Un cuadro es una fuente

03/05/2016

tu mirada es una fuente

Tu mirada lo aporta (casi) todo

Un cuadro es una fuente inagotable de contenidos, de sensaciones, de cuadros..

Un cuadro amanece cada vez que lo mires.

¿Qué es un cuadro entre las muchas cosas que se pueden decir?

Un cuadro físico puede ser observado por miles de espectadores que, a su vez pueden plantearse miles de miradas distintas. A través de estas y aquellos, un cuadro se convierte en millones de cuadros, millones de actuaciones artísticas porque cada cuadro es distinto para cada observador y mirada. Incluso más, cada cuadro varía ante cada observador y la distancia de su mirada.

Cuadro y observador se relacionan a través de un espacio que se va llenando de contenidos aportados por cada uno de los observadores. En cada nuevo encuentro, varía y, varía profundamente, la “mochila” de referencias en la mente de cada uno de nosotros.

Unos ejemplos. Desde la propia distancia física (cerca-lejos) distancia narrativa (reconozco-no reconozco) intelectual (sé-no sé) y miles de otros binomios antagónicos , se establecen las DISTANCIAS que harán cambiar la perspectiva y la interpretación.

Un cuadro es narración más allá de la narración. Se dice que un cuadro contiene a todos los cuadros pintados previamente. Quizás, acoto, acepto y defiendo, contiene todos los cuadros y cada una de las observaciones de obras realizadas anteriormente por el artista.

Un cuadro es mucho más que una imagen pero también es una imagen. Una historia o un conjunto de historias subyacen en el lienzo. El cuadro narra, el cuadro describe y el cuadro interpreta. Inventa, transforma, incorpora personajes y les da vida propia, millones de vidas nuevas adecuadas al ojo y momento del observador, a su cultura, a su humor, a su … DISTANCIA.

Las historias no son como se cuentan, son como se entienden. La información toma el brillo de su última versión.

UN EJEMPLO.-

Concretemos un poco con un cuadro muy conocido: La Fragua de Vulcano de Diego Velázquez. La descripción básica es que representa a Apolo dándole a Vulcano, que se queda pálido-echad con esta información un vistazo al tono desteñido del Dios del Fuego- la noticia de Marte le ha levantado a su chica Venus. Vamos que la cosa va de cuernos olímpicos… Ya sabemos algo.

Velázquez tardó cuatro años en vender este cuadro, vamos que lo realizó para especular con su prestigio adquirido en Ferias Internacionales tipo ARCO. NOOOOOOOOO. En aquellos tiempos, la cosa iba de hacer y vender. Simple.

Don Diego, andaba en una pugna bastante agria que en la que se debatía sobre la supremacía de la escultura sobre la pintura o de esta sobre aquella. La Fragua es un maravilloso estudio anatómico en el que, a través de los personajes, se recorre el cuerpo humano en un vistazo único. En una escultura, habría que dar la vuelta completa para contemplar un cuerpo en su totalidad. Según Veláquez: Pintura 1- Escultura 0 ¿Era esta su intención?

Bueno, la mía es que vuelvas a mirar esta obra maestra después de leer unas líneas tan simples como estas y descubras que tu DISTANCIA a este cuadro ha cambiado. Tendremos un nuevo “Velázquez” entre los millones que han pasado por el mundo y disfrutarás, sin ningún lugar a dudas de algo que es tuyo y solamente tuyo, único: Fragua más tú más tu DISTANCIA.

Ramón Fernández Sánchez

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