¡Muévete!!, ¡Actúa!

Si te interesa el mundo, si te importa lo que te rodea y sobre todo quienes te rodean, …..¡actúa!  El mundo es muy grande y nosotros somos muy pequeños… o ¿no será al revés? Cada día vemos ejemplos de personas que se mueven, creen en sí mismos y consiguen proezas increíbles. La clave de estas hazañas está en que esas personas confiaron en su poder y que actuaron. No se quedaron paradas ante tanto “sin sentido” que hay en estos tiempos que nos toca vivir.

¿Tienes sueños?, ¿te gustaría cambiar algo?, ¿crees que el mundo podría ser mejor?, y … ¿no piensas que podrías hacer algo para contribuir?Seguro que todos podemos hacer algo para que esto cambie. Cada uno a su nivel, con sus características, potencialidades y saberes personales, todos podemos ayudar al cambio global.

Aunque una voz interna te diga lo contrario, ¡tu puedes! Tenemos unos mecanismos defensivos que tienden a asegurar nuestra supervivencia. Para la parte de cada uno que los dirige, el planteamiento es claro. Las decisiones que tomé, las estrategias que he estado practicando toda mi vida, el cómo hago las cosas o cómo no las hago, … han conseguido que yo esté aquí y que siga con vida. Por el contrario, lo nuevo, lo diferente, es arriesgado. Nada de eso me asegura mi supervivencia. La tendencia clara es a no actuar, no correr riesgos y… “así, aseguro mi supervivencia”.

Y para esto se ponen en marcha multitud de mecanismos que, de forma creativa y racionalmente adecuados a mi forma de pensar, que para eso son míos, me van animando a NO actuar, a NO arriesgar, en definitiva a quedarme impasible ante lo que vaya pasando por delante de mi, sin mover un dedo para cambiarlo.

Yo te animo a salir de tu círculo de confort. A ponerte en marcha, a entrar en acción. ¡Muévete! ¡Actúa!. ¡Reacciona!. Apuesta por tu capacidad de mejorar el mundo y… ¡pasa a la acción!

¿Quieres?

Ahora lo que te propongo es que te preguntes, primero sobre “qué te gustaría cambiar” y después sobre “cual o cuales serian  tus actuaciones para lograr ese o esos cambios”. ¿Qué piensas que podrías hacer? Aquí pueden surgir muchas ideas, permite que salgan. Deja que tu imaginación vuele sin trabas. Te animo a escribirlas. Así saldrá una lista de objetivos.

Llega el momento de poner a nuestro Adulto a trabajar. Analizando la lista de objetivos, veremos que algunos son imposibles claramente. Estos los dejaremos de momento a un lado, ya que ahora nos vamos a dedicar a los más factibles. De estos elige uno o dos. A lo sumo tres. Vamos a empezar con estos.

Confía en ti y en tu capacidad. Tienes el poder interno para realizar tus sueños. Cuando estés en línea con tu poder y capacidades, comienza a trazar un plan de acción.  A mi me gusta dibujar una línea que conecte este instante con mi objetivo futuro.Entonces comenzando por el final de la línea, iré hacia atrás nombrando los hitos necesarios para lograr el/los objetivo/s. Así poco a poco se va descendiendo hasta llegar al momento presente. Esto me dará las claves de qué puedo hacer ahora o en los próximos tiempos para conseguir mi objetivo.

Ahora se trata de dar los primeros pasos para conseguir los resultados más próximos en tu línea del tiempo hacia tus objetivos. ¡Adelante! ¡Ponte en marcha!

…Y si no se te ocurre nada siempre podrás participar en los movimientos que pueden cambiar algo. Crear un blog, un grupo de Facebook. Iniciar una cadena de favores: ofrece a tres personas al menos, tu ayuda desinteresada. Hacerte voluntario, crear una ONG, ayudar a los proyectos que van en línea con tus objetivos que ya estén en marcha….  Lo importante es no quedarse inmóvil viendo como la vida y las oportunidades de contribuir pasan. ¡Muévete! ¡Actúa!

José Zurita