El final del principio

03/07/2017

Como en toda relación, lo sano es afrontar y atravesar los diferentes momentos sin quedarse asuntos pendientes. Y nosotros afrontamos ahora el final de esta primera etapa en nuestra relación con la Psicoterapia y el Counselling Humanista Integrativos tras finalizar nuestra formación de máster.

En esta etapa que ahora se termina hemos ido haciendo grupo de una forma silenciosa y casi invisible, pero que todas y todos podíamos percibir con una sensación intensa y real. A lo largo de este tiempo compartido han tenido lugar miles de pequeñas transformaciones individuales que han sabido acompasarse en esa transformación grupal como en un baile exquisito de autenticidades. Ahora, como no puede ser de otra forma y pese a estar en la cima de la confluencia grupal, toca esa despedida y decir “adiós para siempre” a tantas cosas…

Nos despedimos de la plataforma, que silenciosamente fue haciendo hábito. Nos despedimos de módulos, lecturas, ejercicios, películas, rompecabezas, informes de prácticas… Nos despedimos de los presenciales, de los domingos de integración, de los momentos compartidos en este marco. Nos despedimos del profesorado, que tantas pistas nos dio sobre por dónde continuar o qué mirar más en profundidad. Nos despedimos de los directores de orquesta de todo esto Maca, Pepe, Carmen y todo el equipo de Galene en general, gracias por aportarnos tanto. A vuestro lado hemos crecido y hemos podido comprobar que otra forma de hacer las cosas es posible y muy necesaria. Gracias por vuestro ejemplo y humanidad.

Durante estos dos años hemos afrontado con pasión la labor de aprender desde las tripas, desde dentro, todo lo que supone el ejercicio de nuestra profesión. El duelo, que hemos vivenciado, aprendido y aprehendido, ha sido una estrategia terapéutica maravillosa que nos llevamos para poder acompañar en nuestro ejercicio profesional. Y duelo es lo que toca hacer ahora para despedir esta preciosa vivencia. Despedirse, perdonar y agradecer.

Nos despedimos de nuestro grupo de la decimosexta promoción. Esta “ameba” ha dejado una impronta de amor en cada uno de nosotros difícil de superar, difícil de olvidar e imposible de negar. Y este es el lugar seguro al que regresar cuando algo se tambalee. Lo vivido juntos permanecerá en cada una de las células de nuestro ser, tanto en el de cada uno de nosotros como en el grupo como entidad. Nos hemos inventado palabras, un nuevo estado del yo, un tercero de máster y sobre todo nos hemos dado el permiso infinito de reinvertarnos a nosotros mismos creciendo desde el amor incondicional que el grupo nos ha ofrecido y todos y cada uno de nosotros y nosotras hemos depositado en él.

Durante estos dos años ha habido muchísimos momentos mágicos y en cada uno de ellos esa esencia de grupo ha ido creciendo permitiendo el lugar para la individualidad. Esa magia grupal que ya exitía se dejó sentir en la noche del viernes en Buitrago como una serena complicidad, como un permanecer en la no competencia, en el sostén y apoyo grupal. Y precisamente de ahí viene uno de  uno de los mayores regalos y aprendizajes de mi vida: la vida puede ser maravillosa si te atreves a confiar.

Gracias por hacerlo posible. Gracias por los permisos, los abrazos, las caricias, las miradas cómplices, la no invasión, el amor, el compañerismo, el no juicio… gracias por ese contacto pleno con la experiencia que todos nos llevamos y por todo lo integrado en todos y cada uno de los niveles de intervención. En conducta me veo, nos veo, con mayor firmeza y confianza, apertura, seguridad, serenidad. Estando arropada por vosotros me siento capaz de hacer lo que antes ni imaginaba. Para nosotros ya no existen las justificaciones sociales, hace tiempo que el pensamiento social pudo ser identificado y confrontado con el amor y la protección que solo un grupo así puede ofrecer. Entre risas y bromas hemos localizado, contradicho y si ha hecho falta, incluso amordazado mandatos. Hemos expresado y recogido la emoción emergente, a través del amor incondicional hemos podido ver y atender nuestras necesidades arcaicas insatisfechas para poder darle paso al amor parental integrado. En el nivel espiritual creo que puedo hablar en nombre de todos si afirmo que hoy tenemos fe y confianza en la humanidad porque el mayor aprendizaje de todo este proceso a parte de la compasión con uno mismo es la reconciliación con el amor.

Evidentemente la relación cambiará, y está bien que así sea nos lleve hacia donde nos lleve y de ahí el título de este texto: el final del principio. Porque ahora vivimos el vacío fértil tras atrevernos a ese contacto pleno con la experiencia y a partir de ahí surgirán nuevas formas, nuevas transformaciones que seguro nos harán seguir creciendo. El principio ha sido este máster que ahora finalizamos y el devenir nos ofrecerá nuevas y suculentas oportunidades para volver a conectar habiendo formado parte de esto y siendo nuevos y nuevas cada cual en su autonomía y autencididad.

Una frase de quien no conozco su autoría dice así: “rodéate de quien sepa escuchar el sonido de tu alma” y la traigo para cerrar este aquí y ahora pues encaja como un guante con el sentir actual.

Gracias por escuchar mi sonido, gracias por devolverme tanto amor. Vuestras almas siempre sonarán mi corazón

 

 

 

 

 

 

 

Elena Dominguez Bejar

Discurso de despedida de la XVI promoción del de Máster Psicoterapia Humanista Integrativa. Junio de 2017. Instituto Galene. Madrid-

 

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2 Respuestas

  1. Susana Hortigüela Rey dice:

    Gracias a todos/as los que hacen posible que este mundo sea más bello, gracias a cada uno/a de nosotros/as mismos/as por intentarlo, gracias por empezar por uno/a mismo/a.
    No, compañera, no se me olvidará todo lo compartido. Una lluvia de momentos bonitos me está llegando, y solo es el principio. Está ya registrado en mi bagaje emocional, y con él haré mi camino. Mi corazón ha aprendido tanto a vuestro lado, que se siente afortunado y agradecido por está oportunidad elegida, merecida y trabajada, que ha dado luz y calor a mi vida.
    Si, compañeros/as ha sido emocionante y con ella, con la emoción, hemos aprendido y comprendido mucho, de nosotros mismos, de los demás y de la vida.
    Como metáfora utilizaría la espiral, símbolo de crecimiento, transformación y viaje psicológico o espiritual; como camino para resolver nuestros conflictos más profundos, permitiendo un movimiento equilibrado y su despliegue natural, hacia una transformación más armoniosa, la regeneración y el despertar de nuestra propia evolución interior.
    Que viaje más bonito hacia mi interior, que encuentros tan especiales hacia los demás, que ganas de vivir y compartirlo.
    Ahora vuelvo a mi centro para integrar lo vivido, en el camino estamos y en la misma galaxia vivimos, así que no pongamos obstáculo a nuestros corazones y como bien dices, Elena, reconciliémonos con él, con el amor que desde nuestros corazones podemos emanar en todos los sentidos, a todos los niveles, allí donde estemos.

  2. Gema dice:

    Gracias por tanto compañera! Tus palabras son el perfecto resumen a esta experiencia maravillosa de dos años de máster en los que tanto hemos aprendido y crecido. El tiempo nos reunirá de otras formas y en otros contextos pero el recuerdo de esta experiencia permanecerá siempre. Gracias de corazón a tod@s los que habéis formado parte de esta aventura.

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