando trabajamos desde la Psicoterapia Humanista Integrativa trabajamos desde el amor. Por eso es fundamental que estemos abiertos a dar y recibir amor. Que eliminemos todas las barreras y resistencias que podamos tener que dificulten ese intercambio emocional que se produce a cada momento en nuestras vidas.

De la órbita del amor nos llega la CONFIANZA, a todos os consta que la confianza es un elemento fundamental en la terapia en general y en Psicoterapia Humanista Integrativa en particular. Nuestros pacientes necesitan confiar en ellos, en los otros y en el mundo y así poder vivir y dejar de sobrevivir. Para conseguir esto será imprescindible que primero confiemos en nosotros como persona y como terapeuta, que confiemos en nuestro paciente, así él podrá confiar en su terapeuta y aprender a confiar en sí mismo, en el otro y en el mundo.

Un terapeuta Humanista Integrativo debe ser una fuente de AMOR INCONDICIONAL para su paciente. Que pueda nutrirse en esta segunda oportunidad de ese amor que no tuvo o que le llegó con carencias o con condiciones. Que podamos hacer de la experiencia terapéutica una vivencia reparadora en cuanto al amor. Que esto permita que nuestro paciente pueda afrontar con éxito su terapia, resolver sus conflictos más profundos y llegar a la autonomía personal.

Con estas 6 claves estaréis bien preparados para ser unos estupendos terapeutas humanistas integrativos, capacitados para abriros a vuestra vida profesional seguros de que lo que venga en el futuro será bienvenido. Que, agradable o desagradable, sabréis hacerle frente con honestidad y con esa fuerza que nos da la confianza y el amor.

José Zurita

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